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LA “BATALLA POR MADRID”: ESENCIAL PARA EL MOVIMIENTO ANTI-INMIGRACION

LA “BATALLA POR MADRID”: ESENCIAL PARA EL MOVIMIENTO ANTI-INMIGRACION

Madrid, no solamente es la capital de España sino también y sobre todo, la ciudad más populosa del país y la provincia con mayor número de diputados. Así mismo, es una de las ciudades con mayores tasas de inmigración. Está carente de otros problemas añadidos (como puede ser el nacionalismo presente en Barcelona) y, a pesar de la polarización de fuerzas, en la actualidad (y por lo que parece en los próximos años), existe un dominio cómodo de la derecha, tanto en el Ayuntamiento de la capital como en la comunidad autónoma. Madrid es la plaza esencial para garantizar la cristalización definitiva de un partido antiinmigración.

EJEMPLO (I). EL FRACASO DE DN: AUSENCIA EN MADRID

Vale la pena considerar algunos ejemplos. Existen algunos casos significativos. Sin duda, el más evidente de todos es DN. Mientras en DN existió una fuerte implantación en algunas zonas de la provincia de Madrid (Alcalá, en concreto), se pudo decir que DN “avanzaba”. De hecho en las segundas elecciones a la Comunidad de Madrid, tras el episodio de transfuguismo, DN obtuvo un resultado pobre, pero mejor que en convocatorias anteriores… y aun a pesar de que en Madrid capital el partido tenía una implantación mínima. Pero, en el momento en el que las tensiones entre la delegación de Madrid y la de Alcalá se convirtieron en insuperables y se cortó el cordón umbilical entre ambas, DN desapareció por completo en la Comunidad de Madrid… augurio de su derrumbe posterior.

El cierre del local de DN en Madrid supuso la escenificación de esa realidad que llegaba con tres años de retraso. Desde antes, incluso, la delegación de DN de Madrid ciudad apenas era otra cosa que un grupo inestable de jóvenes que se reunían los viernes y sábados por la tarde-noche… sin que pudiera decirse que realizara actividad política digna de tal nombre.

En consecuencia: hoy, DN no existe. El tener media docena de delegaciones en capitales de provincia, compuesta por unos pocos militantes jóvenes, ausente por completo de las ciudades más importantes del país, contribuye a resaltar esa sensación de “partido en estado gaseoso” que es hoy DN.

Es evidente que “existir en Madrid” no es garantía, ni de “triunfar en Madrid”, ni, mucho menos, estar en condiciones de hacerlo a nivel del Estado. Pero, lo contrario es todavía más improbable: existir en media docena de capitales de provincia no garantiza poder poner pie en Madrid.

EJEMPLO (II) EL CASO DE FUERZA NUEVA

Fuerza Nueva solamente logró ser un partido político con implantación nacional, irradiando a partir de Madrid y cuando, tras las elecciones de junio de 1977, el partido experimentó un formidable crecimiento en la capital, llegando a contar con miles de afiliados y un diputado. A partir de ese núcleo inicial, el partido hubiera podido haber revalidado este éxito en provincias como Santander, Toledo, Ciudad Real o Valencia, incluso en Sevilla. Pero el descontrol organizativo y el fracaso a la hora de transformar una corriente de opinión hostil a la democracia y teniendo como referencia al “período anterior”, en un partido político, unido a obvias provocaciones de la “seguridad del Estado” y a los errores de dirección, acarrearon el fracaso de la iniciativa.

A partir de la disolución de Fuerza Nueva, los distintos grupos falangistas y el Frente Nacional (reconstrucción de Fuerza Nueva), se disputaron el “dominio” de la capital, utilizando los mismos parámetros políticos que entre 1977 y 1983: intentar incorporar al “franquismo sociológico”. Pero, a medida que 1975 iba quedando atrás, ese franquismo se subsumió en Alianza Popular y luego en el Partido Popular y ahí sigue, refunfuñando periódicamente sobre tal o cual declaración de Esperanza Aguirre o, particularmente, de Gallardón… pero entregando a continuación su voto al PP, una y otra vez. Hacia mediados de los años 90, este proceso había concluido y los votos que podían extraerse de los caladeros del “franquismo sociológico” se extinguieron completamente.

El centralismo franquista hizo que todas las decisiones de importancia estatal se tomaran en Madrid. Los partidos franquistas, siguieron esta tradición. El resultado fue que en las provincias en los que las constantes sociológicas “madrileñas” estaban más acusadas (catolicismo, franquismo, conservadurismo), Fuerza Nueva tuviera una aceptable implantación que, lógicamente, iba disminuyendo a medida que nos alejábamos del centro y llegábamos a la periferia. En zonas como Canarias, Catalunya, Galicia, País Vasco e incluso Navarra, Fuerza Nueva tuvo poca o poquísima implantación.

LAS NECESIDADES ACTUALES: MADRID

Ahora vivimos unas necesidades completamente diferentes y una realidad sociológica que nada tienen que ver con las de hace treinta años.

Resumimos: la única posibilidad actual de revitalizar un partido alternativo es identificándolo con el “movimiento anti-inmigración” (corriente de opinión que recela de la llegada brusca y masiva de 5.200.000 inmigrantes) presente, especialmente, en las clases trabajadoras y en la burguesía media. Esto implica: otra temática, otra sociología… luego, necesariamente, otro mensaje y otra imagen. Fin del resumen.

Resulta absolutamente grotesco que en zonas de muy débil implantación de inmigrantes, como Salamanca, DN salga a la calle colocando pegatinas firmadas con caracteres islámicos… para “concienciar” a la población, cuando realmente en las zonas en las que la inmigración está realmente presente, puñetera la falta que hace realizar este tipo de “gamberradas” infantiles, tan inútiles como poco serias.

En el artículo anterior, hablábamos de los dos grandes ejes en donde se ubica la inmigración: es en estos ejes en donde hay que estar presentes si de lo que se trata es de estructurar un movimiento anti-inmigración. Y esto pasa por estar presentes en tres ciudades clave: Barcelona, Valencia y Madrid.

- En Barcelona (y, por extensión, en Catalunya) la fuerza dominante en el movimiento anti-inmigración es la PxC.

- En Valencia (y, por extensión en Levante), indiscutiblemente, es España 2000.

- ¿Y en Madrid? En Madrid, justamente, en la plaza más importante, no hay una “fuerza dominante”… y mientras no exista, va a ser difícil que pueda cristalizar un partido-flash anti-inmigración.

En estas condiciones puede decirse que mientras no esté resuelta la “batalla por Madrid”, todas las iniciativas que se tomen van a ser de eficacia limitada y sin grandes posibilidades de obtener éxitos políticos y avances efectivos que nos alejen de la lamentable etapa de gropuscularización actual. El “caracol” distará mucho de ser la apisonadora que requerimos.

UNA PROPUESTA PARA RESOLVER EL “PROBLEMA MADRILEÑO”

En la actualidad, ninguna de las componentes políticas organizadas en Madrid dispone de fuerza suficiente para liderar de forma indiscutible el “movimiento anti-inmigración”. Entendemos que estas corrientes son tres:

- La Falange (sector Castelló).

- España 2000

- Los grupos que, genéricamente, llamaremos exDN.

En total, todo esto supone un núcleo mínimo de 150 militantes reales, más o menos, organizados, más que suficiente para arrancar en la capital. A esto hay que sumar, una corriente popular no organizada, cada vez más amplia, y que irá creciendo.

Ahora bien… los tres grupos –insistimos, “mas o menos organizados”-, por sí mismos, no van a tener fuerza suficiente para afrontar la “batalla por Madrid”. Así que están obligados a trabajar en común, o resignarse a un papel de mera supervivencia en la capital.

¿Alguna salida razonable? En nuestra opinión, solo una, basada en los siguientes puntos:

1) En Madrid se da una situación completamente diferente a la de cualquier otra provincia y tiene una importancia muy superior a la de cualquier otra provincia. Lo que se haga en Madrid tendrá posibilidades de arrastre muy superiores a lo que se haga en cualquier otra provincia.

2) Esto implica:

- que de la misma forma que en Catalunya, la existencia, la iniciativa, la presencia de la PxC es incuestionable.

- que de la misma forma que en Valencia, el hecho consumado es que los competidores de España 2000 están situados muy por detrás de esta organización y sin capacidad para alcanzarla, igualarla o superarla.

- en cambio en Madrid, existe una situación completamente diferente y muy concreta.

- en conclusión: en la actualidad no existen posibilidades de una sola organización a nivel nacional, pero si de distintas iniciativas convergentes a corto plazo.

3) Hoy solamente se pueden adoptar pactos entre las componentes organizadas del movimiento anti-inmigración a nivel provincia y local.

- PxC no va a negociar con nadie que, como mínimo tenga “menos” capital político que PxC

- E2000 no va a aceptar formar frentes y coaliciones en aquellos lugares en donde está más implantado que el resto de grupos juntos o separados.

- Así pues, hay que reconocer que, los pactos solamente son necesarios en Madrid (y secundariamente en alguna provincia concreta donde convenga sumar fuerzas)

4) Desde nuestro punto de vista, un “pacto por Madrid” se debe basar en muy pocos puntos:

- la conciencia clara de que solo liderar el movimiento anti-inmigración puede reportar el caudal de votos suficiente para despegar.

- que la política de contención de la inmigración es fácil plasmarla en un programa que compartan las tres componentes más o menos organizadas del movimiento anti-inmigración.

- que a partir de ese programa de contención de la inmigración masiva y defensa de nuestra identidad, es posible elaborar una estrategia única, una imagen única y un plan de acción único.

- que más allá de la política contención de la inmigración, cada una de las tres “patas” del movimiento anti-inmigración puede seguir existiendo y realizando su actividad autónoma.

- que un pacto en Madrid solamente puede contemplar una colaboración inicial en materia de contención de la inmigración. Y tal es el mensaje que hay que traspasar al electorado, especialmente a los sectores de la opinión pública que constituyen el sector no organizado del movimiento anti-inmigración.

En resumen:

1.- lo que se propone es que las organizaciones anti-inmigración trabajen juntas en Madrid con un programa, una imagen y una estrategia común.

2.- que fuera del tema anti-inmigración, cada uno de los sectores que acepten trabajar juntos, tiene libertad para llevar adelante su propio trabajo político.

3.- un pacto de este tipo no supone desaparición de grupos, fusiones, ni frentes, sino aceptar trabajar juntos en un tema y reservarse en otros el adoptar iniciativas particulares.

4.- que el campo de aplicación del pacto sería únicamente Madrid.

EL OBJETIVO DE UN PACTO POR MADRID

Solo puede haber un objetivo: avanzar. Avanzar y rápido. ¿Por qué “rápido”?, por tres motivos:

1) por que en diciembre de 2007 habrán entrado en España 6.000.000 de inmigrantes, mucho más de lo que el país puede absorber.

2) por que si nosotros no tomamos la iniciativa, existe la posibilidad de que aparezcan “aventureros políticos”, sin escrúpulos, dispuestos a ocupar el espacio político que estamos definiendo. Y no se olvide: nosotros, no solamente estamos contra la inmigración… sino también en defensa de nuestra identidad.

3) por que en las actuales circunstancias se dan condiciones suficientes para irrumpir en la escena política con fuerza, especialmente en Madrid. Y estas condiciones no se proyectarán siempre. Existen hoy, pero no existirán siempre.

Este último punto, vale la pena ampliarlo.

- La diferencia que hay entre Gallardón y el candidato de ZP, Pablo Sebastián, es de tal calibre que en esta ocasión, en Madrid, no hay posibilidades de “voto útil” en ninguna de las dos partes.

- El PP no puede alegar que la “culpa es del PSOE”: el PP gobierna tanto en el ayuntamiento, como en la comunidad… y los problemas que crea la inmigración no se afrontan mejor, sino peor que en otras comunidades.

- la polarización de fuerzas centro-derecha/centro-izquierda, hará que cualquier nueva opción con capacidad para irrumpir en el escenario madrileño, tendrá, inmediatamente, un peso político muy superior a su dimensión real.

¿Y QUE OCURRE ALLÍ DONDE NO HAY INMIGRACIÓN? REFUTACION A UNA DUDA RAZONABLE

¿Y QUE OCURRE ALLÍ DONDE NO HAY INMIGRACIÓN? REFUTACION A UNA DUDA RAZONABLE

Algunos camaradas nos han planteado: “¿Un partido anti-inmigración? Bien, pero, ¿qué ocurre allí donde no hay inmigración?”. La cuestión de es despreciable porque pone el dedo en la llaga. Vamos a intentar aportar algo sobre el tema. En realidad, la objeción no cambia el planteamiento de “partido-flash monotemático” sobre la inmigración. Esperamos que estos argumentos tengan la fuerza suficiente para convencer a los que dudan de la idoneidad del "partido monotemático" . Hemos intentado realizar un análisis coherente y extraer conclusiones, así mismo, coherentes que estamos dispuestos a debatir con los defensores de la tesis contraria.

LA GRAN DUDA: ¿QUÉ OCURRE ALLÍ DONDE NO HAY INMIGRANTES?

La distribución de inmigrantes en España no es uniforme. La inmigración se concentra en los grandes cinturones industriales (especialmente en Madrid y Barcelona), en Andalucía y en Canarias, Baleares y la Costa Mediterránea. Hay zonas de España absolutamente libres de inmigración (Galicia, Castilla-León, Cantabria, Asturias) o con poca inmigración (Castilla-La Mancha, Extremadura, País Vasco y Navarra) o con inmigración localizada exclusivamente en algunas zonas (Aragón). Es rigurosamente cierto que en algunas zonas del Estado, la inmigración ha rebasado ya el 15% de la población, mientras que en otras, apenas alcanza el 2%.

Ante esta perspectiva, es rigurosamente cierto que la creación de un partido monotemático que proponga una defensa contra la inmigración ileal y masiva, puede tener solamente éxito, allí en donde la inmigración existe, pero resulta difícil pensar en alcanzar porcentajes apreciables de votos… si el tema frente al que se proponen soluciones, no ha alcanzado un nivel de conflictividad en algunas zonas. Así pues, la objeción no se gratuita, tiene lógica y sentido.

Pero, en nuestra opinión la objeción no supone llegar al fondo de la cuestión e ignora algunos datos fundamentales. Después de este breve análisis, veremos que este hecho real, no altera lo esencial de la propuesta: al final del análisis veremos que la objeción no tiene el impacto que a primera vista pudiera parecer.

GEOPOLÍTICA DE LA INMIGRACIÓN – GEOPOLÍTICA DE LA RESPUESTA

Es posible trazar un gran mapa de la inmigración, si bien es cierto que incluso en el interior de las comunidades autónomas en donde está más presente, tampoco lo está de manera uniforme y que, dentro mismo de las ciudades está concentrada en algunos barrios o zonas. De todas formas, la inmigración se concentra en cuatro zonas:

- La costa Mediterránea de Rosas a Granada (incluyendo las comunidades autónomas catalana, valenciana y murciana.

