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e l C a r a c o l

REFLEXIONES CRITICAS

ALCORCON O LA RESPUESTA A LA INMIGRACION EN ESTADO INFANTIL…

ALCORCON O LA RESPUESTA A LA INMIGRACION EN ESTADO INFANTIL…

Lo sucedido en Alcorcón en la última semana es significativo de la respuesta que la sociedad española está dando a la inmigración masiva e ilegal y a sus efectos colaterales. Estudiar lo que ha sucedido en Alcorcón evidencia un estado de ánimo que todavía no ha cristalizado en opción política y, por tanto, muestra síntomas de confusión e infantilismo. Este es nuestro análisis de lo ocurrido en Alcorcón, extrayendo las consecuencias necesarias para la cristalización del movimiento anti-inmigración en una formación política.

CUANDO LA PRENSA NO ENTIENDE NADA

Ayer mismo pudimos ver sorprendidos como “El Buscador” de Tele 5, en riguroso directo, desplazaba a tres equipos (dos de ellos especializados en prensa del corazón y noticias del colorín), esto es, a doce personas para cubrir una información de la que no entendían absolutamente nado de lo que estaba pasando. Pudimos ver, sorprendidos, como los reporteros informaban de que “no se ven bandas ultras, ni gente con estética skin”… justo en el momento en que una frase en la parte inferior de la pantalla anunciaba: ”Manifestación de extrema-derecha en Alcorcón”.

Otros medios de comunicación no han hecho mejor su trabajo. A decir verdad, hemos estado ante una campaña de desinformación involuntaria, pero no por ello menos real, que ha demostrado la eficacia del sistema paralelo de blogs y webs, ante la falta de actividad de redacciones que han enviado a Alcorcón a sus becarios.

Nos ha llamado la atención que ningún canal, ni, hasta ahora, ninguna radio, ha estado en condiciones de interpretar y sintetizar lo ocurrido en Alcorcón en la última semana…

PERO ¿QUÉ HA OCURRIDO ESTA SEMANA EN REALIDAD?

Lo que ha ocurrido en Alcorcón es relativamente simple de resumir a condición de que se haya seguido puntualmente la evolución de los hechos:

1.- Un problema generado por las bandas latinas que genera una respuesta visceral entre los jóvenes de Alcorcón provocándose una riña tumultuaria el sábado 20, en la que no participa ningún elemento de extrema-derecha.

2.- Una respuesta a través de SMS y de Internet, por parte de algunos exaltados de extrema-derecha, incapaces de entender que en ninguna población gusta que venga gente del exterior como “redentores” y que quieren evitar ser ganancia de pescadores en el río revuelto…

3.- La llamada de ayuda de los elementos “antiglobalización” y extrema-izquierda de Alcorcón ante la “invasión fascista”, movilización realizada a través de foros de Internet y que ha durado toda la semana.

4.- La llamada al orden por parte de España 2000 para evitar agravar la situación de Internet, llamando a no dejarse arrastrar por provocaciones y a no perder de vista el hecho real: la delincuencia latina en Alcorcón.

5.- Una semana en la que los medios de comunicación van anunciando que el fin de semana puede ocurrir cualquier cosa en Alcorcón, incluidos enfrentamientos entre extrema-derecha, extrema-izquierda, bandas latinas, hinchas de fútbol y vecinos de Alcorcón. Los medios siempre han ido a desfase de la realidad y retrasados en relación a ella.

6.- El ayuntamiento de Alcorcón, las autoridades de la Comunidad de Madrid y la Delegación del Gobierno que demostraban intención en engañar a la opinión pública, alegando que en la ciudad no actuaban bandas latinas, ni existía racismo, ni aumento de la delincuencia.

7.- Para atenuar tensiones, las asociaciones de comerciantes, desconvocaron manifestaciones y protestas que tenían convocadas para el jueves.

8.- Para generar tensiones, a partir del martes, el Sindicato de Estudiantes (controlado por “El Militante”, grupo neo-trostkysta) distribuyó panfletos convocando acciones anti-fascistas para el sábado en los institutos de Alcorcón.

Y ¿QUÉ OCURRIÓ EL SABADO 27 EN ALCORCON?

En TV pudimos ver imágenes que no se correspondían con las inscripciones que aparecían en las pantallas. Vamos a resumirlo:

1.- Se llegó al sábado 27 en una situación en la que solamente la extrema-izquierda y un grupo “por la convivencia” mantuvieron sus convocatorias dentro de un clima absolutamente surrealista.

2.- La extrema-izquierda convocó una “jornada antifascista” en Alcorcón… olvidando que el problema no era “el fascismo”, sino la delincuencia local.

3.- A esa concentración asistieron en torno a 200 jóvenes, de los que probablemente ni siquiera 50 estaban incluidos en alguna organización política o sindical de extrema-izquierda, la mayor parte, tal como se vio, eran chavales en busca de “bronca” con la policía por que estaba en frente, con la “extrema derecha” si hubiera acudido, con las bandas latinas que se refugiaron en Costa Polvoranca, o con las monjas ursulinas su hubieran aparecido.

4.- A través de las entrevistas realizadas por los reporteros se pudo ver claramente cuál era el “nivel político” de estos manifestantes, incapaces de explicar por qué estaban allí y verdadera muestra de la quiebra del sistema educativo español.

5.- La manifestación “por la convivencia” fue todavía más patética aún: en torno a 35-40 personas, de edad avanzada, con ridículos cartelitos “por la convivencia y contra el racismo”…

6.- Una policía que se mostró comedida en la respuesta, a la vista de que delante no tenía a grupos organizados de kale-borroka, sino a adolescentes que pasaban la tarde entre la comida familiar y el botellón de la noche y que solamente tenían fuerza física y energía para volcar un coche, cinco contenedores y correr 100 metros de un lado a otro.

7.- Unos medios de comunicación incapaces de entender lo que estaba pasando y mucho más de dar una información fehaciente, aun a pesar de estar masivamente presentes en el centro del “huracán”.

¿QUÉ CONCLUSIONES PODEMOS EXTRAER DE TODO ESTO?

1.- Primera y más importante: al no existir en Madrid, partidos políticos anti-inmigración organizados, la respuesta contra la inmigración ilegal y masiva, es inoportuna, visceral y, en cualquier caso, poco política. Los partidos políticos tienen la obligación de:

a) Encarrilar a la sociedad y a la protesta popular por los caminos de la legalidad vigente.

b) Evitar radicalizar situaciones y generar tensiones innecesarias que aparte del hecho esencial: la delincuencia latina, en este caso.

c) Desvincularse de grupos informales de carácter extremista que hagan gala de racismo y xenofobia o de meros provocadores.

d) Aportar soluciones “políticas” simples a problemas complejos como este. Y soluciones no faltan: lo que ha faltado el Alcorcón es el altavoz para que sean conocidas por la población.

2.- Existe un frente tácito formado por la Delegación del Gobierno, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento, los “humanitarios” y la extrema-izquierda, para negar el problema básico de Alcorcón: no hay forma de convivir con bandas de delincuentes, completamente ajenas a nuestra forma de ser y que actúan impunemente amparados en leyes garantistas y proteccionistas para los derechos del delincuentes, y en un clima de renuncia a mantener el orden público y la seguridad ciudadana.

3.- Cualquier acción que suponga enfrentamientos en la calle, con bandas latinas o con “wuarros”, es un error. El único trabajo político admisible en Alcorcón era realizar pedagogía enseñando la verdadera naturaleza del conflicto y señalando a los culpables: en primer lugar, las bandas latinas, en segundo lugar las autoridades.

4.- La protesta popular es inorgánica, desorientada y, a menudo, visceral. Es evidente que ni la convocatoria “humanitaria”, ni la convocatoria “antifa”, han tenido un seguimiento acorde con la gravedad del problema. Y no la han tenido por la sencilla razón de que la mayor parte de la población –la mayoría silenciosa- advierte con facilidad que hay demasiada inmigración concentrada en Alcorcón, que el paisaje de la ciudad ha cambiado en apenas cinco años, que existe una delincuencia desatada e incontrolable de origen latino y que el problema se ha descontrolado, finalmente.

5.- Las declaraciones que hemos oído de la gente joven de Alcorcón, indican la naturaleza del problema que existe en toda España: nadie es racista, nadie es xenófoba… pero nadie está dispuesta a que bandas latinas y mafias de delincuentes se hagan con el control de las calles.

Así pues, la conclusión es clara: contra más tiempo se tarde en constituir un partido político cuyo objetivo prioritario sea forzar la aplicación de políticas de contención de la inmigración y de repatriación de los inmigrantes que participen en acciones delictivas, más se producirán episodios como los de Alcorcón, en los que la protesta popular, carece de dirección política y de implantación y capacidad para encarrilarla por la vía de la eficacia política.

ALCORCON: POR UNA RESPUESTA POLÍTICA. EVITAR EL PAPEL DE "BOMBERO INCENDIARIO"

ALCORCON: POR UNA RESPUESTA POLÍTICA. EVITAR EL PAPEL DE "BOMBERO INCENDIARIO"

Vale la pena meditar un poco más sobre lo ocurrido en Alcorcón y sobre la respuesta que merecen estos hechos. En Alcorcón no ha pasado nada que no haya pasado antes en otros lugares de España: El Ejido, Hospitalet, Torrejón, La Almunia, Premia… El esquema es el siguiente: los vecinos aguantan un tiempo la presión de la delincuencia surgida de la inmigración, sin que las autoridades hagan NADA. Bruscamente, la paciencia de los vecinos estalla y se produce la revuelta. Y ahora toca ver de qué manera puede operarse sobre esa realidad explosiva. Estas notas tienen como función estimular un debate sobre el tema.

LAS FASES DEL CICLO INFERNAL

En El Ejido todavía no lo sabíamos. Era la primera vez. El proceso lo intuimos a partir de entonces. Cuando estalló la revuelta popular nadie se acordó de los tres ciudadanos asesinados en los 10 días anteriores a la revuelta popular. Tres ciudadanos asesinados… Se dice pronto. Unos cuantos coches incendiados y unos gritos racistas fueron suficientes para que se ocultara que tres de nuestros compatriotas habían sido asesinados. Unos daños compensables por los seguros, eclipsaban a tres vidas humanas.

A partir de entonces, han ocurrido muchos estallidos similares y el ciclo siempre ha sido el mismo:

1.- Presión de la inmigración vinculada a la delincuencia, sobre los vecinos.

2.- Estallido de la cólera vecinal que al no estar encauzada ni encarrilada por partidos políticos, adquiere la forma de un estallido irreprimible y brutal.

3.- Mal diagnóstico de las autoridades incapaces de reconocer que están desbordadas por la delincuencia foránea.

4.- Culpabilización de la extrema-derecha o, como mínimo, equidistancia entre la extrema-derecha y la delincuencia llegada con la inmigración.

5.- Política del avestruz (PP), política irresponsable (PSOE) y política etnocida (IU)

6.- Falta de diagnóstico adecuado del problema, minimización y ocultamiento de la gravedad por parte de medios de comunicación, portavoces del gobierno y de la oposición, ONGs.

7.- Repetición del mismo ciclo en cualquier otro lugar.

¿QUÉ HA OCURRIDO EN ALCORCON? REVUELTA CONTRA LA DELINCUENCIA

En Alcorcón ha tenido lugar un estallido de cólera por la presión de la delincuencia llegada con la inmigración. Si bien es cierto que la inmensa mayoría de inmigrantes vienen a España a trabajar, no es menos cierto que la inmensa mayoría de delincuentes son inmigrantes. Y esta delincuencia es fácil de erradicar.

Sin embargo, las autoridades se desentienden completamente de la situación de degradación de los barrios populares.

La población aguanta con paciencia el hostigamiento constante de bandas de delincuentes, hasta que finalmente, los sectores más golpeados y más activos, en el caso de Alcorcón, los jóvenes, responden a las agresiones. Y es, solo en ese momento, no antes, cuando las “autoridades” toman nota y registran que hay una situación anómala en Alcorcón.

No vale la pena dar vueltas ni marear la perdiz: ninguna comunidad aguanta estoicamente por tiempo indefinido como se expolia su patrimonio, como bandas de delincuentes roban a sus hijos, cobran peaje por utilizar espacios públicos y tienen que aguantar gritos, peleas, música alta, ruidos y tambores, etc, sin responder. Nadie entiende como los poderes públicos ni reaccionan, ni se preocupan cuando el problema empieza a gestarse. Y esto ha ocurrido desde El Ejido en una docena de poblaciones.

SI NO SON “BANDAS LATINAS” ¿QUÉ SON REALMENTE? LA DOCTRINA “DEL BRAGAS”

Hay unanimidad a la hora de quitar hierro a los incidentes de Alcorcón: tanto la delegación del gobierno (PSOE), como la comunidad de Madrid (PP), coinciden en valorar los acontecimientos: no hay que preocuparse, no ocurre nada grave, apenas una pelea juvenil, como máximo una riña tumultuaria, ni actúan bandas latinas, ni delincuencia organizada, así pues no hay que preocuparse de nada.

