LAS ELECCIONES CATALANAS O EL CARACOL PARALÍTICO. ANTICIPACION DE UN FRACASO ANUNCIADO
Desde que el tripartito sumió a Catalunya en una convulsión permanente, era evidente que iban a convocarse elecciones anticipadas, como mínimo dos años después del viaje de Carod-Rovira a Perpignan. Pero nuestro ambiente no ha trabajado para obtener un resultado en estas elecciones sino en los últimos 30 días. El resultado global es previsible. Nuestro ambiente en Catalunya no va a paso de caracol, simplemente el caracol se ha paralizado.
Tres candidaturas, tres, para un fracaso.
Mientras en nuestro ambiente la mentalidad dominante siga pensando que lo importante es “participar”, en lugar de obtener resultados, los votos no nos acompañarán, ni juntos, ni por separado. Las elecciones catalanas han registrado la presencia de tres candidaturas. Las tres han partido a la campaña con medios extremadamente limitados y sus resultados serán extremadamente menguados.
La primera candidatura es la que agrupa a AES y a DN, promovida por la amistad personal entre los dos representantes de estos grupos en Catalunya: Ignacio Mulleras y Garriga Nogués. Mulleras, hay que decir, que es el último miembro fundador de DN que queda en el partido. Siempre se ha caracterizado por ser más “franquista” que “autonomista histórico” (a recordar el acto del 1º de mayo de 2004 en Madrid, cuando hizo profesión de fe franquista ante unos militantes de DN alucinados y confundidos). Todo esto ha facilitado el acuerdo.
Pero AES se equivocaría si pensara que DN es así en el resto de delegaciones. Mulleras es un caso aparte en DN. Además, tanto la delegación de AES como la DN en Catalunya son muy pequeñas, están reducidas a la mínima expresión y, además, en DN se da la circunstancia de que todos, incluido, Mulleras, prefieren pasar desapercibidos y no encabezar listas electorales ni nada por el estilo que pudiera hacer peligrar su situación laboral.
Así, no es de extrañar que el cabeza de lista por Barcelona, Gómez Rovira, ni milite en AES ni en DN, ni en lugar alguno e incluso que haya estado separado de toda actividad política en los últimos 15 años. Nada realmente, si tenemos en cuenta que el segundo “gran nombre” de la candidatura, un tal Agustín Castejón Roig, hace 20 años que desapareció de cualquier actividad política. O que otros nombres –Mateu Argerich- proceden de lo más granado del integrismo ultramontano. Una candidatura, en definitiva, irrelevante, contradictoria y en el que los menguados militantes de ambas organizaciones harán una campaña reducida a enviar 3000 sobres con papeletas y poco más. Tres mil votos en el mejor de los casos y dos mil en el peor, son los límites, verdaderamente modestos sino ridículos, de esta candidatura.
La segunda candidatura era otra coalición: “Españoles Bajo el Separatismo”, nombre atrabiliario y verdaderamente pintoresco que ya utilizó en otro tiempo Luís Antonio García Rodríguez, impulsor de otro partido no menos atrabiliario y pintoresco, que atendía al nombre de ENE… o “Estado Nacional Europeo”, cuyo símbolo es, pura y simplemente, una svástika. Se diría que estamos en pleno surrealismo a tenor de estos nombres. Bien, el caso es que EBS, en esta ocasión estuvo impulsada por el “Frente Democrático Español”… y esto también es curioso. Da la sensación de que contra más pequeño es un grupúsculo, adopta un nombre más ampuloso.
A nadie se le oculta que el FDE es, como máximo un círculo de entre dos y cuatro personas, que muy difícilmente puede ser llamado “partido”, sino como máximo subgrupúsculo. Lo sorprendente es que decidiera presentarse a las elecciones. En las semanas antes de las elecciones, su impulsor visitó a todos los partidos y asociaciones posibles en busca de medios y nombres para completar las listas, pero no fue sino España 2000 quien decidió apoyar a esta candidatura de forma demasiado apresurada: si no hay candidatos suficientes para completar una lista, es que esta lista no tiene arraigo y si no hay arraigo resulta imposible incluso obtener más votos que candidatos. Finalmente, la lista se cayó por imperativo legal, cuando ya La Falange de Cantalapiedra había acordado prestarle su apoyo.
La tercera candidatura es la del MSR, un partido que considera una cuestión de principios presentarse… para perder. Entre 1000 y 1200 votos, es el techo electoral de esta formación, incluyendo el habitual error técnico. Poco, muy poco, que debería hacer pensar a este grupo sobre su trayectoria y sobre lo que representa eternamente el mero hecho de presentarse, para quedar inevitablemente en las profundidades de la clasificación electoral.
El autismo eterno e inevitable o la marcha del caracol
El acto del 12-O fue tan modesto como los que se han celebrado en los últimos 20 años en Barcelona. Poca gente, algo de lluvia, parlamentos “enérgicos” a los que pocos prestan atención y, finalmente, problemas en el interior de AES, a la vista de que a sus militantes les había tocado bregar con “paganos, demócratas y neonazis”. El número 3 de AES cayó de la candidatura, como preludio de la crisis interior de una alianza contranatura. Y esto es solo el principio.
AES era poco conocida en Catalunya. DN solo algo más, aunque sus resultados siempre habían sido muy modestos. Pero lo que resulta absolutamente desconocido es una sigla nueva “Adelante por Catalunya”, improvisada mes y medio antes de las elecciones. Y luego, alguien se quejará de los resultados.
Los dos grupos que han permanecido en la carrera electoral, encontrarán argumentos para presentar los resultados como un “avance” (“modesto, pero al fin y al cabo, avance”), indicando con ello el peor conformismo posible: el aceptar el ritmo de marcha del caracol.
Pactos atados con alfileras, entre siglas con poca gente detrás, en lugar de una sola organización con un solo mando.
Programas ambiguos realizados para satisfacer las obsesiones de ambas partes, pero sin atender a las necesidades reales de la población.
Dirigentes con siglas y sin bases que prefieren no dar la cara y “líderes”, sin siglas, ni partido, ni ideas, que quieren –aunque sea lo último que hagan en sus vidas- ser venerados como “primero y último” de la lista.
Medios económicos a la altura de partidos subdesarrollados del África Subsahariana, justamente porque nadie cree en ellos (a nadie le gusta jugar y perder).
Esperanzas ingenuas que se desvanecerán en la primero hora del recuento y sumirán en la vergüenza a sus siglas cuando se conozcan los resultados al día siguiente.
Todo esto son, finalmente, los motivos por los que estas elecciones no aportarán nada, sino un nuevo fracaso a las partes presentadas. No albergamos la más mínima esperanza en que alguno de estos grupos reflexione sobre lo que ocurrirá el día 1. Tan solo aspiramos a que ningún militante más se comprometa en estas aventuras irreflexivas que no valen el más mínimo esfuerzo.
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Lector -
Garriga Nogués era el nombre d un banco ya desaparecido. El presidente en Cataluña de AES es Mateu Argerich.