- El eje Madrid – Valencia (que sería posible extender a Lisboa).

- Andalucía.

- Los territorios insulares de Baleares y Canarias, Ceuta y Melilla.

Pero, cabe decir que no todas las regiones han tenido en la historia de España el mismo peso político. Siempre, en la historia de España, la cornisa cantábrica, por ejemplo, parece haber quedado alejada del centro de historia de España… y esto ha tenido consecuencias extremadamente beneficiosas, porque fue allí en donde se gestó la Reconquista. De no haber sido por la promoción medieval del Camino de Santiago, Galicia, por ejemplo, habría quedado fuera de la historia. Esto tiene su explicación: en gran medida la historia de Europa se ha reducido a la historia de la Europa Mediterránea. Así ha sido, en el mundo clásico o en el período de las cruzadas. En rigor, el Mediterráneo puede ser llamado, Mare Nostrum.

Además, es en las dos orillas del Mediterráneo en donde se concentra –en el momento actual- el gran choque de civilizaciones: civilización europea en el Norte, mundo islámico al Sur. Los flujos comerciales de las zonas marítimas suelen ser mayores que los de las zonas del interior. Por todo eso se explica el que la inmigración, especialmente islamista, se concentre en las zonas mediterráneas.

Así pues, el primer gran eje de la inmigración es el eje mediterráneo, desde Gerona hasta Murcia. Es el gran eje vertical, y registra una inmigración relacionada con las actividades de construcción y hostelería, fundamentalmente y, en segundo lugar, con las actividades agrarias.

El segundo gran eje, coincide en parte con éste, es el eje Madrid – Valencia. Se trata del gran eje de comunicaciones que, podría extenderse hasta el gran puerto atlántico de Lisboa. Este gran eje horizontal es extremadamente heteróclito y lleva a la gran aglomeración de Madrid, una de las comunidades con una mayor tasa de inmigración ilegal. Si hemos incorporado a Lisboa en este eje, a pesar la capital de un Estado vecino y hermano es por que en la actualidad estamos asistiendo a un desplazamiento de inmigración desde Portugal hasta la zona de Madrid y, en segundo lugar por que, en la práctica, Lisboa es hoy el puerto atlántico de Madrid, tanto como el puerto mediterráneo lo es Valencia (tras haber desplazado completamente a Barcelona en esta función). La contigüidad del eje Lisboa-Madrid-Valencia (prácticamente en el mismo paralelo) es evidente, con una concentración creciente y una conflictividad siempre en ascenso, en la Comunidad de Madrid.

Después de estos dos ejes estratégicos, encontramos las “zonas” de concentración de la inmigración: las zonas insulares (Canarias y Baleares) y Andalucía. Y, finalmente, existirían los “polos” de concentración en determinados términos municipales situados en zonas en donde la inmigración no tiene particular incidencia. Por ejemplo, en Aragón, existe concentración en La Almunia o en Monzón. En Bilbao ocurre otro tanto. Y así mismo en La Coruña, a pesar de que en estas comunidades, el número de inmigrantes sea particularmente bajo.

Conclusiones que se imponen:

- La inmigración se concentra en las zonas donde existe una mayor concentración de población española y disminuye en aquellas otras en las que esta concentración va disminuyendo.

- Los dos grandes ejes de la inmigración, son, así mismo, los grandes ejes geográficos de la política española: Madrid – Valencia – Barcelona, es decir, las tres comunidades que mueven mayor cantidad e PIB y absorben, al mismo tiempo el mayor número de puestos de trabajo.

Así pues, si se trata de preparar una batalla de contención contra la inmigración ilegal y masiva, se trata, sobre todo, de actuar preferentemente allí en donde ha demostrado sus efectos más deletéreos. Y estos son coincidentes con las zonas de mayor concentración industrial, mayor población y, consiguientemente, de mayor peso político.

De ahí que operando preferentemente sobre estos dos ejes (el horizontal Madrid-Valencia y el vertical o Mediterráneo), se esté presente, al mismo tiempo, en las zonas con más peso político del Estado.

EL “EFECTO ARRASTRE” Y “EFECTO RESPUESTA” EN EL RESTO DEL ESTADO

Hay que recordar que Fuerza Nueva, fue el único partid de extrema-derecha que ha podido disponer de una mayor estructura a nivel nacional. Pero, al mismo tiempo, hay que recordar que F/N no tuvo nunca una implantación uniforme, ni unos resultados electorales nivelados en todo el Estado. Los puntos fuertes de F/N fueron Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cantabria, Valencia… es decir, en su mayoría, zonas con una fuerte presencia católica y conservadora. En el otro extremo, si bien es cierto que el PCE tuvo cuadros en todo el país a partir de mediados de los años 60, lo cierto es que solamente en algunas zonas logró constituir una organización coherente y amplia: en Catalunya, en Madrid, en Andalucía, en Asturias… pero estuvo casi completamente ausente en otras como Galicia.

Todos estos ejemplos indican que la “implantación homogénea” es un mito. Ningún partido político la ha podido lograr jamás. Lo que ocurre, por el contrario, es que los programas de unos partidos políticos se adaptan a unas zonas con mucha más facilidad que a otras y es en aquellas en donde arraigan con más facilidad. Si están presentes en el resto del país es gracias al “efecto arrastre” y al “efecto respuesta”. Hoy el Front National cuenta con una buena estructura “horizontal” (es decir, sobre e plano geográfico), gracias a estos dos efectos:

- “efecto arrastre”.- es el que hace que cuando una organización política sufre un tirón en una determinada zona, las zonas aledañas experimentan en las siguientes elecciones un tirón de fuerza similar, aunque no existan las “condiciones objetivas” similares. Lo podemos llamar también “efecto contagio”.

- “efecto respuesta”.- uno de los episodios más sorprendentes de la andadura del Front National es que ha arraigado en zonas en donde no existían apenas inmigrantes. ¿A qué se ha debido? Al “antifascismo”… Gracias a las campañas antifascistas de SOS-Racisme o de la LICRA, gentes que, inicialmente jamás habrían reparado en la opción del FN, se han interesado por él, por puro rechazo a los profesionales del antifascismo.

Lo que resulta evidente en España es:

- que el movimiento anti-inmigración debe “cuajar” en los dos ejes que hemos definido anteriormente para lograr un peso político.

- que si no logra arraigar en esas zonas, especialmente en Madrid, Valencia y Barcelona, es muy ilusorio que pueda arraigar en otras zonas en donde la inmigración es menor o imperceptible.

- que las zonas de mayor inmigración son las que políticamente pesan más, las zonas en las que existe mayor número de ayuntamientos, mayor población, distritos electorales con mayor número de diputados, etc. Es más fácil obtener porcentajes en esas zonas que en zonas con baja demografía en donde los pocos diputados en juego se las diputan solamente los dos grandes partidos.

El que Falange Auténtica tenga uno o dos concejales en Hoyo de Pinares, un pueblo perdido de la provincia de Ávila, es completamente irrelevante para el desarrollo de ese pequeño partido (pro inmigracionista, por lo demás). PxC, por ejemplo, puede desarrollar con mucha más facilidad sus actuales cuatro concejales, teniendo en cuenta que están en cabeceras de comarca en una autonomía con mucho peso dentro del Estado. Se trata de disputar y penetrar en los ayuntamientos de las cabeceras de comarca, en autonomías con verdaderos problemas.

LOS PROGRAMAS PARA LAS ZONAS SIN INMIGRACION

En las elecciones municipales, es fácil adaptar los programas a las necesidades de cada población. Basta con contar en cada pueblo o ciudad con un grupo de cuadros políticos suficientemente capacitados para conocer a la gente de su comarca para establecer el programa adecuado. Así pues, en las elecciones municipales no se planteará este problema.

En las elecciones europeas, así mismo, se trata de sumar votos, al utilizarse el distrito electoral único. Esto implica que tienen más peso los distritos con más población y con más problemas, es decir, aquellos en los que la inmigración está más presente. El resto de distritos tienen una importancia muy secundaria, especialmente, porque como vimos en el período de Fuerza Nueva, obtener un 3% en Ciudad Real supone unos pocos miles de votos, irrelevantes en el cuenteo nacional. Así pues, en las elecciones europeas, se trata de utilizar como caballo de batalla los problemas que afecten al mayor número de ciudadanos… que coinciden con el mayor número de afectados por la inmigración, presentes en determinadas zonas geográficas.

El problema aparece en las elecciones generales y en las autonómicas.

En las elecciones generales, nuestro mensaje podría resultar difícilmente comprensible en las zonas en las que no hay inmigración. Pero existen un cierto número de argumentos que atenúan este razonamiento. Hace unos años se celebró un referéndum en Portugal sobre la organización autonómica del Estado. Este modelo fue rechazado al presentar a España como modelo de lo que suponía el “Estado de las Autonomías”. En ocasiones la “psicología negativa” funciona: “Votadnos a nosotros para evitar que, también en nuestra provincia ocurra lo que ocurre en Madrid, Valencia o Barcelona”, puede ser un buen slogan electoral en León o Zamora.

Por otra parte, en nuestro ambiente, las “organizaciones regionales” de los distintos partidos, no han tenido nunca fuerza suficiente como para acometer el peso de la lucha política en su autonomía. Y eso ha producido un desequilibrio entre una “dirección central” (habitualmente radicada en Madrid) que elaboraba y enviaba la publicidad a la periferia… una publicidad elaborada con criterios “madrileños” que en Catalunya, Valencia o Andalucía, no podía ser entendida. En la primera época de DN se trabajó sobre la base de “delegaciones regionales” que en su zona tenían un alto grado de autonomía y que tenían la obligación de planificar y extender el trabajo del partido a toda la región. En la segunda fase –la “canduelada”, por así decirlo, en donde la confianza subjetiva y personal del “mesías”, tenía un peso mucho mayor a la eficacia de un cuadro- se pasó a las “delegaciones locales” en donde solamente existían responsables “locales”, pero en absoluto regionales. Era incomprensible, por ejemplo, que la delegación de Alcalá tuviera más peso que la de Madrid y que no existiera una “dirección regional” que las coordinara. Esto llevó a crisis, contradicción y estallidos que figuran entre lo peor y lo más ilustrativo de la experiencia de DN. Así pues, se trata de trabajar con criterios regionales más que locales. Esto situaría en mejores condiciones para competir en las elecciones autonómicas y al mismo tiempo supondría una posibilidad de que cada delegación regional adaptara las consignas, ejes y temas del partido, a la realidad de su región. Esto paliaría el problema de las zonas en donde la inmigración tiene menor incidencia.

ALGUNAS CONCLUSIONES PROVISIONALES

1) Las políticas de contención de la inmigración suponen el gran tema que nos facilita la oportunidad dorada para salir de la atonía (ver el artículo publicado ayer en El Caracol sobre este tema).

2) Esas políticas deberían permitir obtener una buena implantación en los dos ejes principales donde se ubica el problema, en las zonas y en las localidades que antes hemos definido. Eso supone, estar presentes en las zonas con más densidad y con más peso político del país.

3) En el resto de zonas puede operar el “efecto arrastre” y el “efecto rechazo” que antes hemos definido.

4) Insistir en la constitución de organizaciones regionales y provinciales del partido, debe permitir adaptar la propaganda a las necesidades de cada demarcación.

5) Si se consigue arraigar en las provincias “clave”, existe una posibilidad de que exista cierto contagio en las zonas sin inmigración, pero, en cualquier caso, es evidente que estará presente en las zonas políticamente más importantes del país. Sin embargo, si asumimos temas con menos posibilidades de controlarlos “en exclusiva” (como los expuestos en el artículo anterior: socialpatriotismo, anti-imperialismo, anti-terrorismo, defensa de la unidad del Estado, etc.), corremos el riesgo de ver como disminuyen los votos de los ciudadanos concienciados por el problema de la inmigración en las zonas con más votos… mientras que no resulta del todo evidente que aumenten los votos de los ciudadanos interesados en los otros temas en las provincias con bajo número de electores y poco peso político.

Y esto no lleva a concluir que el hecho de adoptar la forma de un partido monotemático, no supondría un menoscabo, ni importante, ni siquiera perceptible en las zonas donde apenas hay inmigración.






CUANDO EL INSTITUTO EL CANO COINCIDE CON EL CARACOL SOBRE EL "PARTIDO ANTI-INMIGRACIÓN"...

CUANDO EL INSTITUTO EL CANO COINCIDE CON EL CARACOL SOBRE EL "PARTIDO ANTI-INMIGRACIÓN"...

En la web del Instituto El Cano se publicó con fecha 21 de marzo de 2006, un artículo titulado “¿Un partido xenófobo en España?” que en su momento se nos pasó desapercibido y que, casualmente, en los barridos periódicos de información que realizamos en la Web hemos conocido nueve meses después de su publicación. Lo sorprendente es que el artículo coincide con el análisis que hemos hecho en otras ocasiones desde las columnas de El Caracol.

 

Si volvemos a traer a colación este tema, es por el fraternal encuentro que tuvimos con algunos queridos camaradas madrileños llegados a Valencia el pasado 27 de diciembre. En aquel momento lo que se nos planteó fue la posibilidad de creación de una nueva organización política convencional basada en puntos parecidos a los que en su momento dieron vida al Frente Español.

 

Por nuestra parte, la respuesta fue:

 

1) Tenemos a nuestra disposición un solo tema en exclusiva, la lucha contra la inmigración masiva y en defensa de nuestra identidad.

2) Este tema, por sí mismo tiene fuerza de atracción para un público que hasta ahora no se había interesado en nuestra temática.

3) Esos nuevos grupos sociales no tienen nada que ver con lo que hasta ahora ha sido la clientela tradicional de la extrema-derecha.

4) Mientras el tema de la inmigración se “contamine” con otros temas característicos de la extrema-derecha, quedará inhabilitado como idea-fuerza.

5) A partir del tema de la lucha contra la inmigración masiva y en defensa de nuestra identidad se puede desarrollar un discurso político amplio, con una forma asumible para los grupos sociales perjudicados por este fenómeno y que no remita a los lugares comunes de la extrema-derecha clásica.

6) Si en España en el año 2007, la lucha contra la inmigración queda “contaminada” por otros temas propios del imaginario de la extrema-derecha, ni avanzará la extrema-derecha, ni se producirá una cristalizacion política del movimiento anti-inmigración.

 

Por todo ello, desaconsejabamos la formación de un “frente” de organizaciones de extrema-derecha, al considerar que su techo político era muy bajo. Lamentamos la decepción que pudimos causar a nuestros camaradas llegados de Madrid, pero el análisis estaba ya hecho y nuestra obligación es denunciar las vías muertas y evitar aventuras que conducen a callejones sin salida.