Esta explicación, cínicamente repetida hasta la saciedad, es la postura más ciega, cobarde y miserable que se puede adoptar: es la política del avestruz, la política de negar la mayor y negar la evidencia, es decir, de generar un caldo de cultivo cada vez más explosivo.

No hay, pues, “bandas latinas”, el Ayuntamiento de Barcelona ha hecho bien legalizando a los “latin kings”, así pues esa experiencia hay que llevarla a todo el Estado… Se trata de subvencionarlos, no de reprimirlos… Tal es la doctrina de ZP (a) “el bragas”.

Estamos de acuerdo: no son “bandas latinas”, no son “tribus urbanas”, son bandas de delincuentes y como tales deben ser tratada: detención, juicio, cárcel y, en tanto se trata de extranjeros, expulsión al concluir la condena. ¿Hay otra solución? Si son “adultos” para delinquir, lo son también para volver solitos a su país de origen.

CUANDO LAS ADMISTRACIONES PRACTICAN LA POLÍTICA DEL AVESTRUZ

España se ha integrado en último lugar entre el pelotón de países receptores de la inmigración. Eso quiere decir que los sucesivos gobiernos que ha habido en España, tenían materiales suficientes para analizar lo que había ocurrido en Europa, por qué habían fracasado las políticas de inmigración, qué colectivos de inmigrantes eran más conflictivos, qué medidas eran completamente inútiles y cuáles eran los caminos para resolver el problema. Podíamos haber tomado nota de la naturaleza de los modelos de integración francés, holandés, alemán, inglés, nórdico, y aprender por qué todos estos modelos y modelitos han fracasado estrepitosamente.

En lugar de eso lo que se ha hecho ha sido repetir todos y cada uno de los errores cometidos en los últimos cuarenta años en todos los países europeos y pasar por todas las crisis que se han sucedido tras el fracaso de los modelos de integración.

Llama la atención que ni los gobiernos del PP, ni del PSOE, hayan sido capaces de interesarse por las causas que han impedido que los modelos de integración europeos hayan “cuajado”. Lo que equivale a decir que los gobiernos españoles a partir de 1996 han hecho lo mismo que los gobiernos europeos desde 1970 hasta 2005 cuando se han constatado todos los fracasos de las políticas de integración, es decir, no han hecho absolutamente nada, han mirado a otro sitio, no han reconocido el problema, han creído que se resolvía inyectando fondos en la integración, han negado el problema y, finalmente, el problema les ha estallado entre las manos.

CONTENER Y ENCAUZAR LA COLERA POPULAR, NO ESTIMULARLA

Tal es la situación: en Alcorcón no ha habido muertos, por pura casualidad. Pero en lugares como Alcorcón, en cualquier momento, puede ocurrir una tragedia cuyos únicos culpables serán:

- los “bomberos incendiarios”,

- los delincuentes importados y

- las administraciones ciegas e incapaces.

¿A qué llamamos “bomberos incendiarios”? Cuando ocurre unos incidentes de la magnitud de los que han tenido lugar el fin de semana pasado en Alcorcón, el “movimiento anti-inmigración” –es decir, la corriente de opinión contraria el modelo “español” de inmigración y a la llegada masiva de inmigrantes ilegales- TIENE LA OBLIGACION, por este orden:

- De apaciguar los ánimos, no de exaltar a los más radicales y convertir unos incidentes en un motín generalizado. Si se estimulan los incidentes se corre el riesgo de que los voceros del régimen olviden –como ocurrió en El Ejido- que hubo tres muertos antes del estallido y que los culpables no son los ciudadanos que estallan tras años de presión, sino los delincuentes llegados con la inmigración ilegal y masiva.

- De encauzar y encarrilar la cólera popular, no de ampliar los enfrentamientos hasta que se empiecen a contar los cadáveres. En Alcorcón no se han generado muertos de milagro. Pero nada indica que esto seguirá siendo así. No se puede movilizar a la ligera a militantes para que acudan a no se sabe qué en Alcorcón: de lo que se trata es de recordar que son los poderes públicos –policía y juzgados- los que tienen la obligación de defender a los ciudadanos y limpiar las calles de Alcorcón de delincuentes. No se trata de enfrentarse con la basura, sino de exigir que la basura sea recogida de las calles por los servicios municipales correspondientes y sea arrojada al estercolero, esto es, a la prisión.

Nuestro ambiente político no puede “echar leña al fuego”, no puede actuar como “bomberos incendiarios”, si lo que aspira es a ser tomado como una fuerza política, más allá de un grupo de alborotadores callejeros.

Nosotros no podemos atizar los enfrentamientos en las calles de Alcorcón, nosotros tenemos la obligación de OFRECER SOLUCIONES, no de espolear los enfrentamientos.

EVITAR LA SENSACION “INVASIVA” ENTRE LA POBLACION DE ALCORCON

Pero luego hay otro problema: en nuestro ambiente político existe la tendencia a acudir allí en donde se genera el problema. Habitualmente, “ese lugar” es donde no se cuentan ni con militantes, ni con una mínima estructura organizativa que sea conocida por la población. Para que esas “movilizaciones” tengan una mínima efectividad, debe existir ARRAIGO EN LA POBLACION, o de lo contrario los ciudadanos de esa población experimentan una sensación “invasiva”: que sean vistos como gente “forastera”, ajena a la población, para intentar “sacar tajada” y “manipular” los problemas de esa población.

El efecto es completamente negativo y ya se ha experimentado en demasiadas ocasiones, sin el más mínimo resultado, como para persistir: ocurrió en El Ejido, volvió a ocurrir en Premiá de Mar, volvió a ocurrir en Elche, ocurrió de nuevo en Crevillente y así sucesivamente. ¿Resultado? Cero. En todas partes, la población experimentó esa sensación “invasiva” y de rechazo contra los recién llegados. Quienes creían que iban a obtener réditos políticos al intentar “encabezar la protesta popular”, se han dado con un canto en los dientes.

Si de lo que se trata es de “lanzar” a una organización, el proceso no es ese –siempre ha fracasado y siempre fracasará- sino otro muy diferente:

- lanzar el movimiento en condiciones de “normalidad”, sin que se tenga inmediatamente de él la imagen de un movimiento de violencia y rechazo contra la delincuencia, de la misma intensidad y sentido opuesto a lo que se rechaza.

- lograr un mínimo arraigo en zonas conflictivas, que, en el momento en el que se produzcan los incidentes, pueda liderar, encarrilar y encauzar el movimiento anti-inmigración por la senda de las respuestas y los planteamientos positivos.

- demostrar responsabilidad en momentos de crisis, no aventurerismo ni infantilismo. No se trata de ser “bomberos incendiarios”, sino miembros de la comunidad que se ponen al frente de la defensa de los intereses ciudadanos y exigen el cumplimiento de la ley, la represión contra la delincuencia y la repatriación de los indeseables.

NO HAY MAS DELINCUENCIA EN ALCORCON QUE LA FORÁNEA

Es importante no perder de vista el problema de fondo que ha llevado a la crisis de Alcorcón:

- la inflación de delincuencia protagonizada por jóvenes “latinos”.

- la incapacidad de las autoridades del Estado y de la Comunidad de Madrid para afrontar un problema de orden público.

- el absoluto desinterés de la clase política por el bienestar de los habitantes de Alcorcón.

- la inadmisible blandenguería de nuestro sistema legislativo y judicial basado en la rehabilitación del delincuente en lugar del resarcimiento a la víctima.

Esto y no otra cosa es lo que cuenta. No nos engañemos, ni nos dejemos engañar, el problema de Alcorcón no tiene nada que ver ni con la globalización, ni con la explotación capitalista, ni con el racismo, la xenofobia, tiene solamente que ver con la delincuencia juvenil latina que ni se ha integrado ni se integrará jamás en una sociedad a la que odian porque no se sienten competitivos y transforman su frustración en rechazo y delincuencia hacia la sociedad que los ha acogido.

Sin olvidar que proceden de “culturas” en los que la vida humana está minusvalorada y los conflictos personales se resuelven a navajazos: y esta “cultura” no es admisible entre nosotros. Cuando el inmigrante recibe tu tarjeta de residencia, debe aprender a olvidar estos elementos antropológicos primitivos y fuera de lugar en Europa. Si no está dispuestos a olvidarlos, sólo le queda el camino de la cárcel en España del retorno a su país.

EL DELINCUENTE SE TIENE QUE IR: NO HAY EXCUSA POSIBLE

A los delincuentes nacidos en España y con nacionalidad española, no queda más remedio que intentar reinsertarlos en nuestra sociedad, después de haber purgado la consiguiente pena de prisión y el resarcimiento a la víctima. Pero, desde el momento en que se trata de delincuentes extranjeros, la sociedad española se puede y se debe prevenir más eficazmente:

- Si se aplica una política de tolerancia y “reinserción”, lo que se obtendrá será un “efecto llamada” en la delincuencia de todos los países del mundo, que se orientarán hacia el “paraíso español”. El tercer delito cometido por un “latin king” en EEUU le hace acreedor en algunos Estados a la cadena perpetua… mientras que en España ni siquiera implica entrar en prisión. Es evidente lo que está ocurriendo: kosovares, romanís, marroquíes, argelinos, colombianos, peruanos, latinos, llegan a España para hacer con “garantías” lo que no pueden hacer ni en sus países de origen ni en otros países.

- Así pues, no queda más que la política de la mano dura en la prevención y castigo a la delincuencia. Eso, o estamos perdidos. Dureza y superviviencia de nuestra sociedad o experimentos avanzados de “integración” y “reinserción” que están generando “efecto llamada”.

La lucha contra la delincuencia es una asignatura “fácil” para un gobierno:

- basta con aplicar la ley.

- basta con aprobar leyes adecuadas a situaciones nuevas.

- basta con tener una voluntad clara de castigar al delito y resarcir a la víctima.

- basta con demostrar que delinquir en España no sale gratis.

El delincuente llegado del extranjero no tiene lugar entre nosotros, no existen excusas de nacionalidad y estatus para que permanezca entre nosotros. El extranjero que delinque debe ser repatriado sin excepción tras purgar su condena. Es tan simple como eficaz: delinquir en España no debe ni puede salir gratis. O el Estado lo demuestra o lo pagamos los ciudadanos.

DENUNCIAR A LOS QUE HAN PROVOCADO LA CRISIS: PP Y PSOE

La crisis de Alcorcón tiene dos partidos responsables en primer lugar. Vale la pena recordar su nombre y su sigla:

- el PP que gobierna en la comunidad de Madrid y que entre 1996 y 2004 ha tenido el poder en España, justamente cuando se ha iniciado el fenómeno migratorio y se ha disparado la delincuencia.

- el PSOE que gobierno en Alcorcón y en el Estado y que a partir del 2004 ha generado la convulsión más profunda que ha afectado a la sociedad española regularizando a millón y medio de inmigrantes y permitiendo que cuando concluya 2007, un millón y medio de inmigrantes más hayan entrado en nuestro país.

Estos dos partidos son culpables y nada puede hacernos olvidar que uno y otro han eludido proteger a la comunidad, reconocer el problema y encontrar soluciones. Ambos han practicado la política del avestruz, el mirar a otro lugar y el negar la existencia del problema con argumentos zafios e ignorantes.

La inmigración masiva no será resuelta por ninguna opción que ha mirado a otro lugar mientras se gestaba el problema, ni por los que hace dos días proclamaban el “papeles para todos”, ni por los que equiparan los derechos de los nacidos aquí con los recién llegados.

Toda crisis tiene criminales (las bandas latinas) y responsables (PP y PSOE que han negado y vuelto la espalda al problema).

La solución no vendrá ni del PP ni del PSOE –ellos no pueden vender hoy más que palabras- sino por la cristalización del “movimiento anti-inmigración” en una organización política amplia y eficaz que suponga la opción más segura contra la inmigración ilegal y masiva y contra los daños colaterales que genera en la sociedad española.

EL MOVIMIENTO ANTI-INMIGRACION NO ESTIMULA TENSIONES, PIDE SOLUCIONES

Resumamos nuestras tesis:

1.- Si el movimiento anti-inmigración estimula tensiones y agrava crisis, no se configura como solución, sino como parte del problema. Y esto es lo que hay que evitar: desviar la atención del hecho de que no hay más criminales que los delincuentes latinos y que no hay más culpables que los partidos mayoritarios.

2.- El movimiento anti-inmigración pide soluciones a los poderes públicos y si estos no las tienen, las propone: y hay muchas. Agravamiento de penas para los delincuentes juveniles que utilicen armas blancas, repatriación tras el cumplimiento de la condena, consideración de agravante el hecho de delinquir en un país que no es el propio con aplicación de las máximas penas para cada tipo delictivo, etc.

3.- El movimiento anti-inmigración no propone estimular las revueltas ciudadanas, ni ampliar la repercusión de los incidente, sin orientarlos contra los culpables (PP y PSOE) y exigir el castigo de los criminales (mafias magrebíes, bandas latinas, grupos de atracadores kosovares, narcos colombianos, etc.)

4.- El movimiento anti-inmigración no puede actuar de espaldas a la legalidad vigente y a nuestro ordenamiento jurídico, sustituyendo los agujeros negros de nuestra legalidad y los amplios espacios de permisividad, por el estímulo a movimientos fuera de control como el que ha nacido en Alcorcón.

