EL CONGRESO DE LA FALANGE DE ANDRINO. REFLEXIONES SOBRE COMO NO HACER UN CONGRESO
El pasado 28 de octubre, tuvo lugar el congreso de La Falange (sector Andrino), uno de los cinco o seis en los que se encuentra dividido el movimiento falangista. Dicho congreso, no aportó grandes novedades en ningún terreno y si lo hemos sacado a colación es sencillamente por las enseñanzas negativas que se desprenden de su organización y conclusión. Veamos. No tenemos particular interés en esta fracción falangista, así que nos vamos a limitar a utilizar, como siempre en estos casos, el propio material publicado en la web de este grupo, para desprender una serie de conclusiones.
Un congreso breve y fugaz
Dice el comunicado: “El pasado 28 de octubre de 2006, a las 10:00 h.; de acuerdo con lo emanado en la Junta Política del 14 de enero de 2006, y de la Comisión Gestora resultante, se procedió al inicio del Congreso Nacional de Militantes de FE - LA FALANGE”. Un poco más adelante, nos enteramos que el congreso siguió: “Sobre las 13:00 h.; se procedió al aplazamiento del Congreso, hasta después del almuerzo. Aproximadamente a las 16:30 h. se retoma para elegir a la nueva Jefatura Nacional y a la nueva Junta Nacional de FE - LA FALANGE”…
Hay algo en todo esto que no deja de ser sorprendente. Un congreso que se inicia a las 10:00 horas y termina a eso de las 17:30, con un aplazamiento de 13:00 a 16:30, es decir, de ¡tres horas y media para comer!, es un congreso que apenas dura entre 4 y 5 horas. Si tenemos en cuenta las vicisitudes de este grupo previas al congreso y su ruptura con la fracción de Cantalapiedra, podemos preguntarnos ¿es posible en 4 ó 5 horas aprobar los documentos necesarios para poner en marcha un “partido”. Evidentemente no.
En ese tiempo, lo único que puede hacerse es abrir el congreso, presentar las delegaciones, dar el discurso de apertura y poco más. ¿Y los documentos a debatir y aprobar? ¿y las resoluciones estratégicas? ¿y el informe del secretario general? ¿y la intervención de los delegados? Cero, da la sensación de que todo eso está ausente, entonces ¿para qué convocar un congreso? Veamos.
Congreso monotemático: elegir al “jefe nacional”.
Este congreso, empieza y termina con la elección de Andrino como jefe nacional y de una nueva junta nacional. Eso es poco: en realidad, eso no es nada. Y no es nada, justamente, porque no va acompañada de ponencias políticas, estratégicas, programáticas y ni siquiera por informes de gestión.
Esta es una de las razones de la esterilidad de este tipo de partidos y el motivo por el cual se fraccionan hasta el infinito: siempre tienen una irreprimible tendencia a ponerse en marcha sin antes haber definido objetivos, ideas, estrategias y medios. El resultado es, inevitablemente, el mismo: dado que se eligen personas, cuando en realidad hay que elegir opciones encarnadas en personas. Pero la militancia se adhiere a personas sin importarle las ideas que puedan defender. Luego ocurre que, cuando las ideas no coinciden con lo que la militancia se hace de lo que hay que defender, se produce la enésima rotura interior.
Es curioso que en la web de esta fracción falangista, no se aluda, en momento alguno a los contenidos políticos e ideológicos del congreso. Se dice, por ejemplo: “El mismo [Andrino], dio comienzo con una clara exposición de la situación actual de LA FALANGE, comentado por Santiago Casero. A continuación se procedió a la lectura y posterior votación de las distintas ponencias allí expuestas”… ¿ponencias? ¿cuáles? ¿dónde están? ¿cuáles son? ¿dónde puede accederse a ellas? ¿Es que en ese partido no se enteran de que estamos más interesados todos –y sus militantes deberían ser los primeros interesados- en las ideas que en las personas y que las personas solamente tienen valor según las ideas que defienden? Los dirigentes de esta fracción no parecen opinar lo mismo: las ponencias son secretas, inaccesibles, resulta imposible calibrar las orientaciones de este grupo, realizar un análisis pormenorizado de sus temas y saber, en consecuencia, si estamos más cerca o más lejos de ellos y, finalmente, entender porqué se produjo la escisión del grupo de Canduela y comprender por qué ha nacido este grupo.
La función de los congresos
Los congresos de los partidos políticos tienen cuatro funciones básicas, por este orden:
1.- informar a los afiliados de la situación del partido: numero de militantes, situación económica, informe de la gestión de la junta y del secretario saliente, etc.