 

Desde esa reunión, hemos intentado revisar ideas y volver a valorar la propuesta de los camaradas madrileños. Y esta ha sido nuestra tarea en estos quince días en los que no hemos publicados artículos en El Caracol. Lamentablemente, la reflexión que hemos abordado en estos días, nos confirma en lo ya expuesto. Y es en este contexto en el que hemos encontrado casualmente el artículo del Instituto El Cano (IEC) que coincide completamente con nuestro análisis. Cabe decir que el IEC reúne a uno de los mejores grupos multidisciplinarios de analistas que actúan con independencia del poder o de cualquier partido. Sus análisis son particularmente interesantes en el terreno geopolítico y en política internacional, pero también sobre la sociología del pueblo español y sobre el fenómeno de la inmigración, han publicado materiales imprescindibles. Concretamente, el IEC fue la primera institución “respetable” que alertó, en el ya lejano 2003 sobre las relaciones entre delincuencia, violencia doméstica e inmigración. Por eso, nos honra el coincidir en este tema con el IEC.

 

Reproducimos a continuación el artículo en cuestión, eliminando algún párrafo irrelevante y sin atribuir valor a algunos de los errores que muestra sobre porcentajes electorales del movimiento anti-inmigración en Europa:

 

¿UN PARTIDO XENÓFOBO EN ESPAÑA? (ARI)

ARI Nº 36/2006 -- Análisis Carmen González Enríquez   ( 21/3/2006 )     

Tema: A pesar de las tensiones actuales, y a diferencia de otros países europeos, es poco probable que aparezca y tenga éxito en España un partido que haga de la xenofobia, el racismo o la restricción de la inmigración su principal mensaje.

Resumen: España ha alcanzado en pocos años un porcentaje de población extranjera, el 9%, semejante al de muchos países europeos de inmigración ya antigua en los que han surgido partidos xenófobos. La concentración de la población inmigrante en ciertos barrios y la delincuencia protagonizada por algunos extranjeros, provocan tensiones sociales que pequeños grupos de extrema derecha intentan canalizar. Sin embargo, la debilidad del nacionalismo españolista y el rechazo a las señas franquistas que estos partidos exhiben, hacen muy improbable que tengan un éxito electoral relevante.

Análisis: En la mayoría de los países europeos con porcentajes altos de inmigración han aparecido corrientes de opinión pública xenófoba que han alimentado la formación de partidos políticos con un mensaje anti-inmigratorio. Estos partidos han tenido éxitos desiguales. En algunos casos se han convertido en fuerzas políticas importantes y estables, como el Frente Nacional francés, en otros han logrado éxitos momentáneos, como la Lista Pym Fortuyn de Holanda, y en otros se han quedado a medio camino entre la marginalidad y la presencia institucional, sin obtener peso parlamentario, como el Partido Nacional del Reino Unido. La aparición y el éxito o fracaso de estos partidos depende de un gran número de factores y muchos de ellos son imponderables. Una alta presencia de población inmigrante, un nacionalismo fuerte entre la población autóctona, desempleo entre los autóctonos, dificultades del Estado de Bienestar para atender a los inmigrantes sin disminuir la calidad o cantidad de sus servicios, aumentos de la delincuencia achacables a los inmigrantes… todos ellos son elementos que favorecen la aparición de los partidos xenófobos.

Otros condicionantes de importancia son puramente políticos e institucionales: un partido xenófobo no aparecerá o no tendrá éxito si alguno de los principales partidos asume ya un discurso xenófobo y propuestas a favor de reducir o dificultar la inmigración. Las normas electorales tienen también una influencia notable: los sistemas más proporcionales facilitan la llegada al Parlamento de los nuevos partidos, habitualmente pequeños en su origen, mientras que los sistemas mayoritarios, como el británico, lo dificultan.

Por otra parte, dada la complejidad y la variedad de aspectos a los que debe dar respuesta un partido político para obtener apoyo electoral, los partidos monotemáticos como los que se definen básicamente como xenófobos, están condenados a tener sólo éxitos momentáneos, como ocurrió con la Lista Pym Fortuyn o el Partido Liberal austriaco dirigido por Jörg Haider, o a permanecer siempre en minoría en la vida política, como el Frente Nacional francés encabezado por Jean Marie Le Pen. Pero su efecto político va más allá de sus resultados electorales: la aparición de estos grupos tiene un efecto sobre los partidos tradicionales mayoritarios que pueden verse tentados a recoger algunas de sus reivindicaciones por temor a perder posibles votantes en su favor, especialmente si son capaces de movilizar a sus seguidores y ganarse una presencia en la calle y en los medios de comunicación.

Tabla 1. Porcentaje de voto obtenido por partidos anti-inmigración en elecciones parlamentarias: resultados más altos de su historia electoral

 

Lista Pym Fortuyn (Holanda)

17% (2002)

Partido Liberal Austríaco

27% (1999)

Bloque Flamenco Belga

12% (24% en Flandes) (2003)

Partido Popular Danés

13% (2005)

Partido del Progreso Noruego

15% (2001)

Frente Nacional Francés

11% (2002) (20% en la 2ª vuelta de las elecc. presidenciales del 2002)

Partido Nacional Británico

4% (2005)*

 

(*) 4% sobre el voto en las áreas donde presentaban candidatos, 0,7% sobre el voto total.

Fuente: elaboración propia.

 

En España no existe por ahora ningún partido de ámbito nacional de este tipo con posibilidades electorales y hay muchas razones para confiar en que un partido así no vaya a aparecer próximamente. En primer lugar, las encuestas muestran que España sigue siendo uno de los países menos xenófobos de Europa e incluso del mundo, aunque esa diferencia era mayor hace unos años, cuando la inmigración en España era mucho más reducida. En segundo lugar, el discurso xenófobo suele ir asociado al pensamiento nacionalista y éste se encuentra en España muy devaluado por la experiencia franquista, de tal forma que un partido que enarbolase retóricamente la defensa de la nación española para argumentar contra la “invasión” foránea tendría muy poco eco. La situación es diferente en el caso de los nacionalismos propios de Comunidades Autónomas, como el catalanismo. Cataluña es la única región en España en la que se han producido declaraciones públicas de líderes políticos de mucho peso definiendo la inmigración actual como una amenaza a la identidad nacional. Esta es la única Comunidad Autónoma española que combina un fuerte nacionalismo propio con una alta presencia de inmigrantes, ya que ni el País Vasco ni Galicia tienen una inmigración alta, y muchos de los inmigrantes que recibe Galicia son gallegos de origen, retornados de América Latina. En el conjunto de España, las encuestas y los estudios cualitativos de opinión muestran que no existe un temor de la población a que su forma de vida o su “cultura” sea modificada por la presencia de individuos de otras procedencias. En tercer lugar, el sistema electoral español penaliza a los partidos pequeños, por lo que a cualquier partido nuevo le resulta difícil conseguir presencia en las instituciones estatales. Todo esto permite mantener el optimismo respecto a las escasas posibilidades, hoy por hoy, de que un partido xenófobo consiga llegar al Parlamento en España y convertirse así en una fuerza política relevante.

Sin embargo, sí hay razones para la preocupación en el nivel local. Para entender esto hay que partir de la constatación de que la inmigración no se distribuye de forma homogénea en el territorio: La mayor parte del territorio nacional español tiene índices de inmigración muy bajos, mientras que los inmigrantes se concentran en Madrid, las provincias de la costa Mediterránea, Baleares y Canarias. Incluso dentro de esas áreas, los inmigrantes se concentran en ciertos municipios, y dentro de las ciudades, en ciertos barrios, hasta llegar a representar en algunos casos más de un tercio de la población total, o más de la mitad si nos referimos sólo a la población en edades jóvenes. Es decir, la inmigración en España es, por ahora, un fenómeno muy concentrado. Esta no es una característica peculiar del caso español, ya que todos los países de inmigración tienen distribuciones muy desiguales en sus territorios, pero el hecho de que en España la inmigración sea tan reciente fortalece esa concentración, porque la mayor parte de los inmigrantes tienden a residir en los primeros momentos en zonas donde se encuentran ya otros connacionales.

En esas áreas donde los inmigrantes se concentran se producen tensiones importantes en la convivencia entre éstos y los autóctonos, fruto de las condiciones de hacinamiento, de los diferentes hábitos en el uso de la vivienda, de las zonas comunes de los bloques y de los espacios públicos, o bien fruto de algunas costumbres que crean a veces molestias a los vecinos, como la de escuchar música a un volumen alto, o la de consumir alcohol en elevadas dosis durante los fines de semana. En algunas zonas, especialmente en los centros de las ciudades –como Lavapiés en Madrid, El Raval en Barcelona, o algunas áreas de Alicante– los autóctonos achacan además a los extranjeros un alza importante en los niveles de delincuencia. A esto hay que añadir la aparición de una competencia entre inmigrantes y autóctonos por el acceso a servicios públicos que se facilitan a partir de baremos que priman a las familias de menor renta, como las guarderías públicas, una competencia en la que los inmigrantes ganan a menudo. Otros servicios públicos de acceso universal, como la sanidad, han visto deteriorado su nivel de prestación por la alta presencia de población nueva que no ha venido acompañada del aumento correspondiente en los recursos de los centros de salud y hospitales.

Todo esto crea en las áreas de alta concentración de inmigrantes un clima social de descontento y rechazo a la convivencia en las condiciones en que se produce en la actualidad, que puede convertirse fácilmente en caldo de cultivo para un mensaje xenófobo. En algunos casos, ese mensaje ha sido lanzado por grupos de ultraderechistas que ya existían previamente, vagamente identificados con el pasado franquista o con una idealizada Falange, o por adolescentes de estética skinhead que han pasado a incluir a los inmigrantes entre sus grupos objeto de violencia. En conjunto, estos partidos pueden resultar peligrosos por su tendencia al uso de la violencia, pero su capacidad de atracción social es mínima porque su mensaje xenófobo está envuelto o acompañado por muchas otras connotaciones que la población autóctona rechaza masivamente (véase el reportaje de José Luis Barbería en El País, 22/III/2005).

Hasta el momento, el único éxito electoral relevante de un partido xenófobo ha sido el de la Plataforma per Catalunya, liderada por Josep Anglada, relacionado en el pasado con Blas Piñar, que ha conseguido representación en varios Ayuntamientos. En las últimas elecciones municipales, celebradas en el año 2003, consiguió concejalías en El Vendrell, Cervera, Vic, Manlleu y Premiá del Mar, aunque en ninguno de ellos llegó al 10% de los votos.

En cualquier caso, hay que resaltar que la aparición de grupos de este tipo está siendo la excepción y no la regla. En la mayoría de los municipios donde existen altas tasas de inmigración, los conflictos de convivencia que aparecen carecen de una expresión política propia. La baja tasa de asociacionismo y de participación política entre los españoles es una de las razones de que con gran frecuencia estos problemas no alcancen a tener expresión pública.

A este malestar localizado hay que añadir los claros indicios de una evolución negativa de la opinión pública española, tomada en conjunto, respecto a la inmigración. Algunos datos reveladores a este respecto se encuentran en los Barómetros sobre inmigración del CIS de los últimos años, que muestran un continuo crecimiento del porcentaje de los que creen que el número de inmigrantes en España ya es excesivo, hasta llegar al 60% en 2005, y de la mención a la inmigración como uno de los principales problemas del país, situada en el Barómetro del 2005 en segundo lugar tras el paro. A esto hay que añadir que más de la mitad de los entrevistados (58%) mostraban su acuerdo en el año 2003 con la frase “Hoy en día en España existe una relación entre inseguridad ciudadana e inmigración”, frente a un 26% en desacuerdo. El CIS no ha repetido ninguna pregunta semejante en posteriores Barómetros, pero es de suponer que el atentado del 11 de marzo de 2004 no ha mejorado esa percepción. Resulta también llamativo el aumento sustancial de los que opinan que los inmigrantes “quitan puestos de trabajo a los españoles” o la existencia en 2005 de un 47% que cree que la llegada de inmigrantes provoca una disminución de los salarios, frente al 41% que niega esa relación.

Tabla 2. Porcentajes de acuerdo con la frase “Los inmigrantes quitan puestos de trabajo a los españoles”

(%)

2000

2004

De acuerdo

37

48

En desacuerdo

55

54

NS/NC

8

6

Fuente: CIS, Estudios nº. 2283 y 2565 (la pregunta no se hizo en el año 2005).

Por su parte, la evaluación de las normas españolas sobre inmigración ha sufrido un cambio notable entre los años 2000 y 2004 a favor de los que querrían normas más restrictivas, y el Barómetro de opinión elaborado por el Real Instituto Elcano en noviembre de 2005 señala el pesimismo general sobre la evolución del control de la inmigración ilegal en España.

Tabla 3. ¿Cree que las leyes que regulan la entrada y permanencia de extranjeros en España son…?

(%)

2000

2004

Demasiado tolerantes

12

24

Más bien tolerantes

24

32

Correctas

16

12

Más bien duras

19

12

Demasiado duras

4

2

No conoce las normas

12

8

NS/NC

13

10

Fuente: CIS, Estudios nº 2283 y 2565 (la pregunta no se hizo en el año 2005).

Conclusión: Es muy poco probable que en un futuro previsible tengan éxito electoral en España partidos cuya principal oferta electoral sea xenófoba, racista o anti-inmigratoria. Los grupos que lo intentan ofrecen demasiadas reminiscencias del pasado franquista, masivamente rechazado. Aunque el mensaje de estos grupos, tal y como se han desarrollado en otros países europeos, no está necesariamente ligado a ideologías de extrema derecha, y a menudo recibe el apoyo de antiguos votantes de izquierdas –es el caso del Frente Nacional en Francia–, apela siempre al nacionalismo, que en España es débil por su manipulación en el franquismo y por la competencia de los nacionalismos periféricos.

Sin embargo, el descontento entre los autóctonos en los barrios de alta concentración de inmigrantes, el aumento de la delincuencia relacionada con bandas o individuos extranjeros, el deterioro de la opinión pública general sobre la inmigración y la existencia de grupos políticos que intentan capitalizar ese malestar en el nivel local, pueden motivar un desplazamiento hacia posiciones más restrictivas hacia la inmigración por parte de los principales partidos. Esa deriva es especialmente probable si se termina el ciclo actual, ya largo, de crecimiento económico, que ha permitido hasta ahora absorber laboralmente la inmigración recibida.

Carmen González Enríquez

Departamento de Ciencia Política, UNED

REPITAMOS EL ANÁLISIS DE FONDO

 

Hasta aquí el artículo del IEC que no necesariamente compartimos en su totalidad. Vale la pena tenerlo en cuenta, por que quienes sostienen que “patriotismo” y “anti-inmigración” son inseparables y su combinación debe producir una revitalización de nuestro ambiente, deben de preocuparse sobre todo de REBATIR RAZONADAMENTE LAS TESIS QUE REPETIMOS A CONTINUACIÓN. A partir de ahí, podemos establecer un debate “científico” (o riguroso, si se quiere). Pero eludir lo que, por un lado dice el IEC y por otro dice El Caracol, implica caer en el idealismo y confundir deseos con realidades.  