5.- No puede haber “normalidad” en un clima de violencia y desbordamiento de la legalidad vigente. A partir de esa normalidad, será cuestión de proponer soluciones radicales a los daños colaterales generados por la inmigración ilegal y masiva.

6.- El movimiento anti-inmigración considera que en estos momentos de máxima tensión, confía en que las fuerzas de seguridad del Estado tengan capacidad para restablecer el orden y hacer que Alcorcón retorne a la normalidad, encarcelando a los delincuentes y haciendo valer el imperio de la ley,

7.- El movimiento anti-inmigración no puede aceptar que nuestras calles se vean infestadas por delincuentes extranjeros y que delinquir en España salga barato. Dado que los partidos mayoritarios no tienen redaños para endurecer una legislación permisiva y timorata, habrá que forjar un partido que sea EL VOTO MÁS SEGURO CONTRA LA INMIGRACION ILEGAL Y MASIVA.

Una de dos:

- o demostramos madurez política y somos capaces de tomar los sucesos de Alcorcón como un síntoma más de la crisis que tenemos ante la vista y proponemos soluciones.

- o nos convertimos en parte del problema atizando los enfrentamientos y respondiendo al margen de la ley contra la violencia delincuencial.

EXCLUIMOS ESTA SEGUNDA POSIBILIDAD.

ES PRECISO ARTICULAR UNA RESPUESTA POLÍTICA.

HOY MÁS QUE NUNCA, ES PRECISO CRISTALIZAR LA CORRIENTE DE OPINIÓN CONTRA LA INMIGRACIÓN ILEGAL Y MASIVA EN UN PARTIDO POLÍTICO PRESENTE EN LAS INSTITUCIONES QUE PROPONGA REFORMAS LEGISLATIVAS CONCRETAS Y MEDIDAS DE ORDEN PUBLICA DE APLICACIÓN INMEDIATA.

Por eso decimos:

Nuestra obligación no es generar o amplificar tensiones –estas se generan y se amplifican solas a causa de los errores en la política de integración e inmigración del PP y de PSOE y de la naturaleza descontrolada de la inmigración que estamos admitiendo- sino OFRECER SOLUCIONES. Cuando nos metamos esto en la cabeza, empezaremos a pensar en términos políticos, no simplemente activistas.

ALGUNOS REFLEXIONES SOBRE EN UN PARTIDO ANTI-INMIGRACIÓN

ALGUNOS REFLEXIONES SOBRE EN UN PARTIDO ANTI-INMIGRACIÓN

Presentamos a continuación unas notas sobre temas dispersos. Realmente para que exista un partido político es preciso que existan cinco elementos: programa, clase política dirigente, objetivos políticas, estrategia y táctica. En estas notas abordamos algunos de estos elementos y otros con una centralidad menor, sobre problemas que nos parecen muy actuales y muy presentes en nuestro ambiente polítco. El tiempo nos ha impedido darles mas coherencia e hilación entre sí.

1. “PERFIL PROPIO”

Nunca insistiremos suficientemente en esta idea: si no se tiene un perfil político propio es imposible conquistar un espacio político en propiedad. Por tanto, el mensaje político debe impedir confusiones con otras fuerzas políticas.

Esto excluye una serie de temas como “temas estrella”:

1.- el antiterrorismo: entre 1970 y 1983, solamente la extrema-derecha era, realmente, antiterrorista. UCD miraba a otro lado y bastante tenía con que no mataran a sus cargos; AP apenas existía; PSOE creía que era posible negociar con ETA y desmovilizar al menos a una parte y que la otra parte era una producto de la “falta de libertades políticas”, pero con la recuperación de la autonomía vasca, eso terminaría pronto. En ese período el “antiterrorismo” era un rasgo propio de la “ultra”. Hoy no. Hoy todos, formalmente, están contra el terrorismo. No es un “rasgo diferencial”.

2.- el antiseparatismo: entre 1980 y 1984 se promulgaron los distintos estatutos de autonomía, denunciados por la “ultra” como estatutos “separatistas”. Si ha aumentado la centrifugación nacional entre 2004 y 2006 ha sido a causa de la irrupción de un iluminado sin ideas en la Moncloa. Pero todavía las resistencias al separatismo son muchas y, afortunadamente, exceden con mucho el ámbito de la “ultra”. El PP se declara antiseparatista y el grueso del PSOE hace otro tanto (eso sí, con la boca pequeña). De tanto en tanto, las FFAA manifiestan que están ahí, siguen vivas y siguen siendo, junto a la constitución –ambigüedades incluidas- bastiones antiseparatistas. Si España no se ha roto es… porque existen partidos y grupos sociales antiseparatistas. Así pues, el antiseparatismo no es un “rasgo diferencial”.

3.- el patriotismo: todo depende de lo que se entienda por “patriotismo”. La “ultra” ni tiene, ni puede aspirar a tener la exclusiva del patriotismo. De hecho, lo normal sería que cualquier nacido en España fuera “patriota”… y si eso fuera así ¿dónde quedaba el perfil de nuestra identidad política? De otro lado, en el terreno del “patriotismo” propio de la “ultra” existen peligrosas “compañeros de viaje”: nadie puede evitar que los nacional-pardillistas en pleno reivindiquen el calificativo de “patriotas” y, aporten a este concepto, toda su sal gruesa y sus tosquedades, metidas de pata constantes, incluidas. Así pues, aceptar como rasgo diferencial el “patriotismo” presenta dos problemas:

- no se va a poder evitar que haya impresentables que se peguen como una lapa al “patrotismo” y constituyan su sector más provocador, arcaico, ridículo y ridiculizable… y por tanto, estas características terminen contaminando a opciones serias que se ubican en el mismo sector.

- un sector tan mal definido y poblado de excentricidades políticas (por llamarlas de alguna manera) como es la “ultra” jamás podrá despegar por buenas que sean las condiciones objetivas. Así pues, identificarse con él, significa “estancarse” con él.

De lo que se trata, no es solamente de establecer un perfil propio sino de impedir que la banda impresentables que ha podrido el “patriotismo español” salga de su gueto. En política está reservado el “derecho de admisión”. Delincuentes, tarados, estafadores, alucinados compulsivos, fanáticos infantiloides, sainetero$s ocasionales, matoncillos del tres al cuarto y esnifadores de cuarto y mitad de cocaina, psicópatas agresivos, etcétera, no tienen ningún lugar en nuestro ambiente. Sobran y se tienen que enterar de que sobran.

Tener un “perfil propio”, implica:

- que ese perfil debe ser ACEPTABLE POR UN AMPLIO SECTOR DE LA SOCIEDAD,

- amigable en su forma, QUE EVOQUE EL TIEMPO PRESENTE

- claro en sus propuestas, QUE NO HAYA EQUÍVOCOS POSIBLES CON OTROS

- diferenciado del resto de opciones políticas NI EN LA FORMA NI EN EL FONDO

- que ese perfil sea COHERENTE EN SU PLANTEAMIENTO Y FACIL DE ENTENDER

No todos los elementos sirven para adquirir un perfil político propio. Un skin es fácilmente identificable… pero causa rechazo de todos los que no son skins. Partidos como el PADE carecen de perfil propio identificable y es inevitable que se confundan con el PP. Algunas ideas-fuerza (el blaverismo de Coalición Valenciana, o el catolicismo tradicionalista de AES) no inyectan suficiente interés en la sociedad como para crear un perfil propio. Otros están demasiado cerca de “zonas conflictivas” (nacional-pardillismo) que resultan incompatibles con cualquier avance.

2. CLARIDAD EN LOS PLANTEAMIENTOS

Recientemente, un comunicado del MSR resumía la postura anti-inmigración de este partido. El comunicado tenía la virtud de atacar a las “causas primeras” de la inmigración: la explotación de los inmigrantes, el capitalismo, la optimización de los beneficios, etc. Lamentablemente, este comunicado planteaba dos problemas:

- desplazaba la discusión del tema de la inmigración masiva, al tema de la “lucha contra el capitalismo”, complicando extraordinariamente el problema. A fuerza de remontarse a las “causas primeras” (contra las que no existe posibilidad de neutralizar de manera efectiva) se olvida que el problema puede conjurarse combatiendo eficazmente a sus “efectos”.

- estaba ausente cualquier perspectiva identitaria, cuando el verdadero problema de la inmigración masiva es que altera el sustrato étnico y cultural de un país, supone una amenaza para sus raíces. Se evita atacar a la principal idea del lobby inmigracionista: el “mestizaje”.

Este es el planteamiento típico “complicado” y, por tanto, inservible para una lucha política. Lo importante no es que el MSR en cierto sentido parte del movimiento anti-inmigracion, sino que su planteamiento aleja de la solución por que a fuerza remontarse a una “causa primera” ante la cual no existen posibilidades de actuación y… aunque se pudiera “liquidar” al capitalismo, siempre existiría en el último poblado pakistaní, africano o cabileño en donde alguno de sus habitantes estaría dispuesto a viajar a Europa (en donde las mujeres son más liberales y accesibles que en esos países… tal es la mentalidad de origen) y traer su carga cultural, no solamente, no europea, sino anti-europea. La presencia de algunos militantes islamizados en el seno del MSR hace imposible un planteamiento identitario y, por tanto, para llegar a un planteamiento –inevitable, por lo demás- sobre el tema, manteniendo todo tipo de equilibrios, se llega a planteamientos excesivamente complejos… y, por tanto, ineficaces.

El problema es que el MSR sitúa el planteamiento anti-capitalista y anti-imperialista por encima de cualquier otra consideración. En este sentido, tiene un “perfil propio”. Pero, los perfiles propios solamente son efectivos si ayudan a conquistar espacios políticos reales. Y esto, en nuestra opinión, resulta más dudoso: no creemos que exista un espacio “socialista” de “izquierda nacional”. Y si ese espacio existe, el MSR tiene, necesariamente que compartirlo con grupos como PNR. Así que la convergencia entre ambos nos parece inevitable, con la consecuencia intrínseca de alejamiento del movimiento anti-inmigración.

Desde el punto de vista: un planteamiento justo desde el punto de vista teórico, no es necesariamente un planteamiento correcto desde el punto de vista político.

O se hace doctrina o se hace política. El puntillismo excesivo en materia doctrinal genera planteamientos complejos incompatibles con un mundo en el que todos buscamos claridad y simplicidad.

Es por esto mismo por lo que desaconsejamos realizar planteamientos “patrióticos” que, inevitablemente, generan debates que alejan de la idea-fuerza central (la lucha contra la inmigración masiva e ilegal). Para que el patriotismo pudiera ser el motor central y la idea-fuerza principal, haría falta:

- que se reactualizase el pensamiento patriótico español, clavado en las mismas posiciones en que las situó la “Generación del 98”. En un mundo completamente diferente al surgido de la crisis finisecular del XIX, haría falta adecuar ese patriotismo al siglo XXI: si España es una “unidad de destino”… ¿cuál es ese “destino” hoy en el siglo XXI? ¿hacia dónde apunta? Y eso no está hoy nada claro. Cualquier tertuliano del tres al cuarto sería capaz de desarmar un discurso patriótico con la poca adecuación a la actualidad que tienen hoy buena parte de los planteamientos del 98.

- que esa reactualización tuviera en cuenta la situación de la Nación Española en la posición central en un bocadillo en el que, “por arriba” debe afrontar la construcción europea (nueva “dimensión nacional” necesaria después de 1945 para “pesar políticamente”, es decir, para sobrevivir, en un mundo progresivamente globalizado)

- que esa reactualización tuviera en cuenta la situación de la Nación Española en la posición central en un bocadillo en el que “por abajo” debe afrontar el despertar de las regiones… que, en el fondo, es lo que ha existido siempre y lo que el carlismo y las monarquías tradicionales respetaron siempre: la existencia de “identidades regionales”, abolidas por el jacobinismo revolucionario francés. Ahora, esas “identidades” están mal encauzadas en el “Estado de las Autonomías” gracias a dos ambigüedades: la de la transción con el “café para todos” y la de ZP y su ideología soft.

Si se acepta esto, es necesario aceptar a continuación que:

1. Ante el estado de ambigüedad e indefinición del “patriotismo español”, esta idea esta inhabilitada para constituir la idea-fuerza central de un movimiento político.

2. Que las tareas de reflexión teórica son hoy más importantes que nunca: los viejos planteamientos ya no sirven por que vivimos una situación histórica nueva.

No se trata solo de que en actos “patrióticos” el empacho de banderas nacionales no contribuye a dar precisamente la mejor imagen del ambiente… sino que muestra la tosquedad ideológica de un ambiente que se basa todavía en el patriotismo menenezpidaliano para sostener en el siglo XXI sus ideas.