2.- renovar los documentos básicos del partido, adecuarlos a la realidad cambiante y, particularmente, actualizar la estrategia y el programa del partido.
3.- elegir mandos del partido según los plazos y las condiciones previstas con los estatutos.
4.- aprovechar el evento para proyectar la imagen del partido sobre la opinión pública mediante los medios de comunicación.
Parece que en este congreso solamente se han tratado los puntos 1 y 3. Para todo lo demás faltó tiempo y, seguramente, material.
Además, los militantes tienen el derecho (y la organización el deber) de facilitar los documentos a debatir ANTES de la celebración del congreso, para que la militancia llegue allí con las ideas claras y sabiendo exactamente lo que se va a debatir. Esto no suele ocurrir en la mayoría de los congresos “patrióticos”: simplemente, cuando se inaugura el congreso, se suele dar a los asistentes una carpeta con cuatro folios y unos textos poco rigurosos que son aprobados sin gran discusión.
Esto hace que la militancia no conozca, prácticamente, lo que vota. En todo congreso, la ponencia política es la fundamental por que va a ser la línea que adopte el partido en los dos años siguientes. Se supone que la dirección de un partido no es libre para adoptar la línea política de manera caprichosa, sino que debe hacerlo en función de los documentos y de la línea aprobada en el congreso. No respetar la línea del congreso o traicionar los fundamentos del partido, es motivo de revocación de la dirección, o debería serlo.
Insistimos: lo importante en un congreso es elegir líneas políticas en primer lugar y luego rostros que las encarnen. No al revés.
Los congresos están para clarificar líneas, no para sacar fotos
En general, los congresos de los partidos tienen interés en la medida en que clarifican líneas políticas. Después del encuentro de Viterbo en el campo de verano de Forza Nuova (Italia), Andrino se comprometió a establecer pactos con DN. Es lógico que en este congreso se hubiera ratificado esta opción por las bases del partido. Sin embargo, en el momento de escribir estas líneas, todavía resulta imposible saber cuál va a ser la política de alianzas de esta fracción falangista, incluso si va a existir voluntad de aproximarse a algún grupo.
Todos son dudas, ambigüedades, vaguedades, y poco más. Sorprendentemente, en lugar de aportar clarificación en la línea política, este congreso falangista, ha tenido como virtud el convertir en más ininteligible el futuro de este partido. Todo esto no parece serio. No es serio. Ni es asumible cuando llevamos ya treinta años de democracia, tiempo más que suficiente como para que partidos que existen desde las profundidades de la transición, sean capaces de saber lo que es un congreso y de convocar un congreso digno de tal nombre.
La nota del congreso es particularmente breve. Se da mucha más importancia al listado de nombres que compondrán los nuevos organismos de dirección, que los contenidos que informarán a la fracción esta nueva etapa. Esto ya de por sí elocuente. Así que debemos de volver a la nota informativa colocada en la web de este grupo para darnos cuenta de los elementos que se priorizan. Las dos últimas frases de la nota son: “El Congreso Nacional de Militantes de LA FALANGE, finalizó entonando el Himno de La Falange, el cara al sol”... como era de prever, naturalmente. Total, si los socialistas cantan la internacional que tiene 130 años, ¿por qué esta fracción falangista no va a cantar brazo en alto una canción de los años 30? y si seguimos por ahí, es evidente que un partido falangista ortodoxo ya tiene suficiente con las obras completas de José Antonio y los 27 puntos para obviar cualquier otro documento doctrinal o político… Ironizamos, por supuesto, esto es como si Llamazares saliera a las próximas elecciones enarbolando el Manifiesto del Partido Comunista redactado por Marx y Engels hace ahora ciento cuarenta años. Inadmisible, irreal y la madre de todos los fracasos.
Pero la última línea de la noticia sobre el congreso es también significativa. La reproducimos, es un link que por única indicación puede leerse: “VER REPORTAJE FOTOGRÁFICO >>>”. Una imagen vale más que cien palabras, desde luego. Pero con imágenes no se construye un partido: hacen falta definiciones, compromisos, líneas claras y sobre todo análisis político. Eso, o el fracaso está cantado. ¿Cómo? ¿qué esta fracción no tiene nada de todo eso? Bien, eso indica muy a las claras que van hacia la esterilidad política.
Así, camaradas, no se hacen los congresos, por lo menos, así no se hacen los congresos serios.
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