 

Resumimos nuestra tesis. Teniendo en cuenta:

 

1) Que mientras todos los “partidos patrióticos” están perdidos en temas que no pueden explotar en exclusiva (el “patriotismo” que nuestro ambiente no posee en exclusiva, el “antiseparatismo” en el que coincidimos con otras fuerzas tanto de derecha como de izquierda, el “antiterrorismo” con el que ocurre aún menos o la “justicia social” que es excesivamente ambiguo), SOLAMENTE LA INMIGRACIÓN puede ser considerado como un TEMA EXCLUSIVO y con fuerza real de atracción.

 

2) Los destinatarios de las políticas anti-inmigración no son los grupos sociales “de derechas”… sino los que sociológicamente pertenecen a los grupos “de izquierdas”. Esto implica que el tema antiinmigración es difícil de armonizar con otros ideales habituales de la extrema-derecha. Si en Francia ha sido posible se ha debido a:

 

- a 218 años de jacobinismo que han modelado una sociedad completamente diferente a la española.

- a que el FN se fundó en 1973 y demarró diez años después, como partido convencional, cuando aún existía la guerra fría y el comunismo era una fuerza política real.

 

Estas circunstancias –y otras que sería prolijo explicar- impiden que el modelo francés sea trasladable a España. Así pues, el MODELO FRANCÉS no es transplantable a España.

 

3) Si en España no existe una opción anti-inmigración fuerte, se debe a que siempre se ha identificado con los valores de la extrema-derecha y solamente ha podido tener cierta fuerza en Catalunya… gracias a la desvinculación que la PxC ha realizado de la extrema-derecha clásica. Harina de otro costal es si esa opción ha acertado completamente, o bien mantiene ciertos flecos problemáticos. Pero el principio a tener en cuenta es:

 

- no hay espacio político real para una opción de extrema-derecha clásica.

- una opción de extrema-derecha clásica maquillada por el anti-inmigracionismo no es asumible por los grupos sociales más afectados por la inmigración.

- mientras siga existiendo la mezcla extrema-derecha/inmigración, el impacto de esta opción será muy, muy limitada.

 

4) El debate consiste en:

 

a.- o bien se parte del tema de la inmigración y se articula un discurso sencillo, pero contundente en torno a este tema y la opción se configura como “el voto más seguro contra la inmigración”,

 

b.- o bien se parte del “socialpatriotismo” para colocar bajo este rótulo el tema de la inmigración.

 

Descartamos la opción “b”. Motivos:

 

1) Mezcla temas que interesan muy desigualmente a la gente y especialmente a grupos sociales imposibles de conciliar

2) Se identifica demasiado con la extrema-derecha clásica.

3) Crea problemas de definición muy complejos y no fácilmente solubles.

4) Con esta opción no hay forma de distanciarse y destacarse de la “CYA” (Canduela, Ynestrillas, Andrino) o de grupúsculos conflictivos (AN, NR, Diego).

 

La opción “a”, sin embargo, ¿presenta ventajas?:

 

1) es sencilla: “No a la inmigración masiva” y se puede traducir muy fácilmente en consignas de agitación y propaganda

2) se puede concretar en 50 puntos fácilmente asumibles por la sociedad.

3) los grandes partidos no pueden oponerse frontalmente a estos grupos porque los grupos económicos que los mantienen se benefician del proceso de la inmigración y de la globalización.

4) el resto de “socialpatriotas” seguirán con sus historias confusas y vinculadas a la extrema-derecha, seguirán en su aislamiento.

5) permite articular un discurso político muy completo y de cierta envergadura.

6) permite, por sí mismo, un arranque drástico y rápido, contrariamente a los complejos temas habituales al “socialpatriotismo”, difíciles de explicar, llenos de flecos, de matices, de dobles, triples o cuádruples interpetaciones.

7) es un planteamiento presente en la sociedad: “nos han invadido”.

8) finalmente, es un tema que permite irrumpir en las instituciones.

 

Cuando se argumenta entre dos opciones se trata de presentar los pros y los contras de ambas.

 

La opción “a” tiene a su favor el que está más cerca de nuestra práctica política tradicional… pero esa práctica política nos ha reducido a un cero absoluto.

 

La opción “a” tiene a su favor que permite componer un programa político completo… pero ese programa es demasiado complejo, tendrá siempre huecos, se compondrá de temas que resten fuerza al de la inmigración y, finalmente, atenuará su impacto y reconducirá cualquier cosa que se haga a la extrema-derecha clásica.

 

La opción “a” tiene a su favor el que permite decir “nosotros somos los más socialpatriotas, los más antiterroristas, los más antiseparatistas, etc.”… pero quienes se interesan por estos temas votan al PP, y lo seguirán haciendo por siempre jamás.

 

La opción “a” tiene a su favor el que contar con una base mínima de votos, habitual en todas las formaciones de extrema-derecha, 25.000 votos a repartir entre varios… pero esto no es tener “peso político”, sino ser una mota de polvo, una nada absoluta.

 

Así pues, no terminamos de entender esa obsesión en asumir temas complicados, mal definidos, que CONTAMINEN el tema de la inmigración.

 

5) No hay que olvidar LAS TENDENCIAS ELECTORALES DE LA POBLACIÓN:

 

a) El electorado desconfía cada vez más de los partidos políticos.

b) Crece la abstención, crece el voto nulo y crece el voto en blanco.

c) Desde 1977 no hay “partidos convencionales” nuevos.

d) Las últimas elecciones catalanas y en varias convocatorias europeas, los únicos que avanzan son las “opciones monotemáticas” y los partidos-flash.

e) La sociedad europea y española de 2007 no es la francesa de 1983, ni la española de 1977. Hay que construir una opción sobre la base de la realidad de un momento histórico concreto, o la construcción no logrará arraigar nunca en los intereses de las masas.

Y, por todo ello, La situación de la sociedad española es diferente a la de otros países europeos, por tanto, no pueden aplicarse fórmulas estereotipadas fotocopiadas importadas, sino que va a ser preciso buscar una fórmula propia.

 

Nos gustaría saber, realmente, en qué argumentos sociológicos se apoyan otras propuestas organizativas.

 

 

6) Vivimos momentos en los que se alude con frecuencia a “movimientos sociales”, más que a “movimientos políticos”. Y esto implica:

 

a.- Que si un partido político quiere convertirse en opción real (y no limitarse a obtener unos cuentos miles de votos), debe apoyarse en “movimientos sociales” realmente existentes.

b.- Un “movimiento social” es una corriente de opinión compartida por un sector de la sociedad con voluntad de hacer valer sus reivindicciones.

c.- Existen muchas formas de movimientos sociales, ahora bien, el que nos interesa es aquel que considera a la inmigración como un riesgo y un peligro, que valora de forma globalmente negativa el fenómeno y quiere protegerse de él.

d.- A esta corriente le damos en llamar “movimiento anti-inmigración”.

 

Se trata de cristalizar este movimiento antiinmigración es una opción política capaz de llevar sus reivindicaciones a las instancias de poder.

 

Existen otros movimientos sociales que algunos podríamos considerar incluso como “propios”: el movimiento antiterrorista (formado por las asociaciones de víctimas, los foros de denuncia del terrorismo, las asociaciones “por la verdad” sobre el 11-M, etc.), el movimiento antiseparatista (en que hay todo tipo de fundaciones, asociaciones, blogs, incluso estamentos funcionariales), el movimiento en defensa de la lengua, y seguramente podríamos encontrar otros muchos. En Francia existe todo un tejido de este tipo de “redes” sociales que solamente aquí en España irrumpe desde hace 10 años. Buena parte de estos movimientos está capitalizado por el PP y, sin grandes posibilidades de salir de su órbita, al meno en nuestro actual estado de desarrollo. Ignorar esto es caer en el idealismo estéril.

 

Solamente podemos articular, vertebrar, controlar y orientar el “movimiento anti-inmigración” y mucho más en la medida en que:

 

a) Acabará el 2007 con 6.000.000-6.200.000 inmigrantes. El problema solo ha hecho que empezar: a partir del 2009, en el momento más bajo del próximo ciclo económico, no entrarán tantos inmigrantes… pero los que han entrado seguirán reproduciéndose, así que hacia el 2010-2012, con toda seguridad habremos llegado a 10 millones.

b) Los partidos democráticos viven del culto de lo políticamente correcto, ni el PP, ni el PSOE, ni los nacionalistas van a decir gran cosa de esencial sobre la inmigración. Es un tema –y a ver si nos damos cuenta de esto- EN EXCLUSIVA.

 

Tal es la tesis que planteamos. Es una tesis política, pero también estratégica. Y se resume así:

 

- o partido monotemático (y partido-flash)

- o partido (o frente) convencional.

 

O “partido antiinmigración e identitario” o “partido patriótico”. No hay una tercera vía, si lo que se quiere es “hacer política”.

 

Si lo que se quiere es gritar contra los sociatas, pedir que se fusile a los etarras, defender la unidad nacional y clamar contra el terrorismo… eso se puede realizar desde las filas del PP, o desde cualquier grupito activista, no importa. Pero si se mezclan estos temas con la lucha contra la inmigración, éste tema queda “contaminado” e inhabilitado. Y esto –como dijo El Caracol y como dice el IEC- hace que la extrema-derecha siga estando aislada e inhabilite el tema de la inmigración como elemento de movilización de masas.

 

 

 

 

 

 

 

 

EL VLAAMS BELANG: NUESTRO PUEBLO PRIMERO.

EL VLAAMS BELANG: NUESTRO PUEBLO PRIMERO.

De las grandes opciones anti-inmigración europeas, quedaba por analizar con calma, la experiencia del Vlaams Belang no solo por las relaciones históricas entre Flandes y España, sino por las altas cotas de poder alcanzadas por este partido hermano en la común lucha contra la inmigración masiva e ilegal y contra la pérdida de la identidad europea. Creemos que el movimiento anti-inmigración español puede aprender muchas cosas de la experiencia del BV y que las líneas que siguen deben ser leídas con calma.  Todas las experiencias realizadas en otras latitudes no pueden ser transplantadas acríticamente , pero sirven como "modelos" y el BV es, desde luego, uno de los modelos más sólidos y coherentes del movimiento anti-inmigración europeo

 

Contexto histórico.

 

Tras la definitiva derrota de Napoleón, las potencias vencedoras se reúnen en el llamado Congreso de Viena (1814-1815) en el que se trazará un nuevo mapa de Europa y se definirá un nuevo sistema político-ideológico (la Santa Alianza), base de la Restauración post-napoleónica.

 

Uno de los objetivos de la nueva cartografía definida en el Congreso es rodear a Francia de una seria de estados-tapón que contuvieran cualquier nueva posibilidad de expansionismo galo. Es así como se determina el nacimiento de los Países Bajos (Bélgica, Holanda y Luxemburgo), estado artificial que no sólo permanecerá unido hasta 1830, disgregándose, en atención a una de sus múltiples contradicciones internas: la religión. La católica Bélgica se independiza de unos Países Bajos controlados por los protestantes holandeses, pero el nuevo estado recién nacido, aún homogéneo desde el punto de vista religioso incluye dos comunidades muy diferente entre sí: la Valona de lengua francesa y la flamenca de lengua neerlandesa.

 

Sólo diez años después de su nacimiento Bélgica siente los primeros síntomas de divergencias internas, en la década de los 40 del siglo XIX, la mayoría flamenca reivindica que su lengua, el holandés, tenga el mismo rango de oficialidad que el francés.  También durante la segunda mitad del XIX el socialismo tendrá una gran repercusión entre las clases populares industrializadas valonas, mientras que en Flandes, fundamentalmente campesino, el catolicismo seguirá siendo la principal ideología de referencia. Así el movimiento flamenco irá creciendo en influencia en las sucesivas décadas. Pero es la Primera Guerra Mundial el detonante de la aparición de un nacionalismo flamenco propiamente dicho (nacionalismo que incluía desde el independentismo flamenco, hasta los que propugnaban la unión con Holanda en una Gran Neerlandia), el hecho de que las autoridades alemanas dividieran administrativamente el Estado belga en dos zonas monolingües (marzo de 1917) acrecentó la identificación ente nacionalismo flamenco y colaboracionismo pro-alemán. Esta tendencia de proximidad del nacionalismo flamenco hacia Alemania, se mantuvo durante el período de entreguerras (1919-1939), y aún más con la llegada del nacionalsocialismo al poder, es precisamente en estos años y en estas circunstancias cuando se asistimos al nacimiento de un primer Vlaams Blok (Bloque Flamenco) que conseguirá en 1936, un 16% de votos en Flandes y un 15% en 1939. La práctica desmembración de Bélgica durante la ocupación Alemana, provocará una cuasi simbiosis entre el nacionalismo independista flamenco y el colaboracionismo con la Alemania nacionalsocialista, siendo Flandes una de las zonas de Europa que aportó mayor proporción de voluntarios para luchar en el ejército alemán.

 

La dureza de la depuración post-45 y el la elevada capacidad organizativa entre los flamencos que habían sido partidarios del Eje, hizo que pronto éstos constaran de un extenso tejido asociativo insertado en la sociedad flamenca, incluso con una asociación política propia, la Vlaamse Concentratie (VC), que en una fecha tan  temprana como 1949, ya superó los 100.000 votos. Sin duda hay que considerar a esta VC como el precedente del actual Vlaams Belang, partido político que, siendo un ejemplo en la aplicación de lo que venidos llamado “autonomía histórica”, todavía mantiene entre sus principios “una incondicional amnistía para los condenados por colaborar con la Alemania nacionalsocialistas después de la SGM. El Vlaams Belang proclama que muchos condenados fueron víctimas de los excesos del sistema judicial belga”. En esos años, Karen Dillen fundaría la VMO (Vlaamse Militanten Orde), que se integraría en un nuevo partido el Volksunie (VU). el fracaso de este partido se debió a que en la dirección del mismo se situaron a  los militantes menos ideologizados, por temor a que los nombres de personas vinculadas con “colaboracionismo” apareciesen en los primeros puestos de la organización, fue este error el que permitió a los dirigentes de la VU dar un giro libera y autonomista a la formación y entrar a formar parte de un gobierno de coalición belga, motivando la salida inmediata del mismo de la mayor parte de la militantes y de los cuadros más formados y concienciados. La VU no remontó la situación y se convirtió en un partido liberal, rebautizado como Nieuw-Vlaamse Alliante, sufriendo una pequeña escisión por su izquierda llamada, Spirit.

 

 

Del Vlaams Blok al Vlaams Belang.