3. ACTIVIDAD CONSTANTE

Un movimiento político precisa demostrar una “actividad constante”. Ahora bien, una cosa es “actividad constante” y otra cosa es “agitarse constantemente”. En física existe el “movimiento browniano de particular”… que, literalmente, van folladas desde la nada hasta la más absoluta miseria. Hemos visto partidos con esa misma tendencia. A decir verdad, contra más pequeño es un grupúsculo, más “se agita”. “Agitarse” no es lo mismo que “realizar tareas de agitación”. Vamos a intentar explicar todo esto:

a) Un partido político precisa actividad. Esta actividad no solamente se realiza a nivel de base, sino sobre todo a nivel de dirección. Por ejemplo, un partido debe tener unos organismos de dirección capaces de emitir comunicados constantemente sobre los temas de mayor interés que pueda haber en la política nacional e internacional. Comunicados, análisis, elaboración de documentos estratégicos, estar presente en medios de comunicación, etc. Y esta actividad a nivel de dirección debe tener dos niveles: el nacional y el local.

b) La actividad de un partido es pura “táctica”. La táctica solamente tiene sentido para realizar el plan estratégico del partido. Si no hay estrategia bien definida, la táctica es imposible de capitalizar. Gráficamente podemos decir que la estrategia es la dirección que hay que seguir para trasladarse de un punto a otro, y la táctica el sistema empleado para realizar ese desplazamiento. Si no se define antes la estratega, difícilmente será posible saber hacia donde dirigirse. Las tácticas son “vectores” unificados por la estrategia. Cuando la estrategia no existe, los vectores siguen distintas direcciones y, por tanto, se anulan mutuamente.

c) Existen distintos tipos de “actividades”

- Existen actividades “presenciales” (carteles, manifestaciones, campañas de agit-prop, mítines), destinadas a reforzar la presencia en la calle de un partido político.

- Existen actividades “de mantenimiento” (comunicados de prensa, revistas, webs, foros, ruedas de prensa), destinadas a definir en cada momento las posiciones del partido ante los problemas que aparecen en un país.

- Existen actividades de “organización” (reuniones de militantes, formación de cuadros, apertura de nuevas delegaciones y sedes, captación de nuevos militantes, es decir todo lo que refuerza el aparato organizativo del partido.

- Existen actividades de “acción política” (realizadas por los cargos electos del partido para poner en práctica el propio programa político)

La buena marcha de un partido implica que, de alguna manera, es preciso realizar toda esta amplia gama de actividades.

- Si se realiza un exceso de actividades “presenciales” y se eluden todas las demás, lo que se tiene es un grupúsculo activista clásico.

- Si se realizan solamente actividades “de mantenimiento” o de “acción política”, lo que se tiene es un partido convencional estilo PP o PSOE.

- Si se realizan solamente tareas de “mantenimiento” lo que se obtiene es un partido virtual.

Se da por supuesto, por lo demás, que cuando se habla de “actividad constante” ya están resueltos los problemas de programa político y estrategia. Si esto no está resuelto, ¿actividad para qué?

4. VÍNCULOS MEDIÁTICOS PROPIOS Y AJENOS

Hace menos de una semana se supo en Salamanca que DN era un partido anti-inmigración, gracias a unos adhesivos ambiguos aparentemente firmados con caracteres islámicos. La prensa local aireó esta “originalidad”. Hoy, quienes leyeron ese artículo saben que DN es un partido anti-inmigración… poco serio y que es capaz de mentir y exagerar. Ayer, tuvo lugar un juicio contra E2000 por incidentes ocurridos en 2002. La noticia apareció en todos los canales de TV. Hoy toda España sabe que E2000 es un partido antiinmigración que se manifiesta en la calle.

Cuando Tele 5 registra esta última noticia se preocupa por resaltar el carácter ultra de E2000 y evita pronunciarse sobre quienes generaron los incidentes de los que mostró imágenes de contenedores ardiendo, etc. Plantear la noticia tal como fue (E2000 convoca manifestación, la extrema-izquierda convoca contra-manifestación y genera incidentes) hubiera sido impensable. La parte positiva es que E2000 ha aparecido en todos los medios de comunicación como partido anti-inmigración. La parte negativa es que lo ha hecho con una imagen similar a la que al día siguiente dieron los “ultras” en la misa por Pinochet; así que E2000 va a necesitar desvincularse al máximo de es imagen, si aspira a entrar en las instituciones.

Son dos ejemplos recientes. ¿Podemos extraer de ellos alguna conclusión? Varias.

1.- Un medio de comunicación ajeno no suele dar la imagen que un partido aspira a proyectar… sino la que le interesa a ese medio o el periodista que elabora la información.

2.- Si la imagen propia no está suficientemente “depurada”, los medios de comunicación difundirán los rasgos más “groseros” del movimiento. De ahí que sea preciso contar con una imagen depurada, positiva y sin fisuras.

3.- Al carecer en gran medida de medios de comunicación propios, no estamos en disposición de elaborar una imagen propia. Solamente en Internet existen medios “propios”. Precisamos tener también medios convencionales.

El papel del “comunicador” es fundamental en el proceso de transmisión noticias e inormación. El “comunicador” es el periodista. Un periodista precisa diariamente “carburante”: noticias. En la prensa suele regir la ley del “mínimo esfuerzo”: el periodista suele trabajar con ideas preconcebidas y sobre informaciones sencillas de obtener. No digamos en radio, donde los equipos de producción repiten este proceso diariamente.

Un medio de información nunca va a seguir “completamente” nuestra política, nunca nos va a prestar su apoyo incondicional –El Alcázar, oficialmente apoyaba a Falange Española de las JONS, oficiosamente mostraba sus simpatías hacia Fuerza Nueva y realmente, a la hora de la verdad… evidenciaba una más que peligrosa ambigüedad hacia AP- pero si puede publicar algunas informaciones que favorezcan nuestro desarrollo. Especialmente, si esas informaciones “son noticia”:

- los perdedores eternos nunca son noticia, a menos que hagan el ridículo.

- los ambiciosos sin talla provocan desinterés mediática.

- los vendedores de humo son suficientemente conocidos en las redacciones.

- los intoxicadores no pasan del portero automático de las redacciones.

- no basta con saber las cuatro reglas para que te inviten a un “prime time”.

- quien “es” noticia, “tiene” noticia o simplemente “tiene futuro”, que pase…

Precisamos vinculaciones mediáticas: relaciones con periodistas, enviar artículos de opinión para ser publicados como tales, comprender, especialmente, cuáles son los mecanismos de la información y qué grupos mediáticos –y por qué- son más accesibles que otros. Este trabajo está en buena medida realizado y solo falta aplicarlo.

A no olvidar: romper techos electorales solamente es posible cuando una sector de la sociedad –y, consiguientemente, de los medios de comunicación- perciben que determinada opción política está avanzando y tiene posibilidades de insertarse en la política real. Darán más o menos información sobre este movimiento, esta información será correcta en unos medios, sesgada en otros e infame en algunos. Es una regla del juego. De ahí que:

1.- Se precisen medios de comunicación convencionales propios (radio, prensa).

2.- Se precisan portales propios que den información depurada en la red.

3.- Se precisa una imagen depurada y completa.

5. EQUILIBRIO ENTRE AMBICION Y REALISMO

Algún idiota surrealista dijo en 1968: “Seamos realistas, pidamos lo imposible”. En nuestro campo habría que moderar impulsos de este tipo y decir, más bien: “Seamos realistas, tengamos ambición”. La ambición no es mala, especialmente para un movimiento político y para su clase dirigente. Si no hay ambición, no hay objetivos y si no hay objetivos no hay posibilidad de definir una estrategia. Luego, no hay actividad política digna de tal nombre, sino como máximo, trabajo propio de “tribu urbana”.

No hace falta añadir la coletilla de que la “ambición” debe ser “sana”… En realidad, no es ese el planteamiento correcto: la ambición debe estar puesta al servicio de un proyecto político. Y entonces, no es sano, ni enfermo: es una estrategia que implica pasar del estadio actual de desarrollo del movimiento político, a otro estadio más elevado.

“Estar en política” es absurdo si no se contempla SOLAMENTE la posibilidad de hacer efectivo el propio proyecto político. De lo contrario ¿para qué pagar una cuota? ¿para qué ir a una manifestación o asistir a un mitin? La necesidad de la ambición es incuestionable. Pero, de una ambición modulada por el realismo.

El realismo es otra virtud necesaria en la política; se basa en los siguientes puntos:

1.- un análisis objetivo de la realidad que permita conocer las características y rasgos de lo que nos rodea (realidad social, política, económica, cultural, internacional)

2.- un análisis objetivo sobre las posibilidades reales de la propia opción política para incidir sobre la realidad anteriormente analizada.

3.- un análisis objetivo sobre nuestra voluntad real y disposición de incidir sobre la realidad para modificarla.

Todo esto nos dirá cuáles son nuestras posibilidades reales. Ambición y realismo deben ir de la mano. Si se adelanta la ambición… se pierde contacto con la realidad y si el realismo no va acompañado y al paso con la ambición, se producen dinámicas de rutina e inercia en el propio trabajo político que generan pesimismo y fracasos.

El realismo tiende a ralentizar la lucha política, de la misma forma que la ambición desmedida y subjetiva, sumerge en dinámicas mesiánicas y acciones irresponsables. Ciertamente, en el terreno político, todo terreno que se conquista, se conquista a codazos. No existen los “vacíos políticos”, todo espacio político está previamente ocupado. Lo que ocurre es que hay “espacios políticos” que se pueden ocupar con más facilidad que otros. Pero eso solamente puede realizarse mediante un duro trabajo. ¿Un trabajo constante? Si, la constancia es otra virtud política, ya lo hemos visto, pero hay otro elemento fundamental para que “realismo” y “ambición” corran al paso: la imaginación. Tampoco se trata de decir como los deficientes de mayo del 68: “Imaginación al poder”. No se trata de eso, sino más bien de encontrar salidas políticas, estratégicas y tácticas ingeniosas e imaginativas que permitan aportar fórmulas llamativas: siempre realistas y siempre adaptadas a los ambiciosos objetivos que el movimiento se ha trazado.

6. IMPULSO ECONOMICO

El “dinero, dinero, dinero” al que Napoleón atribuyó la máxima importancia al dinero para ganar batallas, solamente ocupa en nuestro “ranking” la última posición. Importante, si; no decisivo. La propia actividad política es susceptible de generar fondos, por sí misma. Especialmente cuando se aborda con intención de irrumpir en las instituciones. La actividad política, permanentemente oscura, gris, al margen de las instituciones… sitúa fuera de las subvenciones públicas y, por tanto, precisa que solamente sus afiliados estén dispuestos a sostenerla.

Por otra parte, siempre ha existido gente que “ha creído” en una determinada opción y le ha entregado fondos, más o menos, cuantiosos. Ahora bien… nadie apuesta eternamente por un caballo perdedor. En los primeros pasos de Juntas Españolas, esta organización recibió ayudas económicas abundantes… que no se tradujeron en éxitos políticos (no todo es “dinero, dinero, dinero”, también hacen falta: programas, ideas, estrategias, cuadros, etc.) y, por tanto, se extinguieron a lo pocos años. “Invertir en política”, puede ser considerada como una “inversión rentable”… a condición de depositar la inversión en “opciones de futuro”. A nadie se le ocurriría entregar fondos a una organización huérfana de resultados y sin perspectivas y que, por no tener, ni siquiera considera necesaria la figura de un “tesorero”.

Finalmente, la acción política, como hemos dicho, debe generar por sí misma, fondos en forma de cuotas y actividades. En otros países se ha cobrado la entrada a un mitin; y parece lógico que así sea: es una forma de contribuir a los gastos. Por otra parte, hubo un tiempo en el que los locales políticos eran meras oficinas. Afortunadamente, esto va variando: hoy son lugares de encuentro de camaradas. Contra más acogedor es un local, más habituada está la gente a acudir a él y, esa presencia física genera un consumo. Nadie se escandalizará de que en un local político, una lata de cerveza se venda a un euro… aun cuando puede costar 20-40 céntimos.

Hay que adaptar la actividad desarrollada al presupuesto real que se puede movilizar. Un grupo de adolescentes en una provincia perdida, ni tiene posibilidades políticas de llegar muy lejos, ni necesita un presupuesto elevado. Sin embargo, en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, etc, una organización política, estable y con AMBICIONES, precisa cantidades superiores a los 12.000 euros mensuales para poder desarrollar una actividad con posibilidades políticas reales… si, además, cuenta con programa, cuadros, estrategia y todos los elementos propios de un movimiento político.

 

 

LA “BATALLA POR MADRID”: ESENCIAL PARA EL MOVIMIENTO ANTI-INMIGRACION

LA “BATALLA POR MADRID”: ESENCIAL PARA EL MOVIMIENTO ANTI-INMIGRACION

Madrid, no solamente es la capital de España sino también y sobre todo, la ciudad más populosa del país y la provincia con mayor número de diputados. Así mismo, es una de las ciudades con mayores tasas de inmigración. Está carente de otros problemas añadidos (como puede ser el nacionalismo presente en Barcelona) y, a pesar de la polarización de fuerzas, en la actualidad (y por lo que parece en los próximos años), existe un dominio cómodo de la derecha, tanto en el Ayuntamiento de la capital como en la comunidad autónoma. Madrid es la plaza esencial para garantizar la cristalización definitiva de un partido antiinmigración.

EJEMPLO (I). EL FRACASO DE DN: AUSENCIA EN MADRID

Vale la pena considerar algunos ejemplos. Existen algunos casos significativos. Sin duda, el más evidente de todos es DN. Mientras en DN existió una fuerte implantación en algunas zonas de la provincia de Madrid (Alcalá, en concreto), se pudo decir que DN “avanzaba”. De hecho en las segundas elecciones a la Comunidad de Madrid, tras el episodio de transfuguismo, DN obtuvo un resultado pobre, pero mejor que en convocatorias anteriores… y aun a pesar de que en Madrid capital el partido tenía una implantación mínima. Pero, en el momento en el que las tensiones entre la delegación de Madrid y la de Alcalá se convirtieron en insuperables y se cortó el cordón umbilical entre ambas, DN desapareció por completo en la Comunidad de Madrid… augurio de su derrumbe posterior.

El cierre del local de DN en Madrid supuso la escenificación de esa realidad que llegaba con tres años de retraso. Desde antes, incluso, la delegación de DN de Madrid ciudad apenas era otra cosa que un grupo inestable de jóvenes que se reunían los viernes y sábados por la tarde-noche… sin que pudiera decirse que realizara actividad política digna de tal nombre.

En consecuencia: hoy, DN no existe. El tener media docena de delegaciones en capitales de provincia, compuesta por unos pocos militantes jóvenes, ausente por completo de las ciudades más importantes del país, contribuye a resaltar esa sensación de “partido en estado gaseoso” que es hoy DN.

Es evidente que “existir en Madrid” no es garantía, ni de “triunfar en Madrid”, ni, mucho menos, estar en condiciones de hacerlo a nivel del Estado. Pero, lo contrario es todavía más improbable: existir en media docena de capitales de provincia no garantiza poder poner pie en Madrid.

EJEMPLO (II) EL CASO DE FUERZA NUEVA

Fuerza Nueva solamente logró ser un partido político con implantación nacional, irradiando a partir de Madrid y cuando, tras las elecciones de junio de 1977, el partido experimentó un formidable crecimiento en la capital, llegando a contar con miles de afiliados y un diputado. A partir de ese núcleo inicial, el partido hubiera podido haber revalidado este éxito en provincias como Santander, Toledo, Ciudad Real o Valencia, incluso en Sevilla. Pero el descontrol organizativo y el fracaso a la hora de transformar una corriente de opinión hostil a la democracia y teniendo como referencia al “período anterior”, en un partido político, unido a obvias provocaciones de la “seguridad del Estado” y a los errores de dirección, acarrearon el fracaso de la iniciativa.

A partir de la disolución de Fuerza Nueva, los distintos grupos falangistas y el Frente Nacional (reconstrucción de Fuerza Nueva), se disputaron el “dominio” de la capital, utilizando los mismos parámetros políticos que entre 1977 y 1983: intentar incorporar al “franquismo sociológico”. Pero, a medida que 1975 iba quedando atrás, ese franquismo se subsumió en Alianza Popular y luego en el Partido Popular y ahí sigue, refunfuñando periódicamente sobre tal o cual declaración de Esperanza Aguirre o, particularmente, de Gallardón… pero entregando a continuación su voto al PP, una y otra vez. Hacia mediados de los años 90, este proceso había concluido y los votos que podían extraerse de los caladeros del “franquismo sociológico” se extinguieron completamente.

El centralismo franquista hizo que todas las decisiones de importancia estatal se tomaran en Madrid. Los partidos franquistas, siguieron esta tradición. El resultado fue que en las provincias en los que las constantes sociológicas “madrileñas” estaban más acusadas (catolicismo, franquismo, conservadurismo), Fuerza Nueva tuviera una aceptable implantación que, lógicamente, iba disminuyendo a medida que nos alejábamos del centro y llegábamos a la periferia. En zonas como Canarias, Catalunya, Galicia, País Vasco e incluso Navarra, Fuerza Nueva tuvo poca o poquísima implantación.

LAS NECESIDADES ACTUALES: MADRID

Ahora vivimos unas necesidades completamente diferentes y una realidad sociológica que nada tienen que ver con las de hace treinta años.

Resumimos: la única posibilidad actual de revitalizar un partido alternativo es identificándolo con el “movimiento anti-inmigración” (corriente de opinión que recela de la llegada brusca y masiva de 5.200.000 inmigrantes) presente, especialmente, en las clases trabajadoras y en la burguesía media. Esto implica: otra temática, otra sociología… luego, necesariamente, otro mensaje y otra imagen. Fin del resumen.

Resulta absolutamente grotesco que en zonas de muy débil implantación de inmigrantes, como Salamanca, DN salga a la calle colocando pegatinas firmadas con caracteres islámicos… para “concienciar” a la población, cuando realmente en las zonas en las que la inmigración está realmente presente, puñetera la falta que hace realizar este tipo de “gamberradas” infantiles, tan inútiles como poco serias.

En el artículo anterior, hablábamos de los dos grandes ejes en donde se ubica la inmigración: es en estos ejes en donde hay que estar presentes si de lo que se trata es de estructurar un movimiento anti-inmigración. Y esto pasa por estar presentes en tres ciudades clave: Barcelona, Valencia y Madrid.

- En Barcelona (y, por extensión, en Catalunya) la fuerza dominante en el movimiento anti-inmigración es la PxC.

- En Valencia (y, por extensión en Levante), indiscutiblemente, es España 2000.

- ¿Y en Madrid? En Madrid, justamente, en la plaza más importante, no hay una “fuerza dominante”… y mientras no exista, va a ser difícil que pueda cristalizar un partido-flash anti-inmigración.

En estas condiciones puede decirse que mientras no esté resuelta la “batalla por Madrid”, todas las iniciativas que se tomen van a ser de eficacia limitada y sin grandes posibilidades de obtener éxitos políticos y avances efectivos que nos alejen de la lamentable etapa de gropuscularización actual. El “caracol” distará mucho de ser la apisonadora que requerimos.

UNA PROPUESTA PARA RESOLVER EL “PROBLEMA MADRILEÑO”

En la actualidad, ninguna de las componentes políticas organizadas en Madrid dispone de fuerza suficiente para liderar de forma indiscutible el “movimiento anti-inmigración”. Entendemos que estas corrientes son tres:

- La Falange (sector Castelló).

- España 2000

- Los grupos que, genéricamente, llamaremos exDN.

En total, todo esto supone un núcleo mínimo de 150 militantes reales, más o menos, organizados, más que suficiente para arrancar en la capital. A esto hay que sumar, una corriente popular no organizada, cada vez más amplia, y que irá creciendo.

Ahora bien… los tres grupos –insistimos, “mas o menos organizados”-, por sí mismos, no van a tener fuerza suficiente para afrontar la “batalla por Madrid”. Así que están obligados a trabajar en común, o resignarse a un papel de mera supervivencia en la capital.

¿Alguna salida razonable? En nuestra opinión, solo una, basada en los siguientes puntos:

1) En Madrid se da una situación completamente diferente a la de cualquier otra provincia y tiene una importancia muy superior a la de cualquier otra provincia. Lo que se haga en Madrid tendrá posibilidades de arrastre muy superiores a lo que se haga en cualquier otra provincia.

2) Esto implica:

- que de la misma forma que en Catalunya, la existencia, la iniciativa, la presencia de la PxC es incuestionable.

- que de la misma forma que en Valencia, el hecho consumado es que los competidores de España 2000 están situados muy por detrás de esta organización y sin capacidad para alcanzarla, igualarla o superarla.

- en cambio en Madrid, existe una situación completamente diferente y muy concreta.

- en conclusión: en la actualidad no existen posibilidades de una sola organización a nivel nacional, pero si de distintas iniciativas convergentes a corto plazo.

3) Hoy solamente se pueden adoptar pactos entre las componentes organizadas del movimiento anti-inmigración a nivel provincia y local.

- PxC no va a negociar con nadie que, como mínimo tenga “menos” capital político que PxC

- E2000 no va a aceptar formar frentes y coaliciones en aquellos lugares en donde está más implantado que el resto de grupos juntos o separados.

- Así pues, hay que reconocer que, los pactos solamente son necesarios en Madrid (y secundariamente en alguna provincia concreta donde convenga sumar fuerzas)

4) Desde nuestro punto de vista, un “pacto por Madrid” se debe basar en muy pocos puntos:

- la conciencia clara de que solo liderar el movimiento anti-inmigración puede reportar el caudal de votos suficiente para despegar.

- que la política de contención de la inmigración es fácil plasmarla en un programa que compartan las tres componentes más o menos organizadas del movimiento anti-inmigración.

- que a partir de ese programa de contención de la inmigración masiva y defensa de nuestra identidad, es posible elaborar una estrategia única, una imagen única y un plan de acción único.

- que más allá de la política contención de la inmigración, cada una de las tres “patas” del movimiento anti-inmigración puede seguir existiendo y realizando su actividad autónoma.

- que un pacto en Madrid solamente puede contemplar una colaboración inicial en materia de contención de la inmigración. Y tal es el mensaje que hay que traspasar al electorado, especialmente a los sectores de la opinión pública que constituyen el sector no organizado del movimiento anti-inmigración.

En resumen:

1.- lo que se propone es que las organizaciones anti-inmigración trabajen juntas en Madrid con un programa, una imagen y una estrategia común.

2.- que fuera del tema anti-inmigración, cada uno de los sectores que acepten trabajar juntos, tiene libertad para llevar adelante su propio trabajo político.

3.- un pacto de este tipo no supone desaparición de grupos, fusiones, ni frentes, sino aceptar trabajar juntos en un tema y reservarse en otros el adoptar iniciativas particulares.

4.- que el campo de aplicación del pacto sería únicamente Madrid.

EL OBJETIVO DE UN PACTO POR MADRID

Solo puede haber un objetivo: avanzar. Avanzar y rápido. ¿Por qué “rápido”?, por tres motivos:

1) por que en diciembre de 2007 habrán entrado en España 6.000.000 de inmigrantes, mucho más de lo que el país puede absorber.

2) por que si nosotros no tomamos la iniciativa, existe la posibilidad de que aparezcan “aventureros políticos”, sin escrúpulos, dispuestos a ocupar el espacio político que estamos definiendo. Y no se olvide: nosotros, no solamente estamos contra la inmigración… sino también en defensa de nuestra identidad.

3) por que en las actuales circunstancias se dan condiciones suficientes para irrumpir en la escena política con fuerza, especialmente en Madrid. Y estas condiciones no se proyectarán siempre. Existen hoy, pero no existirán siempre.

Este último punto, vale la pena ampliarlo.

- La diferencia que hay entre Gallardón y el candidato de ZP, Pablo Sebastián, es de tal calibre que en esta ocasión, en Madrid, no hay posibilidades de “voto útil” en ninguna de las dos partes.

- El PP no puede alegar que la “culpa es del PSOE”: el PP gobierna tanto en el ayuntamiento, como en la comunidad… y los problemas que crea la inmigración no se afrontan mejor, sino peor que en otras comunidades.

- la polarización de fuerzas centro-derecha/centro-izquierda, hará que cualquier nueva opción con capacidad para irrumpir en el escenario madrileño, tendrá, inmediatamente, un peso político muy superior a su dimensión real.

¿Y QUE OCURRE ALLÍ DONDE NO HAY INMIGRACIÓN? REFUTACION A UNA DUDA RAZONABLE

¿Y QUE OCURRE ALLÍ DONDE NO HAY INMIGRACIÓN? REFUTACION A UNA DUDA RAZONABLE

Algunos camaradas nos han planteado: “¿Un partido anti-inmigración? Bien, pero, ¿qué ocurre allí donde no hay inmigración?”. La cuestión de es despreciable porque pone el dedo en la llaga. Vamos a intentar aportar algo sobre el tema. En realidad, la objeción no cambia el planteamiento de “partido-flash monotemático” sobre la inmigración. Esperamos que estos argumentos tengan la fuerza suficiente para convencer a los que dudan de la idoneidad del "partido monotemático" . Hemos intentado realizar un análisis coherente y extraer conclusiones, así mismo, coherentes que estamos dispuestos a debatir con los defensores de la tesis contraria.

LA GRAN DUDA: ¿QUÉ OCURRE ALLÍ DONDE NO HAY INMIGRANTES?

La distribución de inmigrantes en España no es uniforme. La inmigración se concentra en los grandes cinturones industriales (especialmente en Madrid y Barcelona), en Andalucía y en Canarias, Baleares y la Costa Mediterránea. Hay zonas de España absolutamente libres de inmigración (Galicia, Castilla-León, Cantabria, Asturias) o con poca inmigración (Castilla-La Mancha, Extremadura, País Vasco y Navarra) o con inmigración localizada exclusivamente en algunas zonas (Aragón). Es rigurosamente cierto que en algunas zonas del Estado, la inmigración ha rebasado ya el 15% de la población, mientras que en otras, apenas alcanza el 2%.