Los cuadros y militantes que abandonan la VU acusándola de liberal y moderada fundarán el Vlaams Nationale Partij (VNP) de Karen Dillen y el Vlaamse Volkspartij (VVP) que se presentarán juntos a las elecciones de 1978 con el nombre de Vlaams Blok, para esas elecciones se recuperó el viejo lema de entreguerras que pasaría a ser el lema del nuevo VB, “nuestro pueblo primero”, y aunque los resultados no fueron buenos (1.8%) supusieron el lento inicio de una nueva andadura

 

El Vlaams Blok tenía un programa realmente extremista, con componentes abiertamente racistas, apoyando el régimen de apartheid de sus primos afrikaneers, que el VB, reconocía, junto a los holandeses, pertenecientes a su misma comunidad biocultural. Pronto un nuevo tema iba a convertirse en la principal idea-fuerza del VB, la antiinmigración, asumido como tal en su IV Congreso de (1984) en el que se  proclamó la intención de luchar contra “la invasión extranjera”. Esta idea-fuerza, acompañada con una progresiva moderación en las formas, que no en el mensaje, pronto empezaría a  dar resultados electorales satisfactorios:

 

 

 

 

 

                                                                                              sólo en Flandes                 

 

Legislativas 1978                                                                            1.8%

Legislativas 1981                                                                            1.5%

Europeas 1984                                                                                 1.3%

Legislativas 1985                                                                            1.9%

Legislativas 1987                                                                            3.0%

Europeas 1989                                                                                 6.6%

Legislativas 1991                                                                            10.4 %

Europeas 1994                                                                                 12.6 %

Legislativas 1995                                                                            12.3 %

Europeas 1999                                                                                 14.8 %                 

Legislativas 1999                                                                            15.4 % 

Legislativas 2003                                                                            18.6 %

Europeas 2004                                                                                 22.3 %

 

Pero no todo es fácil para el VB durante estos años.

 

Declarado oficiosamente “partido apestado”, el resto de fuerzas políticas belgas crean entorno a él un “cordón sanitario”, que consiste en no pactar en ninguna institución (nacional, regional o municipal) con el VB. Eso significa que sólo una mayoría absoluta puede darle las alcaldías de los varios municipios donde es la fuerza más votada.

 

Algunos de sus dirigentes tienen problemas con la justicia y los medios por determinadas declaraciones u opiniones.

 

Karen Dillen, presidente del partido,  se le acusa haber traducido el libro de Maurice Bardèche Nuremberg or the promise land, donde se pone en cuestión el holocausto.

Roeland Raes, vicepresidente, es condenado por revisionismo en acerado con la Ley Negacionista Belga. Para no perjudicar la imagen del partido, abandona sus cargos en el mismo, y desaparece de la dirección del mismo.

 

En 2004 el partido es condenado en la Corte de Gante por “incitamiento al odio y discriminación racial”. Algunos de sus estatutos, como el que se refiere a la exclusiva admisión de miembros de raza blanca, son la excusa perfecta que utiliza el sistema judicial belga para prohibir en el que en ese momento es el mayor partido flamenco en intención de voto (aprox. 28%) y en apoyo popular.

 

Un nuevo comienzo

Llegados a este momento las opciones son sólo dos: o rectificar las causas que han llevado a la disolución del VB y seguir luchando con éxito en la vía política, o la ilegalización y la clandestinidad. Obviamente se opta por la primera y se realiza una importante campaña propagandística para lanzar al nuevo,  Vlaams Belang (Interés Flamenco). A ojos de las autoridades belgas es una simple operación de maquillaje. Para los dirigentes del Vlaams Belang la prohibición del VB “no es el final sino un nuevo comienzo”; el presidente del Vlaams Blok, Frank Vanhecke, escribe el último comunicado del partido tras ser disuelto: “podemos estar legítimamente orgullosos de la lucha política que ha desarrollado el VB. Durante estos años nuestro partido ha sido un precursor. El VB ha sido el primero en poner en cuestión las utopías de las llamadas sociedad multirracial y la política catastrófica y ruinosa en materia de inmigración. El VB ha emprendido la lucha contra la dictadura de lo políticamente correcto. Esta dictadura vive sus últimos espasmos con la condena de nuestro partido… Después de todos estos años, tenemos los electores, los cuadros y los militantes competentes para crear un nuevo Vlaams Blok, Este nuevo Vlaams Blok - que tendrá probablemente un nuevo nombre pero que tendrá el mismo programa y a las mismas personas, deberá llegar a ser más grande y más fuerte que nunca”, los pocos días se presentaba oficialmente el Vlaams Belang, del que también Franz Vanhecke será el presidente.

 

En esta nueva dinámica de moderación se producen las comentadas reuniones de Filip Dewinter con algunos representantes de la comunidad judía de Amberes. Dewinter intenta una jugada a dos bandas: por un lado alejar al VB de cualquier posible nueva acusación de revisionismo o antisemitismo; por otro, intentar sacar votos entre la comunidad judía de Amberes, haciendo gala de su nunca escondida ni disimulada, islamofobia. Estas  reuniones y entrevistas de Dewinter tienen más un efecto mediático que real, la mayoría de los judíos reaccionan negativamente y lanzan advertencias a los suyos para no caer en “la trampa de Dewinter”, el mismo, Elie Wiesel, premio Nobel de la paz y sobreviviente de Auschwitz, dijo que los judíos no tienen cabida en los partidos xenófobos. “No importa la crisis por la que estemos pasando, ningún judío debería ir a la extrema derecha”, dijo. “Un judío nunca debería ser aliado del racismo porque sabemos de qué se trata”. El porcentaje de judíos que termina votó a la candidatura de Dewinter a la alcaldía de Amberes, no llegó al 5%.

 

Tampoco las autoridades belgas creen que el Vlaams Belang haya cambiado lo suficiente con respeto al anterior Vlaams Blok y usando argucias semi-legales plantean la supresión del financiamiento público del partido, es decir su estrangulamiento económico. “Los partidos del sistema buscan desde hace tiempo el modo de frenar el irresistible ascenso electoral del VB (que ya se ha convertido en el primer partido del país). En 2004, fallaron en su intento. Después de haber hecho votar una serie de leyes sobre medidas, así llamadas, anit-racistas a fin de poder condenar al Vlaams Blok, nuestro partido fue condenado por una Corte de jueces nombrados políticamente. En consecuencia el Vlaams Blok fue disuelto. Este asesinato político se volvió contra los que lo cometieron, pues nuestro partido resurgió de sus cenizas con el nombre de Vlaams Belang, y obtuvo la mejor victoria electoral de su historia en las elecciones regionales flamencas de 2004… La tentativa actual de cortar el financiamiento público del Vlaams Belang es la enésima tentativa desesperada por parar a un partido que ha demostrado que no puede ser batido electoralmente”, ha declarado su senador, Jurgen Ceder.

 

La última cita electoral para la Vlaams Belang fueron las pasadas municaples de septiembre de 2006, en las que el partido logró seguir aumentado de votos, como los vienen haciendo en las catorce últimas citas electores, de mantenerse la tendencia podría haber una gran éxito identitario en las próximas generales de 2007. Sin embargo en estas elecciones el VB no pudo lograr uno de sus principales objetivos, conquistar la alcaldía de Amberes, su candidato, Filip Dewinter, anunció que se volverá a presentar dentro de 4 años con la esperanza de lograrlo, pero añadió un comentario extremadamente preocupante al decir que la próxima sería su última oportunidad, porque la situación demográfica de la ciudad y el constante aumento del número de inmigrantes hará que después de 2010 la sea imposible que un partido identitario puede plantearse tal logro, y quizás será el momento de que un “belga” de origen turco o magrebí se convierte en alcalde de Amberes. La advertencia sirve para toda Europa.

 

 

 

 

 

10 TESIS PARA UN MOVIMIENTO CIVICO ANTI-INMIGRACION

10 TESIS PARA UN MOVIMIENTO CIVICO ANTI-INMIGRACION

Reproducimos el siguiente texto extraído de otra Web en la que se apuntan algunas tesis que consideramos interesantes de cara a la articulación de una opcion anti-inmigración. La posibilidad que plantea este texto es muy simple de entender y vamos a intentar resumirla: 1) la inmigración es el principal elemento movilizador, 2) se trata de que las organizaciones y partidos antiinmigración reconozcan que forman parte de un "movimiento anti-inmigración" entendido como "corriente de opinión", 3) que además de los actuales grupos anti-inmigración existe toda una corriente de opinión pública beligerante en este tema que también forman parte implícita del "movimiento anti-inmigración", 4) que la opción más realista en la actualidad, consiste en dar una expresión organizada al "movimiento anti-inmigración" en forma de Plataformas Cívicas de las que la actual militancia sería la punta de lanza, 5) estas Plataformas exigen solamente un compromiso y una acción unitaria en el tema de la inmigración, pudiendo las partes realizar sus campañas políticas sobreotros temas, mientras exista un compromiso unitario, de programa y de imagen en el tema de la lucha contra la inmigración ilegal y masiva y en defensa de nuestra identidad.

 

 

10 TESIS PARA UN
MOVIMIENTO CIVICO ANTI-INMIGRACIÓN

I Tesis

La inmigración es el primer problema que debe afrontar la población española y europea en los próximos años. Por nuestro futuro y el de nuestros hijos, por nuestra identidad y nuestra cultura, es preciso responder al fenómeno de la inmigración masiva.

- Un pueblo que ha perdido el instinto de conservación, el instinto territorial y el instinto de supervivencia, es un pueblo que ha muerto. La clase política europea parece haber perdido esos instintos básicos que, sin embargo, siguen presentes en amplias franjas de la población.

- La inmigración masiva e ilegal, constituye en estos momentos la primera amenaza que los pueblos europeos deben afrontar para salvaguardar su integridad, su continuidad histórica y su identidad.

- La lucha contra la inmigración masiva e ilegal es anterior y superior a cualquier otro conflicto que puedan afrontar los pueblos europeos y, por supuesto, el de la Península Ibérica, en tanto que afecta al sustrato biológico, étnico, cultural y espiritual, es decir, a su esencia misma, mientras que cualquier otro problema es simplemente de carácter económico o político.

- En los últimos veinte años en Europa, y en los últimos diez en España, se está produciendo un vuelco demográfico con la llegada al continente de decenas de millones de inmigrantes no europeos con unas tasas demográficas muy superiores a las europeas y que han demostrado una incapacidad total de integración en los valores, la cultura y la sociedad europeas.

II Tesis

No existe ninguna fuerza política interesada en afrontar directamente la marejada migratoria. Ni el PP ni el PSOE están en condiciones de defender nuestra identidad frente al fenómeno migratorio.

- Ninguno de los dos partidos mayoritarios es inocente ante el problema de la inmigración: el fenómeno se ha gestado durante los años de gobierno del PP y ha eclosionado gracias a la labor de zapa del PSOE responsable de la Ley de Inmigración de 1999 que abrió el “efecto llamada”.

- La novedad del problema en España ha hecho que la población no haya respondido de forma organizada todavía, ni haya cuajado ninguna de las opciones anti-inmigración que se encuentran en fase de arranque.

- El PP, en cuyo núcleo dirigente tiene una presencia asfixiante las patronales de la construcción, de hostelería y agraria, que precisan mano de obra barata. Y, a partir de ahí se puede entender el desinterés del PP en cortar la inmigración masiva, que alcanzó hasta el 14-M la cifra de 4.000.000 de inmigrantes.

- El PSOE, por el contrario, se basa en los tópicos propios de la alta burguesía progresista y en los presupuestos ilusorios de la globalización de la que ZP es su quintaesencia. La falta de realismo y la obstinación en querer llevar a la práctica los tópicos progresistas sobre el mestizaje cultural y la renuncia al ejercicio de la autoridad, han llevado a la llegada de casi 1.500.000 de inmigrantes en apenas dos años y medio.

- En cuanto al papel de los partidos nacionalistas y regionalistas, toda su preocupación consiste apenas en alcanzar cotas más altas de autogobierno y… lograr que los inmigrantes hablen la lengua de su comunidad, bailen sardana o toquen el chistu.

- Todo esto indica que en estos momentos en España existe un tema sobre el que ninguna opción mayoritaria da soluciones a un problema que es percibido por una masa creciente de la sociedad como el mayor problema que vive nuestro país.

III Tesis

En la sociedad se está gestando una corriente de opinión potente y firme contraria a que prosiga indefinidamente el crecimiento de la inmigración masiva en nuestro país. Ese Movimiento Anti-Inmigración es hoy una corriente de opinión no organizada.

- Desde el año 2000, el problema de la inmigración empezó a aparecer en las encuestas del CIS como uno de los problemas más importantes de nuestro país. Desde entonces, ha ido siendo percibido cada vez por una parte mayor de la ciudadanía como un problema creciente, escalando y escalando en las encuestas del CIS hasta convertirse en el “principal problema”.

- La falta de interés de los partidos mayoritarios y la falta de soluciones ofrecidas por ellos, ha generado un movimiento de opinión que progresivamente se va extendiendo. Primero, de manera difusa y, cada vez de forma más nítida y definida, reconociendo las distorsiones que la inmigración está generando en la sociedad española a pesar de la opacidad con que todos los gobiernos tratan el tema, se está generando un creciente movimiento de opinión contrario a la inmigración ilegal y masiva.

- Quienes sostienen la necesidad de contener la inmigración ilegal y masiva, forman parte de un Movimiento Anti-Inmigración de carácter objetivo, una corriente de opinión que no encuentra argumentos en contra… Tan solo los partidos mayoritarios se niegan a escuchar este llamamiento dramático de la sociedad y siguen actuando como si el problema no existiera o no tuviera nada que ver con la política.

- El Movimiento Anti-Inmigración debe de tener la conciencia clara de que hoy, por encima de cualquier otra corriente, es, sin duda, el movimiento de opinión más extendido y potente que existe en España, por encima de cualquier otro, especialmente extendido entre las clases populares.

IV Tesis

El Movimiento Anti-Inmigración precisa pasar de ser una corriente de opinión inorgánica a ser la expresión organizada de la voluntad de estar presente en las instituciones defendiendo nuestra identidad y denunciando la repercusión negativa de la inmigración en la sociedad europea.

- Un “movimiento” es la expresión inorgánica de una corriente de opinión. Mientras el Movimiento Anti-Inmigración no alcance una realidad organizativa, los partidos políticos seguirán ignorando el grito cada vez más unánime de la población para que el parlamento elabore una legislación proteccionista en relación a nuestra identidad.

- Si el Movimiento Anti-Inmigración, renuncia a estar presente con voz propia en las instituciones, se verán permanentemente decepcionadas sus esperanzas: porque en este momento hacen falta posiciones decididas y tanto el PP como el PSOE, no solamente dan la espalda al problema, sino que son justamente los que han contribuido a crearlo.

- En la mayoría de los países europeos, el Movimiento Anti-Inmigración se ha coagulado en distintas opciones políticas y ciudadanas, con distintas fisonomías, pero con una voluntad común de defensa de la identidad europea y de salvaguardia de los derechos de los trabajadores y de los ciudadanos europeos.