Ante esta perspectiva, es rigurosamente cierto que la creación de un partido monotemático que proponga una defensa contra la inmigración ileal y masiva, puede tener solamente éxito, allí en donde la inmigración existe, pero resulta difícil pensar en alcanzar porcentajes apreciables de votos… si el tema frente al que se proponen soluciones, no ha alcanzado un nivel de conflictividad en algunas zonas. Así pues, la objeción no se gratuita, tiene lógica y sentido.

Pero, en nuestra opinión la objeción no supone llegar al fondo de la cuestión e ignora algunos datos fundamentales. Después de este breve análisis, veremos que este hecho real, no altera lo esencial de la propuesta: al final del análisis veremos que la objeción no tiene el impacto que a primera vista pudiera parecer.

GEOPOLÍTICA DE LA INMIGRACIÓN – GEOPOLÍTICA DE LA RESPUESTA

Es posible trazar un gran mapa de la inmigración, si bien es cierto que incluso en el interior de las comunidades autónomas en donde está más presente, tampoco lo está de manera uniforme y que, dentro mismo de las ciudades está concentrada en algunos barrios o zonas. De todas formas, la inmigración se concentra en cuatro zonas:

- La costa Mediterránea de Rosas a Granada (incluyendo las comunidades autónomas catalana, valenciana y murciana.

- El eje Madrid – Valencia (que sería posible extender a Lisboa).

- Andalucía.

- Los territorios insulares de Baleares y Canarias, Ceuta y Melilla.

Pero, cabe decir que no todas las regiones han tenido en la historia de España el mismo peso político. Siempre, en la historia de España, la cornisa cantábrica, por ejemplo, parece haber quedado alejada del centro de historia de España… y esto ha tenido consecuencias extremadamente beneficiosas, porque fue allí en donde se gestó la Reconquista. De no haber sido por la promoción medieval del Camino de Santiago, Galicia, por ejemplo, habría quedado fuera de la historia. Esto tiene su explicación: en gran medida la historia de Europa se ha reducido a la historia de la Europa Mediterránea. Así ha sido, en el mundo clásico o en el período de las cruzadas. En rigor, el Mediterráneo puede ser llamado, Mare Nostrum.

Además, es en las dos orillas del Mediterráneo en donde se concentra –en el momento actual- el gran choque de civilizaciones: civilización europea en el Norte, mundo islámico al Sur. Los flujos comerciales de las zonas marítimas suelen ser mayores que los de las zonas del interior. Por todo eso se explica el que la inmigración, especialmente islamista, se concentre en las zonas mediterráneas.

Así pues, el primer gran eje de la inmigración es el eje mediterráneo, desde Gerona hasta Murcia. Es el gran eje vertical, y registra una inmigración relacionada con las actividades de construcción y hostelería, fundamentalmente y, en segundo lugar, con las actividades agrarias.

El segundo gran eje, coincide en parte con éste, es el eje Madrid – Valencia. Se trata del gran eje de comunicaciones que, podría extenderse hasta el gran puerto atlántico de Lisboa. Este gran eje horizontal es extremadamente heteróclito y lleva a la gran aglomeración de Madrid, una de las comunidades con una mayor tasa de inmigración ilegal. Si hemos incorporado a Lisboa en este eje, a pesar la capital de un Estado vecino y hermano es por que en la actualidad estamos asistiendo a un desplazamiento de inmigración desde Portugal hasta la zona de Madrid y, en segundo lugar por que, en la práctica, Lisboa es hoy el puerto atlántico de Madrid, tanto como el puerto mediterráneo lo es Valencia (tras haber desplazado completamente a Barcelona en esta función). La contigüidad del eje Lisboa-Madrid-Valencia (prácticamente en el mismo paralelo) es evidente, con una concentración creciente y una conflictividad siempre en ascenso, en la Comunidad de Madrid.

Después de estos dos ejes estratégicos, encontramos las “zonas” de concentración de la inmigración: las zonas insulares (Canarias y Baleares) y Andalucía. Y, finalmente, existirían los “polos” de concentración en determinados términos municipales situados en zonas en donde la inmigración no tiene particular incidencia. Por ejemplo, en Aragón, existe concentración en La Almunia o en Monzón. En Bilbao ocurre otro tanto. Y así mismo en La Coruña, a pesar de que en estas comunidades, el número de inmigrantes sea particularmente bajo.

Conclusiones que se imponen:

- La inmigración se concentra en las zonas donde existe una mayor concentración de población española y disminuye en aquellas otras en las que esta concentración va disminuyendo.

- Los dos grandes ejes de la inmigración, son, así mismo, los grandes ejes geográficos de la política española: Madrid – Valencia – Barcelona, es decir, las tres comunidades que mueven mayor cantidad e PIB y absorben, al mismo tiempo el mayor número de puestos de trabajo.

Así pues, si se trata de preparar una batalla de contención contra la inmigración ilegal y masiva, se trata, sobre todo, de actuar preferentemente allí en donde ha demostrado sus efectos más deletéreos. Y estos son coincidentes con las zonas de mayor concentración industrial, mayor población y, consiguientemente, de mayor peso político.

De ahí que operando preferentemente sobre estos dos ejes (el horizontal Madrid-Valencia y el vertical o Mediterráneo), se esté presente, al mismo tiempo, en las zonas con más peso político del Estado.

EL “EFECTO ARRASTRE” Y “EFECTO RESPUESTA” EN EL RESTO DEL ESTADO

Hay que recordar que Fuerza Nueva, fue el único partid de extrema-derecha que ha podido disponer de una mayor estructura a nivel nacional. Pero, al mismo tiempo, hay que recordar que F/N no tuvo nunca una implantación uniforme, ni unos resultados electorales nivelados en todo el Estado. Los puntos fuertes de F/N fueron Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cantabria, Valencia… es decir, en su mayoría, zonas con una fuerte presencia católica y conservadora. En el otro extremo, si bien es cierto que el PCE tuvo cuadros en todo el país a partir de mediados de los años 60, lo cierto es que solamente en algunas zonas logró constituir una organización coherente y amplia: en Catalunya, en Madrid, en Andalucía, en Asturias… pero estuvo casi completamente ausente en otras como Galicia.

Todos estos ejemplos indican que la “implantación homogénea” es un mito. Ningún partido político la ha podido lograr jamás. Lo que ocurre, por el contrario, es que los programas de unos partidos políticos se adaptan a unas zonas con mucha más facilidad que a otras y es en aquellas en donde arraigan con más facilidad. Si están presentes en el resto del país es gracias al “efecto arrastre” y al “efecto respuesta”. Hoy el Front National cuenta con una buena estructura “horizontal” (es decir, sobre e plano geográfico), gracias a estos dos efectos:

- “efecto arrastre”.- es el que hace que cuando una organización política sufre un tirón en una determinada zona, las zonas aledañas experimentan en las siguientes elecciones un tirón de fuerza similar, aunque no existan las “condiciones objetivas” similares. Lo podemos llamar también “efecto contagio”.

- “efecto respuesta”.- uno de los episodios más sorprendentes de la andadura del Front National es que ha arraigado en zonas en donde no existían apenas inmigrantes. ¿A qué se ha debido? Al “antifascismo”… Gracias a las campañas antifascistas de SOS-Racisme o de la LICRA, gentes que, inicialmente jamás habrían reparado en la opción del FN, se han interesado por él, por puro rechazo a los profesionales del antifascismo.

Lo que resulta evidente en España es:

- que el movimiento anti-inmigración debe “cuajar” en los dos ejes que hemos definido anteriormente para lograr un peso político.

- que si no logra arraigar en esas zonas, especialmente en Madrid, Valencia y Barcelona, es muy ilusorio que pueda arraigar en otras zonas en donde la inmigración es menor o imperceptible.

- que las zonas de mayor inmigración son las que políticamente pesan más, las zonas en las que existe mayor número de ayuntamientos, mayor población, distritos electorales con mayor número de diputados, etc. Es más fácil obtener porcentajes en esas zonas que en zonas con baja demografía en donde los pocos diputados en juego se las diputan solamente los dos grandes partidos.

El que Falange Auténtica tenga uno o dos concejales en Hoyo de Pinares, un pueblo perdido de la provincia de Ávila, es completamente irrelevante para el desarrollo de ese pequeño partido (pro inmigracionista, por lo demás). PxC, por ejemplo, puede desarrollar con mucha más facilidad sus actuales cuatro concejales, teniendo en cuenta que están en cabeceras de comarca en una autonomía con mucho peso dentro del Estado. Se trata de disputar y penetrar en los ayuntamientos de las cabeceras de comarca, en autonomías con verdaderos problemas.

LOS PROGRAMAS PARA LAS ZONAS SIN INMIGRACION

En las elecciones municipales, es fácil adaptar los programas a las necesidades de cada población. Basta con contar en cada pueblo o ciudad con un grupo de cuadros políticos suficientemente capacitados para conocer a la gente de su comarca para establecer el programa adecuado. Así pues, en las elecciones municipales no se planteará este problema.

En las elecciones europeas, así mismo, se trata de sumar votos, al utilizarse el distrito electoral único. Esto implica que tienen más peso los distritos con más población y con más problemas, es decir, aquellos en los que la inmigración está más presente. El resto de distritos tienen una importancia muy secundaria, especialmente, porque como vimos en el período de Fuerza Nueva, obtener un 3% en Ciudad Real supone unos pocos miles de votos, irrelevantes en el cuenteo nacional. Así pues, en las elecciones europeas, se trata de utilizar como caballo de batalla los problemas que afecten al mayor número de ciudadanos… que coinciden con el mayor número de afectados por la inmigración, presentes en determinadas zonas geográficas.

El problema aparece en las elecciones generales y en las autonómicas.

En las elecciones generales, nuestro mensaje podría resultar difícilmente comprensible en las zonas en las que no hay inmigración. Pero existen un cierto número de argumentos que atenúan este razonamiento. Hace unos años se celebró un referéndum en Portugal sobre la organización autonómica del Estado. Este modelo fue rechazado al presentar a España como modelo de lo que suponía el “Estado de las Autonomías”. En ocasiones la “psicología negativa” funciona: “Votadnos a nosotros para evitar que, también en nuestra provincia ocurra lo que ocurre en Madrid, Valencia o Barcelona”, puede ser un buen slogan electoral en León o Zamora.

Por otra parte, en nuestro ambiente, las “organizaciones regionales” de los distintos partidos, no han tenido nunca fuerza suficiente como para acometer el peso de la lucha política en su autonomía. Y eso ha producido un desequilibrio entre una “dirección central” (habitualmente radicada en Madrid) que elaboraba y enviaba la publicidad a la periferia… una publicidad elaborada con criterios “madrileños” que en Catalunya, Valencia o Andalucía, no podía ser entendida. En la primera época de DN se trabajó sobre la base de “delegaciones regionales” que en su zona tenían un alto grado de autonomía y que tenían la obligación de planificar y extender el trabajo del partido a toda la región. En la segunda fase –la “canduelada”, por así decirlo, en donde la confianza subjetiva y personal del “mesías”, tenía un peso mucho mayor a la eficacia de un cuadro- se pasó a las “delegaciones locales” en donde solamente existían responsables “locales”, pero en absoluto regionales. Era incomprensible, por ejemplo, que la delegación de Alcalá tuviera más peso que la de Madrid y que no existiera una “dirección regional” que las coordinara. Esto llevó a crisis, contradicción y estallidos que figuran entre lo peor y lo más ilustrativo de la experiencia de DN. Así pues, se trata de trabajar con criterios regionales más que locales. Esto situaría en mejores condiciones para competir en las elecciones autonómicas y al mismo tiempo supondría una posibilidad de que cada delegación regional adaptara las consignas, ejes y temas del partido, a la realidad de su región. Esto paliaría el problema de las zonas en donde la inmigración tiene menor incidencia.

ALGUNAS CONCLUSIONES PROVISIONALES

1) Las políticas de contención de la inmigración suponen el gran tema que nos facilita la oportunidad dorada para salir de la atonía (ver el artículo publicado ayer en El Caracol sobre este tema).

2) Esas políticas deberían permitir obtener una buena implantación en los dos ejes principales donde se ubica el problema, en las zonas y en las localidades que antes hemos definido. Eso supone, estar presentes en las zonas con más densidad y con más peso político del país.

3) En el resto de zonas puede operar el “efecto arrastre” y el “efecto rechazo” que antes hemos definido.

4) Insistir en la constitución de organizaciones regionales y provinciales del partido, debe permitir adaptar la propaganda a las necesidades de cada demarcación.

5) Si se consigue arraigar en las provincias “clave”, existe una posibilidad de que exista cierto contagio en las zonas sin inmigración, pero, en cualquier caso, es evidente que estará presente en las zonas políticamente más importantes del país. Sin embargo, si asumimos temas con menos posibilidades de controlarlos “en exclusiva” (como los expuestos en el artículo anterior: socialpatriotismo, anti-imperialismo, anti-terrorismo, defensa de la unidad del Estado, etc.), corremos el riesgo de ver como disminuyen los votos de los ciudadanos concienciados por el problema de la inmigración en las zonas con más votos… mientras que no resulta del todo evidente que aumenten los votos de los ciudadanos interesados en los otros temas en las provincias con bajo número de electores y poco peso político.