- Esas experiencias realizadas en Europa y su presencia institucional son las que han hecho que en todo el continente se endurecieran las leyes de inmigración… esto no ha ocurrido en España (sino todo lo contrario aquí tenemos la ley más permisiva y tolerante hasta la apatía) a causa de la inexistencia de una corriente organizada anti-inmigración.

V Tesis

Ante la gravedad del problema de la inmigración, cualquier otra temática pasa a segundo plano. Es preciso reconocer que dentro del Movimiento Anti-Inmigración pueden convivir personas que mantengan discrepancias sobre determinados enfoques, con tal de que coincidan en la percepción de la amenaza que supone la inmigración masiva.

- Es fundamental entender que la vulneración diaria de nuestras fronteras a la que estamos siendo sometidos desde 1999, el vuelco demográfico, la saturación de servicios, el estancamiento de salarial que se inicia justo con las primeras llegadas masivas de inmigrantes, la cuadruplicación de las tasas de delincuencia, incluso el ascenso del precio de la vivienda de propiedad y alquiler, se deben especialmente a la llegada masiva de inmigrantes. Y ante esto, cualquier otro problema pasa a segundo plano.

- El Movimiento Anti-Inmigración debe de asumir el hecho de que debe concentrarse en el impacto causado por la inmigración en todos los ámbitos de la sociedad y que puede ocurrir que sobre otros temas, sus miembros sostengan posiciones diferentes.

- Por eso el Movimiento Anti-Inmigración es, fundamentalmente, un movimiento transversal e identitario en el que sus miembros solamente aceptan trabajar juntos en un tema: la resistencia contra la inmigración ilegal y masiva, dando libertad a sus miembros y a sus cargos electos para que sostengan las posiciones que en conciencia pudieran defender en otros temas que nada tienen que ver con la resistencia a la inmigración ilegal y masiva o la pérdida de nuestra identidad.

VI Tesis

La lucha del Movimiento Anti-Inmigración no puede desgastarse ni contaminarse con otros temas que supongan una atenuación del mensaje principal.

- El Movimiento Anti-Inmigación debe tomar conciencia de que es un movimiento monotemático que asume un tema –el de la resistencia a la inmigración masiva y a la desfiguración de nuestra identidad- en exclusiva porque los partidos mayoritarios han desertado de esta cuestión. Es ahí en donde reside su fuerza contestación, su especificidad y su originalidad.

- El tema de la resistencia contra la inmigración masiva sea un tema suficientemente grave y que exija una dedicación y una atención constante, es razón suficiente como para que no se desgaste en tema menores o que no tienen nada que ver con este elemento central.

- Por otra parte, el Movimiento Anti-Inmigración debe tomar conciencia de que su función no es liderar un programa político global, sino solamente aportar soluciones a la sociedad sobre el problema de la inmigración ilegal y masiva. Sobre el resto de cuestiones, los partidos mayoritarios ya ofrecen soluciones, mejores o peores, solamente sobre el tema de la inmigración callan.

- Sobre políticas autonómicas, sobre políticas sociales, sobre políticas energéticas o hídricas, cada partido ofrece sus “fórmulas mágicas”: el Movimiento Anti-Inmigración no puede aspirar a competir ni rivalizar con ellos, ni tiene interés en hacerlo.

- El Movimiento Anti-Inmigración no tiene que ser un “partido”, sino más bien un “anti-partido”, es decir, una formación política no profesional, ni profesionalizada, que encarne una aspiración profunda de la población, mientras que un partido es un grupo dirigente que actúa como intermediario de unos grupos económicos dominantes para hacer prevalecer sus intereses traducidos a programa político.

- Sin embargo, es rigurosamente cierto de que a partir de la consideración del hecho migratorio como central, es posible desprender consecuencias en prácticamente todos los ámbitos de la sociedad. Y es por ello por lo que se da por supuesto de que el Movimiento Anti-Inmigración está en condiciones de elaborar un programa internacional, un programa social y, en la medida en que el Estado, es el único que puede contener a la inmigración, deberá tener una concepción del mismo.

VII Tesis

El movimiento Anti-Inmigración debe cristalizar el Plataformas Cívicas que nazcan con una decidida vocación de estar presente en las distintas instancias representativas.

- El Movimiento Anti-Inmigración es una “corriente de opinión”, actualmente en ascenso y con importancia creciente en toda Europa, que en España no ha alcanzado todavía una realidad organizativa.

- Esa realidad organizativa debe surgir de la población organizada en Plataformas Cívicas capaces de traducir esa energía y esa corriente de opinión inherente a la sociedad española, en fuerza político-social.

- Las Plataformas Cívicas son la expresión organizada del Movimiento Anti-Inmigración.

- Así pues, entendemos que es obligación de todos los individuos y personas que sostienen en este momento activamente posturas anti-inmigración y en defensa de nuestra identidad y de nuestros derechos, deben contribuir a formar estructuras unitarias a las que, a efectos de calificar en el presente trabajo, hemos definido como Plataformas Cívicas.

- Estas plataformas deberían estar presentes a nivel local en ciudades y pueblos y asumir el hecho de que “los que se oponen a la inmigración ilegal y masiva deben trabajar juntos” bajo una misma estructura, bajo una misma realidad orgánica y bajo una misma imagen.

- El hecho de que en otros aspectos, quienes impulsan estas plataformas no coincidan exactamente o aspiren a mantener su especificidad política, no es óbice para la participación en las Plataformas Cívicas: se asume el hecho de que, todo militante anti-inmigración ilegal, puede tener en otros temas, posturas divergentes de otros compañeros de viaje. De lo que se trata es de que quienes forman parte de una Plataforma Cívica acepten trabajar juntos SOLAMENTE en el frente contra la inmigración masiva.

- Las Plataformas Cívicas no deben nacer con una vocación residual o testimonial sino que deben aspirar a estar presentes y hacer oír su voz en todos los peldaños institucionales del Estado, desde los municipios hasta el Parlamento Europeo, pasando por los parlamentos autonómicos y el Congreso de los Diputados. No es testimonialismo lo que se busca, sino lograr una contención efectiva de la oleada migratoria y las repatriaciones de inmigrantes ilegales y de excedentes laborales.

VIII Tesis

Las Plataformas Cívicas deben ser la suma de un sector de la población consciente del riesgo que supone la inmigración, más un impulso militante que constituye su punta de lanza.

- La diferencia entre la Plataforma Cívica y el Movimiento Anti-Inmigración es que mientras la segunda es una corriente de opinión, informal y no organizada, la primera es una realidad organizativa y como tal precisa de una punta de lanza militante.

- Ahora bien, de lo que se trata no es de formar un “frente activista”, sino de crear una estructura operativa de la que la militancia es la punta de lanza, pero el resto de la lanza está formada por un movimiento de masas con afiliados llegados de las clases populares y trabajadores especialmente y de los sectores sociales más afectados por la oleada migratoria.

- Es relativamente fácil unir a unas cuantas docenas de activistas, pero estos militantes, solos, son como el pez en el agua, se ahogan y su “activismo” frenético no logra, por sí mismo, atraer el voto de la población: lo semejante se une a lo semejante, lo semejante apoya a lo semejante.

- Así pues, de lo que se trata, no es de unir activistas, sino de que en su fisonomía, en su imagen, en sus propuestas y en su acción, los sectores de la población amenazados por la inmigración ilegal y masiva, no experimenten reservas mentales a la hora de integrarse en las Plataformas Cívicas.

IX Tesis

Las Plataformas Cívicas deben nacer con la vocación de intervenir en política y excluir el riesgo de convertirse en una opción marginal, aislada e incapaz de alcanzar sus fines.

- El tiempo corre contra el Movimiento Anti-Inmigración: las políticas estúpidas y absurdas adoptadas por ZP-Caldera en la primera parte de la legislatura se han traducido en la regularización de más de un millón de integrantes a partir de mayo de 2005. Los procesos de “agrupación familiar” que tendrán lugar a lo largo de 2007, harán que, legalmente, lleguen a nuestro país entre 400.000 y 600.000 inmigrantes, además de los que violentarán ilegalmente nuestras fronteras que puede establecerse en una cantidad similar. Acabaremos 2007 con, entre 6.000.000 y 6.250.000 inmigrantes. Una cifra insoportable tanto para el mercado de trabajo español como para el erario público.

- Las Plataformas Cívicas, en tanto que expresión organizada del Movimiento Anto-Inmigración, deben tomar conciencia y asumir una vocación popular. No puede resignarse a ser una corriente minoritaria, aislada e incapaz de alcanzar sus fines, sino que debe convertirse en una corriente de masas, con soporte electoral suficiente para estar presente en las instituciones y con capacidad para negociar con los partidos mayoritarios medidas para aliviar el problema de la inmigración ilegal y masiva.

X Tesis

Las Plataformas Cívicas deben reconocer su pertenencia supranacional al amplio movimiento iniciado en toda Europa, surgido al margen de los partidos tradicionales y que tiene como objetivo la contención de la inmigración masiva en el marco de la Unión Europea.

- Las Plataformas Cívicas deben tomar conciencia de que son un movimiento global que aparece en toda Europa. No tienen ni un carácter nacional, ni regional, sino un carácter europeo, en la medida en que la inmigración masiva es un tema europeo que puede verse agravado a nivel continental por la pretensión de Turquía de ingresar en la UE y con el apoyo de ZP, de Aznar o de los EEUU.

- Ese movimiento europeo tiene distintos rasgos nacionales y no es en absoluto un movimiento unificado ni que ostente los mismos perfiles. Ahora bien, de lo que se trata es de reconocer, primero, su existencia, y después de contribuir a su mayor eficacia. Y esto implicará, a la corta o a la larga, la asunción de una misma estrategia y de un mismo programa europeo de defensa contra la inmigración ilegal y masiva.

- En la actualidad, la legislación comunitaria condiciona y determina las políticas nacionales en materia de inmigración, especialmente desde que la regularización masiva de ZP en febrero-mayo de 2005, haya distorsionado completamente las previsiones de los gobiernos europeos en esta materia. Así pues, el Movimiento Anti-Inmigración y en defensa de nuestra identidad, debe tomar conciencia de su dimensión europea.

 

EL CONGRESO DE DN: SERIA SORPRENDENTE SI NO FUERA MÁS DE LO MISMO

EL CONGRESO DE DN: SERIA SORPRENDENTE SI NO FUERA MÁS DE LO MISMO

Hay que verlo para creerlo. Hay que leerlo para confirmar que no mentimos ni exageramos. Hay congresos surrealistas y el que se avecina de DN pertenece al surrealismo más acrisolado. Después de un inexplicable retraso, se anuncia para enero, empezará a las 9:00 y terminará a las 10:00… del mismo día. Un lector de El Caracol nos lo hizo notar hace unos días. No lo podíamos creer hasta que lo vimos en la propia Web de DN: ¿un congreso de una hora? Pues si… y seguro que sobra tiempo. Y a esto, alguno le llama "hacer política"...

EL ACTA DE DEFUNCIÓN DE DN: DE 9:00 A 10:00…

Hay que pinchar esta link: http://democracianacional.org/dn/modules.php?name=Kalender&op=view&eid=267 para poder ver TODOS los datos sobre el congreso. Recordamos como fue el anterior congreso: duró dos días y medio, en un hotel de Madrid, se presentaron ponencias que fueron enviadas a los militantes con un mes de anticipación, asistió un centenar largo de congresistas, invitados, hubo discursos, debates y votaciones. El hecho de que según los expulsados posteriormente y los que dimitieron, reprocharan a Canduela el que se habían vulnerado los estatutos en varios puntos, no implica que el congreso pareció… un congreso.

Pero esa etapa de DN queda lejos. A años luz. Basta ver la web para apreciar que ni hay presentaciones de delegaciones nuevas, ni apenas actividad en las antiguas, ni siquiera signos razonables de existencia, sino solamente una web que ni siquiera está presidida por el logo del partido y que, aparenta ser, más bien, un portal de cierto contenido antiinmigración, pero que carece completamente de noticias racionales sobre las actividades del partido, no hay comunicados de prensa, no hay propuestas a la sociedad y, sobre todo, hay sensación de inactividad. Y eso, no es que lo diga El Caracol, algunos de cuyos miembros son ex miembros de DN, sino que lo percibe cualquiera que visita la web. A la web le falta material y al partido actividad. Y eso, no lo pueden negar nadie.

En este contexto, el congreso de DN es un chiste: se trata de que pase desapercibido, de que solamente los invitados personalmente se enteren de donde se celebra, para evitar que los que no son de absoluta confianza al “duo neurasténico” dirigente, puedan elevar una voz discordante y explicar ante sus camaradas porque se van del partido.

Y estos creen que hacen política…

UN CONGRESO… COMO MANDAN LOS ESTATUTOS

Una hora de congreso es el tiempo suficiente como para que se haga una votación a mano alzada para confirmar a Canduela como presidente y a Alvaro como segundo de abordo. Están en su derecho de defender el chiringuito a uñas y dientes. Pero hubieran podido elegir un sistema que suscitara menos risotadas. De hecho, hay que ser claros: en las futuras recomposiciones del movimiento anti-inmigración solamente hay dos personas a las que unánimemente se les pone el veto: solo dos.

Estas dos personas (no tres, solo dos) siguen creyendo todavía que un partido es un jardín privado que se maneja a voluntad y que los estatutos son como un chicle que se estira y se hincha a voluntad. Lo que no han acabado de entender es que “eso” de lo que son “propietarios” ya no es un partido, ni siquiera un grupúsculo entre muchos, sino simplemente, es un chiste capaz incluso de organizar un congreso de una hora, simplemente para cumplir los estatutos y reelegir al presidente que ha desmantelado en apenas dos años todo el partido.

El “dúo neurótico” es dueño del partido. Solo le falta todo lo demás. Le falta el respeto del movimiento anti-inmigración, le falta la consideración de otros partidos, le falta la capacidad para salir del agujero, le falta la energía suficiente para reflotar la nave tocada y hundida, y le falta simplemente la honestidad para disolver el invento y dejar de ser el chascarrillo del ambiente por su ausencia de tesorero, sus giros copernicanos y la patética imagen de lo que un día fue un partido y hoy es una irrisión.

QUE NADIE DISCREPE, QUE NADIE SE ENTERE

Hace dos años y cuatro meses, en DN había un partido de nivel grupuscular pero con algunos cuadros y algunos militantes preparados, algunas secciones en marcha y algunas delegaciones que se habían quedado a las puertas del concejal en las municipales. Incluso, por haber, hasta había militancia. De eso no queda más que rastros, ni actos públicos, ni manifestaciones, ni éxito alguno que valga, simplemente, el partido se ha desleído entre las manos del dúo neurótico. Veintinueve meses del anterior congreso lo que queda de DN es una sombra.

Solamente esto, que lo ven propios y ajenos, bastaría para confirmar que el “presidente” del partido ha fracasado en sus dos años al frente del mismo. F R A C A S A D O, con todas las letras. Lo normal es que cuando un dirigente político –o presunto tal- no logra consolidar su proyecto, se va a casa, reconociendo que no ha sido capaz de sobrellevar la crisis. Y si entre la militancia de su partido queda alguien con dos dedos de frente, deberían juzgar que el “presidente” ha defraudado esperanza y elegirían entre otros candidatos o darían un giro al proyecto.

Nada de todo eso ocurre en DN: el “presidente” que ha desmantelado al partido… insiste en que tiene méritos suficientes para seguir siendo “presidente”. Y quiere ser refrendado por la base, en un congreso de una hora, en el que ni hay tiempo para presentar un nuevo proyecto, ni para discutirlo, ni para presentar tesis alternativas. ¿Alguien entiende la lógica de esta situación? No, os canséis, es absurda. Es la DN-Canduela, es la escenificación ante toda el “área” de que DN es un cadáver.

A LOS MILITANTES DE DN, MIEMBROS DEL MOVIMIENTO ANTI-INMIGRACIÓN

DN es algo más que el coto de caza de cuotas de un par de individuos. DN es un partido cuyos últimos militantes tienen un innegable sentimiento anti-inmigración. Han identificado al “enemigo principal”, la inmigración ilegal y masiva, Así pues, ese puñado de militantes, formar parte de un área mayor al de su propia sigla: lo que hemos dado en llamar “movimiento anti-inmigración” del que forman parte, otros grupos políticos, otras asociaciones culturales, otros blogs, otras redes. No es, como quiere el “dúo neurótico”, algo separado, diferente, aislado, un coto privado de caza de cuotas, sino un todo de algo mayor: un movimiento popular y cívico, cristalización de la percepción por parte de la población de que la inmigración es el gran problema de la España del 2006. Ahora queda estructurar y cristalizar ese movimiento en una plataforma política con capacidad para irrumpir en las instituciones.

Así pues, camaradas de DN, sois miembros de un movimiento más amplio, no la clientela cautiva de una dirección fracasada y que solamente aspira a mantenerse y seguir con la misma dinámica de los últimos 10 años.

Resulta dramática la pobreza de las respuestas que a través de algún blog se da a las críticas que se realizan desde El Caracol y que indican el aislamiento y la autocomplacencia en la que se ha sumergido el “dúo neurótico”. Ved esos argumentos, ved la realidad de ese partido hoy, y ved, finalmente, lo que otros estamos diciendo y como lo argumentamos. Y luego decidid. El año 2007 va a ser el año “de la gran recomposición”. Cuando acabe 2007, muchas siglas se habrán quedado en la cuneta para siempre. Esperamos firmemente que el movimiento anti-inmigración cristalice como una formidable plataforma popular, de la que solamente unos pocos estarán ausentes por que se habrán ganado a pulso su marginación y su segregación. El resto de militantes debe de saber que tendrá las puertas abiertas de las “futuras recomposiciones”.

El VI Congreso de DN no va a aportar nada positivo. Sólo más de lo mismo. ¿Para qué preocuparse de las miserias de un par de miserables que han terminado siendo capos de una secta? Para evitar fraudes bochornosos como el “congreso de una hora”, “las 125 visitas a las 4:00 de la madrugada”, o “nos persiguen y hay una conspiración contra DN”, sigan siendo “argumentos” para estafar la buena fe de un grupo de militantes.

LOS DISTINTOS MODELOS ORGANIZATIVOS. PROS Y CONTRAS

LOS DISTINTOS MODELOS ORGANIZATIVOS. PROS Y CONTRAS

Vale la pena pasar revista a los distintos modelos organizativos que están en estos momentos a disposición de nuestro ambiente. No basta con enumerar los distintos modelos organizativos, hay que añadir que no todos los modelos son transplantables y que cuando se aplica un modelo de manera acrítica mecánica, Hay partidos como el Front National que nacieron hace 35 años en otro contexto histórico completamente diferente, o que, como AN, se levantaron sobre un sustrato completamente diferente (el del MSI), que son completamente irreproducibles en España.

Así pues, lo que aspiramos es a realizar una enumeración “crítica” de los modelos organizativos, desde el punto de vista de su aplicación en España. Con este trabajo queremos iniciar un debate sobre los modelos de partido, sus rasgos, y su posible aplicación en España.

 

1. El partido convencional

Se entiende por “partido convencional” es que tiene una estructura idéntica a cualquier otro partido existente en esos momentos en su país. Responde a las características de los partidos políticos surgidos en la posguerra. En ese tiempo los partidos de Europa Occidental se articularon en dos opciones: una de centro-derecha (democracia cristiana en las naciones vencidas y derecha liberal o conservadora en el resto) y otra de centro-izquierda (partidos laboristas, socialistas, socialdemócratas), con terceras fuerzas ocasionales (comunistas, regionalistas, partidos liberales, republicanos, y extrema-derecha) que, o bien permanecían marginadas, o bien inclinaban la balanza hacia el centro-derecha o hacia el centro-izquierda.

En este contexto, partidos como el MSI, el NPD de los años 60 y su precedente el SRP, incluso el Front National, se situaban a la derecha-derecha del sistema político. Su anticomunismo era el factor diferencial más importante y se presentaban como la fuerza más enérgica que luchaba contra el marxismo y la extrema-izquierda. En mayor o menor grado ostentaban posturas “occidentalistas” e incluso “pro-americanas”. En cierto sentido “europeístas”, solían atacar a la “Europa de los Mercaderes”, en beneficio de una “Europa Nación”, generalmente, poco definida y que en períodos electorales desterraban a las propuestas secundarias.

Este modelo de partido ya ha pasado a la historia. El hecho de que sigan teniendo éxito no implica que hoy sea un modelo aceptable: todos fueron fundados en otro tiempo y “arrancaron” con la excusa del anticomunismo. En general, estaban excesivamente ligados a los modelos de los años 30, de los que constituían una actualización, pero seguían manteniendo las referencias históricas que les permitieron hasta mediados de los años 80 (cuando la generación de la II Guerra Mundial tenía ya 60-70 años) tener una base social mínima y estable. A partir de 1985 empezó a ser visible la reducción de esta generación por causas naturales y el hecho de que los modelos históricos ya no suponían gran cosa para las nuevas generaciones.

Con el paso de los años, a partir de 1948, se fueron diversificando los distintos modelos organizativos del partido clásico, hasta aparecer distintas variantes:

 

a) El partido de derecha [modelo 1]

Es un modelo de partido fundamentalmente anticomunista y proamericano, un producto propio de la guerra fría. El hecho de que dentro de sus filas existieran distintas sensibilidades, algunas próximas a los modelos históricos, otras más próximas a las sofisticaciones tradicionalistas y monárquicas, etcétera, no implica que la línea dominante no fuera un populismo de derechas. Habitualmente, las secciones juveniles de estos grupos eran más radicales que el partido mismo, y parte de la base era movilizada por ideales “históricos”. La dirección incorporaba a estos elementos (partidos como el MSI fueron siempre “partidos con tendencias”) pero bajo una presidencia (como en el caso de Arturo Micchelini secretario general del MSI anterior a Giorgio Almirante) específicamente derechista. En países como Italia en donde la DC se orientaba hacia el centro y partidos menores como el PLI o el PNR estaban próximos a la derecha, el MSI encontró un hueco que durante años se cerró al Front National francés, especialmente antes de que la inmigración fuera considerada como problema, dado que existía un fuerte movimiento gaullista de derechas. En España, AES aspira a ocupar este puesto, sin advertir que el PP tiene un ala derecha extraordinariamente fuerte que solamente podría ser desbancada en un momento de crisis de este partido. Lamentablemente para el proyecto AES, el PP goza de buena salud.

 

b) El partido de derecha nacional [modelo 2]

La derecha nacional es la “apertura” de un partido de derechas hacia sectores nuevos situados en sus flancos políticos. En el caso del MSI, la apertura se realizó hacia “su derecha inmediata” (integrando a los monárquicos del PDIUM), hacia “su izquierda inmediata” (agrupando a jueces caracterizados por su labor anti-comunista, a algunos democristianos independientes y, especialmente hacia funcionarios policiales y militares). En otras formaciones como el FN francés (que puede ser considerado como “de derecha nacional”) el proceso se produjo de otra manera incorporando a personalidades de la “nueva derecha” cultural y personajes del gaullismo (incluido uno de los hijos del propio general De Gaulle). La derecha nacional, insiste en el “factor nacional” como garantía para combatir al “enemigo” (ayer el comunismo, hoy la inmigración masiva). A partir del “hecho nacional” se realiza un discurso cuya última tendencia es a ser “identitario”. En España, el partido de la derecha nacional hubiera sido DN de no haber frustrado su actual presidente cualquier posibilidad de salir de la etapa subgropuscular.

 

c) El partido nacional-liberal [modelo 3]

Aparece en determinados momentos y logra cuajar en algunos países. En Italia, en 1976, dentro del MSI se produce la escisión de los “nacional-liberales” de “Democrazia Nazionale”. No es el único caso: en los años 60, cuando se producen los sucesos de la descolonización de Argelia, algunos de los grupos que animan la OAS y, especialmente su “frente político”, son, en buena medida, “nacional-liberales”, como Georges Bidault. En un período posterior, los “republikaner” alemanes tenían una connotación similar y otro tanto cabría decir del FPÖ cuando entró Haider. Las características de estos partidos serían, un cuidado extremo en desvincularse de cualquier modelo histórico, considerar solamente la posibilidad de estructurar y apoyar a gobiernos de derecha, hurtándoles de la tentación centrista. En España actualmente, el residuo de esta corriente sería el PADE, escisión del PP, sin olvidar que algunos elementos que participaron en la fundación de AP podían considerarse también de esta corriente (Martínez Esteruelas, Licinio de la Fuente, etc.). El éxito de esta corriente en España puede medirse por las dimensiones del PADE actual…

 

d) El partido histórico [modelo 4]

Desde 1945, a pesar de la derrota de las fuerzas del eje, algunos de sus partidarios no renunciaron a asumir otra fisonomía exterior y, a pesar de las prohibiciones legales existentes en Italia, Alemania y Austria, se organizaron con la misma imagen y fisonomía que habían tenido siempre. En España, por las circunstancias propias del franquismo, se produjo una evolución completamente distinta. Falange Española siguió actuando políticamente como parte del “partido único” y, al mismo tiempo, algunas fracciones “disidentes del Movimiento” (en la nomenclatura de la época) prosiguieron con los mimos hábitos, formas, rituales y nomenclatura de la pre-guerra. Esto se ha mantenido hasta nuestros días. De hecho, ha existido una contradicción entre la situación europea (en donde el “modelo histórico” ha sido residual) y la situación en España (en donde el “modelo histórico” ha sido mayoritario hasta finales de los años 70). Resulta evidente que en las actuales circunstancias los “modelos históricos” en este momento son lastres que desvían lo esencial de las discusiones hacia terrenos que nada tienen que ver con la actualidad.

 

2. El Frente Nacional [modelo 5]

Empecemos por afirmar algo que puede parecer paradójico: el Front National, hablando con propiedad, no es un “frente nacional”, sino un partido unitario. Lo fue solamente en el primer año y medio de existencia cuando Alain Robert, secretario de Ordre Nouveau, lanzó la idea de agrupar a “nacionales y nacionalistas”, dentro de un “frente”. La llamada fue dirigida especialmente a Jean Marie Le Pen y la pequeña formación que dirigía, así como al GUD que no era sino el grupo estudiantil de ON. Cuando el gobierno francés aprovechó incidentes provocados por la extrema-izquierda para disolver a la LCR y a ON, ahí acabó la estructura frentista del FN. A partir de ese momento, se trató de un “partido unitario” que, en algún momento, tuvo “tendencias” internas, sin que aparecieran como tales en congresos. Un “frente” es otra cosa: es una unión de grupos convergentes que aceptan adoptar la misma estrategia y adoptan un mismo programa político. Frente Nacional sería, por ejemplo, el “Frente Nacional por la Argelia Francesa” (en 1960), el Fronte Nazionale del Comandante Borghese formado por distintos grupos italianos a finales de los 60, las iniciativas Alianza Nacional del 18 de Julio en 1977 y la Unión Nacional en 1979. Para que un “frente” tenga la más mínima viabilidad, precisa que todas sus fracciones o al menos alguna de ellas, se encuentren en período de crecimiento. Si no se da esa circunstancia, resulta difícil que logre cristalizar.

 

3. El partido activista

Han existido siempre, fundamentalmente estructurados por jóvenes. Algunos han logrado tener cierta cualificación política y en otras no ha pasado de ser una aventura de adolescentes. También ha ocurrido que tuvieran una deriva terrorista. En los años 60 y 70 estos grupos recibieron el nombre de “extra-parlamentarios”, indicando su desprecio por las instituciones y su desconfianza por los mecanismos representativos, así como su intención de combatir a las instituciones. Se trata de grupos de escasa entidad numérica y una débil implantación territorial que suplen mediante un activismo frenético y difícilmente sostenible a medio plazo. Con el repliegue a lo personal y el desinterés creciente por la política que se produce a partir de los años 80, los grupos activistas han ido desapareciendo progresivamente, salvo como anécdota. El rasgo esencial de este tipo de gropúsculos es el maximalismo en cuanto a los objetivos y a las propuestas, un radicalismo extremo, poco comprensible para la población y una orientación fanáticamente antiyanqui que les lleva a considerar “aliados” a cualquier partido de cualquier parte del mundo que mantenga posiciones del mismo tipo. En España, hay muchos candidatos para ocupar esta franja, pero, sin duda, en la temporada 2006-7, AN es el arquetipo. De todas formas, para extremar el análisis, también es posible clasificarlos en tres categorías:

 

a) El “partido degradado” [modelo 6]

Parafraseando las categorías de la administración norteamericana para catalogar a los países hostiles, podemos decir que existen “partidos frustrados” y “partidos canallas”: los primeros serían aquellos partidos que nacieron con vocaciones de convertirse en “algo serio”, pero que se quedaron por el camino. O bien, partidos que avanzaban y, bruscamente, caen en manos de aventureros sin escrúpulos o de individuo que de política no entiende ni la “p”. Son los casos de la DN de Canduela o de La Falange de Andrino.

 

b) El “partido inmaduro” [modelo 7]

Existen partidos que no todavía no han alcanzado el grado de maduración suficiente como para poder ser tomados en consideración. Cuando un “partido inmaduro”, permanece mucho tiempo en ese estadio, pierde la posibilidad de avanzar, demuestra su incapacidad para completar aquellos elementos que le faltan para ser considerado “partido maduro”. Cuando un partido permanece durante más de siete años en ese estadio (lo que implica participar en dos ciclos electorales) pasa del estadio de “inmaduro”, al de “frustrado”.