Y esto no lleva a concluir que el hecho de adoptar la forma de un partido monotemático, no supondría un menoscabo, ni importante, ni siquiera perceptible en las zonas donde apenas hay inmigración.






CUANDO EL INSTITUTO EL CANO COINCIDE CON EL CARACOL SOBRE EL "PARTIDO ANTI-INMIGRACIÓN"...

CUANDO EL INSTITUTO EL CANO COINCIDE CON EL CARACOL SOBRE EL "PARTIDO ANTI-INMIGRACIÓN"...

En la web del Instituto El Cano se publicó con fecha 21 de marzo de 2006, un artículo titulado “¿Un partido xenófobo en España?” que en su momento se nos pasó desapercibido y que, casualmente, en los barridos periódicos de información que realizamos en la Web hemos conocido nueve meses después de su publicación. Lo sorprendente es que el artículo coincide con el análisis que hemos hecho en otras ocasiones desde las columnas de El Caracol.

 

Si volvemos a traer a colación este tema, es por el fraternal encuentro que tuvimos con algunos queridos camaradas madrileños llegados a Valencia el pasado 27 de diciembre. En aquel momento lo que se nos planteó fue la posibilidad de creación de una nueva organización política convencional basada en puntos parecidos a los que en su momento dieron vida al Frente Español.

 

Por nuestra parte, la respuesta fue:

 

1) Tenemos a nuestra disposición un solo tema en exclusiva, la lucha contra la inmigración masiva y en defensa de nuestra identidad.

2) Este tema, por sí mismo tiene fuerza de atracción para un público que hasta ahora no se había interesado en nuestra temática.

3) Esos nuevos grupos sociales no tienen nada que ver con lo que hasta ahora ha sido la clientela tradicional de la extrema-derecha.

4) Mientras el tema de la inmigración se “contamine” con otros temas característicos de la extrema-derecha, quedará inhabilitado como idea-fuerza.

5) A partir del tema de la lucha contra la inmigración masiva y en defensa de nuestra identidad se puede desarrollar un discurso político amplio, con una forma asumible para los grupos sociales perjudicados por este fenómeno y que no remita a los lugares comunes de la extrema-derecha clásica.

6) Si en España en el año 2007, la lucha contra la inmigración queda “contaminada” por otros temas propios del imaginario de la extrema-derecha, ni avanzará la extrema-derecha, ni se producirá una cristalizacion política del movimiento anti-inmigración.

 

Por todo ello, desaconsejabamos la formación de un “frente” de organizaciones de extrema-derecha, al considerar que su techo político era muy bajo. Lamentamos la decepción que pudimos causar a nuestros camaradas llegados de Madrid, pero el análisis estaba ya hecho y nuestra obligación es denunciar las vías muertas y evitar aventuras que conducen a callejones sin salida.

 

Desde esa reunión, hemos intentado revisar ideas y volver a valorar la propuesta de los camaradas madrileños. Y esta ha sido nuestra tarea en estos quince días en los que no hemos publicados artículos en El Caracol. Lamentablemente, la reflexión que hemos abordado en estos días, nos confirma en lo ya expuesto. Y es en este contexto en el que hemos encontrado casualmente el artículo del Instituto El Cano (IEC) que coincide completamente con nuestro análisis. Cabe decir que el IEC reúne a uno de los mejores grupos multidisciplinarios de analistas que actúan con independencia del poder o de cualquier partido. Sus análisis son particularmente interesantes en el terreno geopolítico y en política internacional, pero también sobre la sociología del pueblo español y sobre el fenómeno de la inmigración, han publicado materiales imprescindibles. Concretamente, el IEC fue la primera institución “respetable” que alertó, en el ya lejano 2003 sobre las relaciones entre delincuencia, violencia doméstica e inmigración. Por eso, nos honra el coincidir en este tema con el IEC.

 

Reproducimos a continuación el artículo en cuestión, eliminando algún párrafo irrelevante y sin atribuir valor a algunos de los errores que muestra sobre porcentajes electorales del movimiento anti-inmigración en Europa:

 

¿UN PARTIDO XENÓFOBO EN ESPAÑA? (ARI)

ARI Nº 36/2006 -- Análisis Carmen González Enríquez   ( 21/3/2006 )     

Tema: A pesar de las tensiones actuales, y a diferencia de otros países europeos, es poco probable que aparezca y tenga éxito en España un partido que haga de la xenofobia, el racismo o la restricción de la inmigración su principal mensaje.

Resumen: España ha alcanzado en pocos años un porcentaje de población extranjera, el 9%, semejante al de muchos países europeos de inmigración ya antigua en los que han surgido partidos xenófobos. La concentración de la población inmigrante en ciertos barrios y la delincuencia protagonizada por algunos extranjeros, provocan tensiones sociales que pequeños grupos de extrema derecha intentan canalizar. Sin embargo, la debilidad del nacionalismo españolista y el rechazo a las señas franquistas que estos partidos exhiben, hacen muy improbable que tengan un éxito electoral relevante.

Análisis: En la mayoría de los países europeos con porcentajes altos de inmigración han aparecido corrientes de opinión pública xenófoba que han alimentado la formación de partidos políticos con un mensaje anti-inmigratorio. Estos partidos han tenido éxitos desiguales. En algunos casos se han convertido en fuerzas políticas importantes y estables, como el Frente Nacional francés, en otros han logrado éxitos momentáneos, como la Lista Pym Fortuyn de Holanda, y en otros se han quedado a medio camino entre la marginalidad y la presencia institucional, sin obtener peso parlamentario, como el Partido Nacional del Reino Unido. La aparición y el éxito o fracaso de estos partidos depende de un gran número de factores y muchos de ellos son imponderables. Una alta presencia de población inmigrante, un nacionalismo fuerte entre la población autóctona, desempleo entre los autóctonos, dificultades del Estado de Bienestar para atender a los inmigrantes sin disminuir la calidad o cantidad de sus servicios, aumentos de la delincuencia achacables a los inmigrantes… todos ellos son elementos que favorecen la aparición de los partidos xenófobos.

Otros condicionantes de importancia son puramente políticos e institucionales: un partido xenófobo no aparecerá o no tendrá éxito si alguno de los principales partidos asume ya un discurso xenófobo y propuestas a favor de reducir o dificultar la inmigración. Las normas electorales tienen también una influencia notable: los sistemas más proporcionales facilitan la llegada al Parlamento de los nuevos partidos, habitualmente pequeños en su origen, mientras que los sistemas mayoritarios, como el británico, lo dificultan.

Por otra parte, dada la complejidad y la variedad de aspectos a los que debe dar respuesta un partido político para obtener apoyo electoral, los partidos monotemáticos como los que se definen básicamente como xenófobos, están condenados a tener sólo éxitos momentáneos, como ocurrió con la Lista Pym Fortuyn o el Partido Liberal austriaco dirigido por Jörg Haider, o a permanecer siempre en minoría en la vida política, como el Frente Nacional francés encabezado por Jean Marie Le Pen. Pero su efecto político va más allá de sus resultados electorales: la aparición de estos grupos tiene un efecto sobre los partidos tradicionales mayoritarios que pueden verse tentados a recoger algunas de sus reivindicaciones por temor a perder posibles votantes en su favor, especialmente si son capaces de movilizar a sus seguidores y ganarse una presencia en la calle y en los medios de comunicación.

Tabla 1. Porcentaje de voto obtenido por partidos anti-inmigración en elecciones parlamentarias: resultados más altos de su historia electoral

 

Lista Pym Fortuyn (Holanda)

17% (2002)

Partido Liberal Austríaco

27% (1999)

Bloque Flamenco Belga

12% (24% en Flandes) (2003)

Partido Popular Danés

13% (2005)

Partido del Progreso Noruego

15% (2001)

Frente Nacional Francés

11% (2002) (20% en la 2ª vuelta de las elecc. presidenciales del 2002)

Partido Nacional Británico

4% (2005)*

 

(*) 4% sobre el voto en las áreas donde presentaban candidatos, 0,7% sobre el voto total.

Fuente: elaboración propia.

 

En España no existe por ahora ningún partido de ámbito nacional de este tipo con posibilidades electorales y hay muchas razones para confiar en que un partido así no vaya a aparecer próximamente. En primer lugar, las encuestas muestran que España sigue siendo uno de los países menos xenófobos de Europa e incluso del mundo, aunque esa diferencia era mayor hace unos años, cuando la inmigración en España era mucho más reducida. En segundo lugar, el discurso xenófobo suele ir asociado al pensamiento nacionalista y éste se encuentra en España muy devaluado por la experiencia franquista, de tal forma que un partido que enarbolase retóricamente la defensa de la nación española para argumentar contra la “invasión” foránea tendría muy poco eco. La situación es diferente en el caso de los nacionalismos propios de Comunidades Autónomas, como el catalanismo. Cataluña es la única región en España en la que se han producido declaraciones públicas de líderes políticos de mucho peso definiendo la inmigración actual como una amenaza a la identidad nacional. Esta es la única Comunidad Autónoma española que combina un fuerte nacionalismo propio con una alta presencia de inmigrantes, ya que ni el País Vasco ni Galicia tienen una inmigración alta, y muchos de los inmigrantes que recibe Galicia son gallegos de origen, retornados de América Latina. En el conjunto de España, las encuestas y los estudios cualitativos de opinión muestran que no existe un temor de la población a que su forma de vida o su “cultura” sea modificada por la presencia de individuos de otras procedencias. En tercer lugar, el sistema electoral español penaliza a los partidos pequeños, por lo que a cualquier partido nuevo le resulta difícil conseguir presencia en las instituciones estatales. Todo esto permite mantener el optimismo respecto a las escasas posibilidades, hoy por hoy, de que un partido xenófobo consiga llegar al Parlamento en España y convertirse así en una fuerza política relevante.

Sin embargo, sí hay razones para la preocupación en el nivel local. Para entender esto hay que partir de la constatación de que la inmigración no se distribuye de forma homogénea en el territorio: La mayor parte del territorio nacional español tiene índices de inmigración muy bajos, mientras que los inmigrantes se concentran en Madrid, las provincias de la costa Mediterránea, Baleares y Canarias. Incluso dentro de esas áreas, los inmigrantes se concentran en ciertos municipios, y dentro de las ciudades, en ciertos barrios, hasta llegar a representar en algunos casos más de un tercio de la población total, o más de la mitad si nos referimos sólo a la población en edades jóvenes. Es decir, la inmigración en España es, por ahora, un fenómeno muy concentrado. Esta no es una característica peculiar del caso español, ya que todos los países de inmigración tienen distribuciones muy desiguales en sus territorios, pero el hecho de que en España la inmigración sea tan reciente fortalece esa concentración, porque la mayor parte de los inmigrantes tienden a residir en los primeros momentos en zonas donde se encuentran ya otros connacionales.

En esas áreas donde los inmigrantes se concentran se producen tensiones importantes en la convivencia entre éstos y los autóctonos, fruto de las condiciones de hacinamiento, de los diferentes hábitos en el uso de la vivienda, de las zonas comunes de los bloques y de los espacios públicos, o bien fruto de algunas costumbres que crean a veces molestias a los vecinos, como la de escuchar música a un volumen alto, o la de consumir alcohol en elevadas dosis durante los fines de semana. En algunas zonas, especialmente en los centros de las ciudades –como Lavapiés en Madrid, El Raval en Barcelona, o algunas áreas de Alicante– los autóctonos achacan además a los extranjeros un alza importante en los niveles de delincuencia. A esto hay que añadir la aparición de una competencia entre inmigrantes y autóctonos por el acceso a servicios públicos que se facilitan a partir de baremos que priman a las familias de menor renta, como las guarderías públicas, una competencia en la que los inmigrantes ganan a menudo. Otros servicios públicos de acceso universal, como la sanidad, han visto deteriorado su nivel de prestación por la alta presencia de población nueva que no ha venido acompañada del aumento correspondiente en los recursos de los centros de salud y hospitales.

Todo esto crea en las áreas de alta concentración de inmigrantes un clima social de descontento y rechazo a la convivencia en las condiciones en que se produce en la actualidad, que puede convertirse fácilmente en caldo de cultivo para un mensaje xenófobo. En algunos casos, ese mensaje ha sido lanzado por grupos de ultraderechistas que ya existían previamente, vagamente identificados con el pasado franquista o con una idealizada Falange, o por adolescentes de estética skinhead que han pasado a incluir a los inmigrantes entre sus grupos objeto de violencia. En conjunto, estos partidos pueden resultar peligrosos por su tendencia al uso de la violencia, pero su capacidad de atracción social es mínima porque su mensaje xenófobo está envuelto o acompañado por muchas otras connotaciones que la población autóctona rechaza masivamente (véase el reportaje de José Luis Barbería en El País, 22/III/2005).

Hasta el momento, el único éxito electoral relevante de un partido xenófobo ha sido el de la Plataforma per Catalunya, liderada por Josep Anglada, relacionado en el pasado con Blas Piñar, que ha conseguido representación en varios Ayuntamientos. En las últimas elecciones municipales, celebradas en el año 2003, consiguió concejalías en El Vendrell, Cervera, Vic, Manlleu y Premiá del Mar, aunque en ninguno de ellos llegó al 10% de los votos.