 

c) El “partido radical” [modelo 8]

Es el que basa todo su programa en un maximalismo revolucionario que lo hace sensiblemente diferente de cualquier otro. En el caso italiano, en este momento tenemos distintos aspirantes a ocupar esta plaza, de la que, sin duda, Forza Nuova es el más firme candidato, a corta distancia del Fronte Sociale Nazionale. No se trata de una catalogación “doctrinal” o “ideológica”, sino fundamentalmente “programática”. Existe un deseo de elaborar una “ideología cerrada” a partir de la cual se inicie un crecimiento progresivo, lento y durante un período indefinido, asentado siempre sobre bases ideológicas y programáticas precisas. El MSR sería otra formulación de este modelo.

 

4. La Plataforma Cívica

El primer despunte de una plataforma de este tipo se produjo en las elecciones generales holandesas de 2002, cuando emergió el fenómeno Pym Fortuyn. En España, la Plataforma per Catalunya e Iniciativa Habitable se aproximan a esta formulación. Se trata de partidos surgidos ya en el siglo XXI y que, por tanto, cuando tienen éxito es que han sabido interpretar la situación histórica del momento y se han mostrado capaces de aislar los grandes riesgos y las necesidades de una parte sustancial de la población. Se trata de partidos “monotemáticos”, parten de un solo fenómeno para ser extremadamente claros y concisos en las propuestas que presentan a la sociedad. El problema que identifican es el de la inmigración. Además, son conscientes del descrédito de la clase política y de los modelos de partido surgidos con posterioridad a 1945 (en España 1975), no aspiran a tener la misma estructura ni configuración, sino que, en realidad, son un “anti-partido” que desafía los modelos tradicionales. Esto atrae la atención de los medios y la opinión pública sensible al tema preferente utilizado por este modelo. Se presenta bajo la configuración de “ciudadanos que acuerdan unirse ante un problema concreto”. Existen dos tipos:

 

a) El “partido-flash” [modelo 9]

Partido monotemático, basado en la unión de ciudadanos libres para combatir el problema de la inmigración masiva. Irrumpe con un tiempo muy breve de preparación, sin grandes medios, pero con ideas nuevas, responde a las condiciones de un momento dado, busca un hueco a perforar entre las opciones tradicionales y cuando lo encuentra experimenta un éxito inmediato que lo sitúa entre las “opciones que cuentan”. Es el caso de Ciutadans y de la aparición de la PxC en Catalunya. Habitualmente, se caracteriza por ser duro y radical en las propuestas, y moderado en las formas. Esa combinación encuentra eco entre los electores a los que va dirigido el mensaje. Si el partido-flash quiere prolongar y ampliar su influencia, poco a poco, va a tener que ir ampliando sus propuestas, forjando unos principios doctrinales y un programa político.

 

b) El “partido-plano” [modelo 10]

Es una plataforma cívica (u ocasionalmente un partido convencional) en la que los rasgos diferenciales y la “personalidad” del partido están muy atenuados. Se busca moderación en las propuestas, moderación en las formas, moderación en el lenguaje, moderación en el programa, moderación en la formulación de soluciones, moderación en las intervenciones públicas, etc… finalmente, la opción resulta tan gris, que no suscita el más mínimo entusiasmo ni interés por parte de su clientela natural. De ahí que se le llame “partido-plano”: no destaca en nada, adolece de falta de rasgos diferenciales e “ilusionantes”. Todo parece marketing y concesiones a lo políticamente correcto. Son los republikaner posteriores a la dimisión de Schonhübber, es el partido formado por Haider tras escindirse del FPÖ, es la Plataforma Pym Fortuyn posterior al asesinato de su fundador, etc. Y, en España, el PADE inmediatamente posterior al haberse escindido del PP, es la muestra de un partido que, al carecer de rasgos diferenciales, le resulta imposible reivindicar un espacio propio que le corresponda de forma indiscutible.

¿PATRIOTISMO, SOCIAL-PATRIOTISMO, IDENTITARISMO? POR UNA DEFINICIÓN ADECUADA DEL “AREA”

¿PATRIOTISMO, SOCIAL-PATRIOTISMO, IDENTITARISMO? POR UNA DEFINICIÓN ADECUADA DEL “AREA”

Existen problemas de definición en nuestra área. No somos capaces siquiera de definirla. Hemos utilizado distintas palabras, conceptos, incluso eufemismos para definir nuestra área, pero, con escasa fortuna. Algunos incluso han renunciado a las definiciones, sobre la base de que contra más se definen las fronteras de un fenómeno, menos espectro de militancia se abarca. Y, sin embargo, en nuestra opinión es rigurosamente necesario saber quiénes somos.

En primer lugar es preciso establecer un concepto: el de “área”. Un “área” es un espacio en propiedad, diferenciado de otros espacios. Así pues, lo que se trata es de definir un “área”, sus fronteras y sus rasgos diferenciales en relación a otras zonas.

1. Definiciones incompletas

Se suele decir: “nuestra área es el área patriótica”. Esta definición no es ni correcta ni completa. Fundamentalmente, por dos motivos:

- existen “patriotas” en otras áreas políticas. No podemos aspirar a representar la única forma de patriotismo. Una actitud así ni es creíble ni asumible para la sociedad española. Hay patriotas en todas las formaciones políticas… a pesar de que esas formaciones políticas no sean específicamente “patrióticas”. Por ejemplo, buena parte del PSOE en el País Vasco (el PSE) sostiene algunos aspectos “patrióticos” que le hacen rechazar la política oficial del PSE. Así mismo, no hay que olvidar que buena parte del movimiento ciudadano de repulsa al terrorismo ha surgido, al menos en el País Vasco, de las filas del PSE.

- para definir nuestra área como “patriótica”, sería necesario antes definir exactamente lo que quiere decir y lo que implica el “patriotismo” hoy y realizar distinciones que no están suficientemente claros para la mayoría entre “patriotismo” y “nacionalismo”. El “patriotismo” en el siglo XXI no puede ser de la misma naturaleza que en el siglo XX cuando fue definido por la Generación del 98. El problema es que el patriotismo español no ha sido redefinido en una situación que no se parece en nada a la de 1898 y a los primeros años del siglo XX.

Así pues, no procede llamar a nuestra área, simplemente “patriótica” por las evidentes ambigüedades y limitaciones del concepto y por su inactualidad. Para poder hacerlo sería preciso abordar la tarea titánica de redefinir el patriotismo español y lo que implica.

2. Definiciones inconvenientes

Cuando a una ambigüedad se une otra, ocurre que la sinergia negativa entre las definiciones contribuye a generar indiferencia, ironías u hostilidad en relación al “área”.

Por ejemplo, cuando definimos el “área” como “social-patriótica”, lo que estamos haciendo es sumar dos limitaciones: porque si el concepto patriótico, merece ser revisado y actualizado, el concepto “social” no es menos ambiguo y puede querer decir cualquier cosa y su contraria. Y no digamos si, en un intento de afinar un poco más la definición, incorporamos a “social”, el sufijo “ista”… “socialista”. Entonces si que ya estamos perdidos en un mar de confusiones con opciones políticas ya existentes y con gran peso en la sociedad española. La pretensión de defender un “verdadero socialismo” y de que éste mensaje sea reconocido como tal, implicaría que el “falso socialismo” es inexistentes o reducido a la mínima expresión y se puede competir con él. Y no es así. El PSOE se sigue llamando “partido socialista”, no “socialdemócrata”, ni “laborista”, sino “socialista” y así es percibido por toda la sociedad española que no habla nunca de ZP como “socialdemócrata”, o nada por el estilo… sino como “secretario general socialista”.

Así mismo, hay otra definición que puede considerarse inconveniente, al menos desde el punto de vista intelectual: la de “nacionalista”. Es cierto que, especialmente en Francia, se utilizan los términos “nationaux” y los “nacionalistas” (respectivamente “nacionales” y “nacionalistas”, moderados los primeros y radicales los segundos) para definir “área” y “subárea” y que en otros países estos términos se utilizan con cierta frecuencia. Pero esto no puede hacer olvidar algunas cosas.

En la tradición política falangistas, José Antonio Primo de Rivera, atacó en algunos de sus ensayos al “nacionalismo”. En realidad, éste es hijo de la Revolución Francesa y del jacobinismo que allí emergió. No es un concepto inocuo sino que va unido a una economía liberal, a la hegemonía de la burguesía, a la uniformización de la nación que resta valor a los hechos regionales (y, por tanto, genera una reacción en este frente), y a la ruina de las monarquías tradicionales anteriores. En este sentido, es significativo que el Front National utilice en sus actos las banderas regionales de Francia como tributo a la tradición anti-revolucionaria de la “derecha” francesa. Sin embargo, aquí en España, sería inconcebible que se utilizaran las banderas de Extremadura, Andalucía, País Vasco como si se tratara de “banderas regionales”… simplemente porque no lo son. La ikurriña es la bandera del PNV que no tiene gran cosa que ver con los escudos de los señoríos de Vizcaya, de Álava o de Guipúzcoa.

A esto hay que añadir el hecho de que en estos momentos en España, cuando la voz popular alude a “los nacionalistas”, se esté refiriendo exactamente a los partidos nacionalistas periféricos. Una vez más, estamos inmersos en el reino de la confusión. A la inadecuación del “concepto” nacionalismo, se una la confusión con otras opciones políticas.

3. Definiciones confusas

Cualquier definición incompleta es inevitablemente confusa. Pero cualquier definición excesivamente compleja y de la que alguna parte ha quedado desfasada, no es menos confusa.

En los años 30, Ramiro Ledesma definió lo esencial del “nacional-sindicalismo”, en un momento en el que la CNT, es decir, el “anarco-sindicalismo”, era la fuerza social hegemónica en buena parte del país. Ramiro Ledesma intentó “nacionalizar a las masas” de la CNT. Esta estrategia –que en realidad nunca llegó a buen puerto- condicionó y determinó el nombre de la ideología que Ledesma y Primo de Rivera, dieron a sus formaciones políticas. En los años 30, todo esto podía tener cierta lógica, pero no en la primera década del siglo XXI, cuando la CNT es un residuo y el sindicalismo un fenómeno, en sí mismo, esclerotizado e inadaptado la realidad actual del país.

Así mismo, en la perspectiva de los años 30, cuando media Europa registraba la presencia de Estados fascistas o semi-fascistas y la democracia liberal era cuestionada tanto por la derecha como por la izquierda, era posible aludir a otro modelo de Estado que no fuera el liberal-democrático y es por ello por lo que, los teóricos del Nacional-sindicalismo de la época, se preocuparon por definir con detalle los rasgos del “Estado Sindical”. Pero lo que tenía lógica en los años 30, dejó de tenerla a partir de 1945. Lo que no fue óbice para que el único avance relativo de la teorización falangista de postguerra (y hasta 1976, cuando se detiene por completo) sea en torno al “Estado Sindical”, a sus estructuras y a su política.

El contraste ente las precisiones de la definición y su inadecuación a la realidad histórica, han convertido a la definición “nacional-sindicalista” en confusa.

4. Definiciones difusas

Algunos aspiran a definir el área como “católica”, o “inspirada en los valores católicos”. Caemos en esta ocasión en otro problema: ¿cuáles son esos valores católicos? ¿dónde empiezan los valores católicos y dónde lo hace el dogma religioso?

Una definición de este tipo era válida hasta la transición cuando el número de fieles que acudían a las iglesias y el número de seminaristas, empezó a reducirse sin interrupción hasta nuestros días. Lo que no era real en la España de los años 30, lo es hoy: “España ha dejado de ser un país católico”… o al menos de mayoría católica.

A esto se unen las diferentes concepciones del catolicismo con sensibilidades muy distintas que oscilan entre la izquierda progresista y la extrema-derecha ultramontana, existiendo entre medio un número abultado de opciones.

La Iglesia ha rechazado definir opciones políticas desde hace décadas. Incluso hoy, la Democracia Cristiana (inexistente en España), se encuentra en franca pérdida de vigor, y no es otra cosa más que una opción de “centro”, sin mayor nivel de definición.

Así pues, cuando se recurre a la definición “católica”, puede ocurrir que se “queda corta” o que “se pase”. Se “queda corta” cuando es una forma atenuada de democracia cristiana y “se pasa” cuando recurre al dogma religioso para contribuir a definir su programa político. Si el primer caso es el de la democracia cristiana, el segundo fue el de Fuerza Nueva y, en parte todavía, el de AES.

5. La definición identitaria como concepto a retener

Creemos que es indiscutible considerar a la inmigración como el problema más grave que afronta nuestro país en este momento. Es, a partir de este problema, que debe articularse una respuesta a dos niveles: doctrinal y político.

Desde el punto de vista político se trata, simplemente, de crear una plataforma cívica lo suficientemente amplia y efectiva como para responder al problema.

Desde el punto de vista doctrinal se trata de elaborar unos principios coherentes que respondan al gran problema de nuestro tiempo. Y ese problema es identitario, no es de otra naturaleza. Defendemos un modelo identitario que vemos amenazado por otros modelos identitarios que pertenecen a otras latitudes. Es así de sencillo.

Desde este punto de vista existen dos vías:

- la de partir del “patriotismo” para justificar el rechazo a la desfiguración de nuestra identidad. Lo que lleva a tres actitudes: desconfianza hacia Europa, rechazo a los nacionalismos periféricos y búsqueda de las raíces de España en la doctrina del 98.

- la de partir del fenómeno de la globalización y de su factor más dramático, la inmigración masiva, para definir tres niveles de identidad: la Europea (nueva dimensión “nacional”, de carácter metahistórico), la Española (identidad tradicional forjada a lo largo de siglos) y la Regional (dependiendo del lugar de nacimiento). Experimentadas y vividas en distintas dimensiones, una alternativa política, hoy, no puede desconocer ninguno de estos tres niveles identitarios.

La segunda opción, desde el punto de vista político, resulta mucho más eficiente: evita los tópicos de los que se ha alimentado la extrema-derecha española en los últimos cien años. Estos tópicos, en el fondo, han sido neo-jacobinos, importados de la Francia revolucionaria, cuando aquí teníamos una concepción tradicional y foralista muy superior que, de haber persistido, habría sustraído espacio a los nacionalismos periféricos.

Así pues, el concepto a defender es el “identitario”, asumiendo la existencia de estos tres niveles de identidad: Europa, la Nación y la Región, no son conceptos aislados entre sí. Nuestras raíces son europeas, nuestra historia nos determina como “españoles”, nuestro lugar de nacimiento hace que estemos arraigados en una región concreta. Así pues, estos tres niveles existen, son vividos en mayor o menos medida, pero son, así mismo, necesarios para una reordenación de la Europa del futuro. Y, así mismo, la revisión del patriotismo español no puede prescindir de estos tres elementos.

Así pues, la primera definición que podemos realizar de “nuestra área” es que se trata del “área identitaria”. La definición identitaria es la que mejor responde a las exigencias de una definición política realizada desde un punto de vista actualizado.

En sucesivas aportaciones iremos completando este orden de ideas.