En cualquier caso, hay que resaltar que la aparición de grupos de este tipo está siendo la excepción y no la regla. En la mayoría de los municipios donde existen altas tasas de inmigración, los conflictos de convivencia que aparecen carecen de una expresión política propia. La baja tasa de asociacionismo y de participación política entre los españoles es una de las razones de que con gran frecuencia estos problemas no alcancen a tener expresión pública.

A este malestar localizado hay que añadir los claros indicios de una evolución negativa de la opinión pública española, tomada en conjunto, respecto a la inmigración. Algunos datos reveladores a este respecto se encuentran en los Barómetros sobre inmigración del CIS de los últimos años, que muestran un continuo crecimiento del porcentaje de los que creen que el número de inmigrantes en España ya es excesivo, hasta llegar al 60% en 2005, y de la mención a la inmigración como uno de los principales problemas del país, situada en el Barómetro del 2005 en segundo lugar tras el paro. A esto hay que añadir que más de la mitad de los entrevistados (58%) mostraban su acuerdo en el año 2003 con la frase “Hoy en día en España existe una relación entre inseguridad ciudadana e inmigración”, frente a un 26% en desacuerdo. El CIS no ha repetido ninguna pregunta semejante en posteriores Barómetros, pero es de suponer que el atentado del 11 de marzo de 2004 no ha mejorado esa percepción. Resulta también llamativo el aumento sustancial de los que opinan que los inmigrantes “quitan puestos de trabajo a los españoles” o la existencia en 2005 de un 47% que cree que la llegada de inmigrantes provoca una disminución de los salarios, frente al 41% que niega esa relación.

Tabla 2. Porcentajes de acuerdo con la frase “Los inmigrantes quitan puestos de trabajo a los españoles”

(%)

2000

2004

De acuerdo

37

48

En desacuerdo

55

54

NS/NC

8

6

Fuente: CIS, Estudios nº. 2283 y 2565 (la pregunta no se hizo en el año 2005).

Por su parte, la evaluación de las normas españolas sobre inmigración ha sufrido un cambio notable entre los años 2000 y 2004 a favor de los que querrían normas más restrictivas, y el Barómetro de opinión elaborado por el Real Instituto Elcano en noviembre de 2005 señala el pesimismo general sobre la evolución del control de la inmigración ilegal en España.

Tabla 3. ¿Cree que las leyes que regulan la entrada y permanencia de extranjeros en España son…?

(%)

2000

2004

Demasiado tolerantes

12

24

Más bien tolerantes

24

32

Correctas

16

12

Más bien duras

19

12

Demasiado duras

4

2

No conoce las normas

12

8

NS/NC

13

10

Fuente: CIS, Estudios nº 2283 y 2565 (la pregunta no se hizo en el año 2005).

Conclusión: Es muy poco probable que en un futuro previsible tengan éxito electoral en España partidos cuya principal oferta electoral sea xenófoba, racista o anti-inmigratoria. Los grupos que lo intentan ofrecen demasiadas reminiscencias del pasado franquista, masivamente rechazado. Aunque el mensaje de estos grupos, tal y como se han desarrollado en otros países europeos, no está necesariamente ligado a ideologías de extrema derecha, y a menudo recibe el apoyo de antiguos votantes de izquierdas –es el caso del Frente Nacional en Francia–, apela siempre al nacionalismo, que en España es débil por su manipulación en el franquismo y por la competencia de los nacionalismos periféricos.

Sin embargo, el descontento entre los autóctonos en los barrios de alta concentración de inmigrantes, el aumento de la delincuencia relacionada con bandas o individuos extranjeros, el deterioro de la opinión pública general sobre la inmigración y la existencia de grupos políticos que intentan capitalizar ese malestar en el nivel local, pueden motivar un desplazamiento hacia posiciones más restrictivas hacia la inmigración por parte de los principales partidos. Esa deriva es especialmente probable si se termina el ciclo actual, ya largo, de crecimiento económico, que ha permitido hasta ahora absorber laboralmente la inmigración recibida.

Carmen González Enríquez

Departamento de Ciencia Política, UNED

REPITAMOS EL ANÁLISIS DE FONDO

 

Hasta aquí el artículo del IEC que no necesariamente compartimos en su totalidad. Vale la pena tenerlo en cuenta, por que quienes sostienen que “patriotismo” y “anti-inmigración” son inseparables y su combinación debe producir una revitalización de nuestro ambiente, deben de preocuparse sobre todo de REBATIR RAZONADAMENTE LAS TESIS QUE REPETIMOS A CONTINUACIÓN. A partir de ahí, podemos establecer un debate “científico” (o riguroso, si se quiere). Pero eludir lo que, por un lado dice el IEC y por otro dice El Caracol, implica caer en el idealismo y confundir deseos con realidades.  

 

Resumimos nuestra tesis. Teniendo en cuenta:

 

1) Que mientras todos los “partidos patrióticos” están perdidos en temas que no pueden explotar en exclusiva (el “patriotismo” que nuestro ambiente no posee en exclusiva, el “antiseparatismo” en el que coincidimos con otras fuerzas tanto de derecha como de izquierda, el “antiterrorismo” con el que ocurre aún menos o la “justicia social” que es excesivamente ambiguo), SOLAMENTE LA INMIGRACIÓN puede ser considerado como un TEMA EXCLUSIVO y con fuerza real de atracción.

 

2) Los destinatarios de las políticas anti-inmigración no son los grupos sociales “de derechas”… sino los que sociológicamente pertenecen a los grupos “de izquierdas”. Esto implica que el tema antiinmigración es difícil de armonizar con otros ideales habituales de la extrema-derecha. Si en Francia ha sido posible se ha debido a:

 

- a 218 años de jacobinismo que han modelado una sociedad completamente diferente a la española.

- a que el FN se fundó en 1973 y demarró diez años después, como partido convencional, cuando aún existía la guerra fría y el comunismo era una fuerza política real.

 

Estas circunstancias –y otras que sería prolijo explicar- impiden que el modelo francés sea trasladable a España. Así pues, el MODELO FRANCÉS no es transplantable a España.

 

3) Si en España no existe una opción anti-inmigración fuerte, se debe a que siempre se ha identificado con los valores de la extrema-derecha y solamente ha podido tener cierta fuerza en Catalunya… gracias a la desvinculación que la PxC ha realizado de la extrema-derecha clásica. Harina de otro costal es si esa opción ha acertado completamente, o bien mantiene ciertos flecos problemáticos. Pero el principio a tener en cuenta es:

 

- no hay espacio político real para una opción de extrema-derecha clásica.

- una opción de extrema-derecha clásica maquillada por el anti-inmigracionismo no es asumible por los grupos sociales más afectados por la inmigración.

- mientras siga existiendo la mezcla extrema-derecha/inmigración, el impacto de esta opción será muy, muy limitada.

 

4) El debate consiste en:

 

a.- o bien se parte del tema de la inmigración y se articula un discurso sencillo, pero contundente en torno a este tema y la opción se configura como “el voto más seguro contra la inmigración”,

 

b.- o bien se parte del “socialpatriotismo” para colocar bajo este rótulo el tema de la inmigración.

 

Descartamos la opción “b”. Motivos:

 

1) Mezcla temas que interesan muy desigualmente a la gente y especialmente a grupos sociales imposibles de conciliar

2) Se identifica demasiado con la extrema-derecha clásica.

3) Crea problemas de definición muy complejos y no fácilmente solubles.

4) Con esta opción no hay forma de distanciarse y destacarse de la “CYA” (Canduela, Ynestrillas, Andrino) o de grupúsculos conflictivos (AN, NR, Diego).

 

La opción “a”, sin embargo, ¿presenta ventajas?:

 

1) es sencilla: “No a la inmigración masiva” y se puede traducir muy fácilmente en consignas de agitación y propaganda

2) se puede concretar en 50 puntos fácilmente asumibles por la sociedad.

3) los grandes partidos no pueden oponerse frontalmente a estos grupos porque los grupos económicos que los mantienen se benefician del proceso de la inmigración y de la globalización.

4) el resto de “socialpatriotas” seguirán con sus historias confusas y vinculadas a la extrema-derecha, seguirán en su aislamiento.

5) permite articular un discurso político muy completo y de cierta envergadura.

6) permite, por sí mismo, un arranque drástico y rápido, contrariamente a los complejos temas habituales al “socialpatriotismo”, difíciles de explicar, llenos de flecos, de matices, de dobles, triples o cuádruples interpetaciones.

7) es un planteamiento presente en la sociedad: “nos han invadido”.

8) finalmente, es un tema que permite irrumpir en las instituciones.

 

Cuando se argumenta entre dos opciones se trata de presentar los pros y los contras de ambas.

 

La opción “a” tiene a su favor el que está más cerca de nuestra práctica política tradicional… pero esa práctica política nos ha reducido a un cero absoluto.

 

La opción “a” tiene a su favor que permite componer un programa político completo… pero ese programa es demasiado complejo, tendrá siempre huecos, se compondrá de temas que resten fuerza al de la inmigración y, finalmente, atenuará su impacto y reconducirá cualquier cosa que se haga a la extrema-derecha clásica.

 

La opción “a” tiene a su favor el que permite decir “nosotros somos los más socialpatriotas, los más antiterroristas, los más antiseparatistas, etc.”… pero quienes se interesan por estos temas votan al PP, y lo seguirán haciendo por siempre jamás.

 

La opción “a” tiene a su favor el que contar con una base mínima de votos, habitual en todas las formaciones de extrema-derecha, 25.000 votos a repartir entre varios… pero esto no es tener “peso político”, sino ser una mota de polvo, una nada absoluta.

 

Así pues, no terminamos de entender esa obsesión en asumir temas complicados, mal definidos, que CONTAMINEN el tema de la inmigración.

 

5) No hay que olvidar LAS TENDENCIAS ELECTORALES DE LA POBLACIÓN:

 

a) El electorado desconfía cada vez más de los partidos políticos.

b) Crece la abstención, crece el voto nulo y crece el voto en blanco.

c) Desde 1977 no hay “partidos convencionales” nuevos.

d) Las últimas elecciones catalanas y en varias convocatorias europeas, los únicos que avanzan son las “opciones monotemáticas” y los partidos-flash.

e) La sociedad europea y española de 2007 no es la francesa de 1983, ni la española de 1977. Hay que construir una opción sobre la base de la realidad de un momento histórico concreto, o la construcción no logrará arraigar nunca en los intereses de las masas.

Y, por todo ello, La situación de la sociedad española es diferente a la de otros países europeos, por tanto, no pueden aplicarse fórmulas estereotipadas fotocopiadas importadas, sino que va a ser preciso buscar una fórmula propia.

 

Nos gustaría saber, realmente, en qué argumentos sociológicos se apoyan otras propuestas organizativas.

 

 

6) Vivimos momentos en los que se alude con frecuencia a “movimientos sociales”, más que a “movimientos políticos”. Y esto implica:

 

a.- Que si un partido político quiere convertirse en opción real (y no limitarse a obtener unos cuentos miles de votos), debe apoyarse en “movimientos sociales” realmente existentes.

b.- Un “movimiento social” es una corriente de opinión compartida por un sector de la sociedad con voluntad de hacer valer sus reivindicciones.

c.- Existen muchas formas de movimientos sociales, ahora bien, el que nos interesa es aquel que considera a la inmigración como un riesgo y un peligro, que valora de forma globalmente negativa el fenómeno y quiere protegerse de él.

d.- A esta corriente le damos en llamar “movimiento anti-inmigración”.

 

Se trata de cristalizar este movimiento antiinmigración es una opción política capaz de llevar sus reivindicaciones a las instancias de poder.

 

Existen otros movimientos sociales que algunos podríamos considerar incluso como “propios”: el movimiento antiterrorista (formado por las asociaciones de víctimas, los foros de denuncia del terrorismo, las asociaciones “por la verdad” sobre el 11-M, etc.), el movimiento antiseparatista (en que hay todo tipo de fundaciones, asociaciones, blogs, incluso estamentos funcionariales), el movimiento en defensa de la lengua, y seguramente podríamos encontrar otros muchos. En Francia existe todo un tejido de este tipo de “redes” sociales que solamente aquí en España irrumpe desde hace 10 años. Buena parte de estos movimientos está capitalizado por el PP y, sin grandes posibilidades de salir de su órbita, al meno en nuestro actual estado de desarrollo. Ignorar esto es caer en el idealismo estéril.

 

Solamente podemos articular, vertebrar, controlar y orientar el “movimiento anti-inmigración” y mucho más en la medida en que:

 

a) Acabará el 2007 con 6.000.000-6.200.000 inmigrantes. El problema solo ha hecho que empezar: a partir del 2009, en el momento más bajo del próximo ciclo económico, no entrarán tantos inmigrantes… pero los que han entrado seguirán reproduciéndose, así que hacia el 2010-2012, con toda seguridad habremos llegado a 10 millones.

b) Los partidos democráticos viven del culto de lo políticamente correcto, ni el PP, ni el PSOE, ni los nacionalistas van a decir gran cosa de esencial sobre la inmigración. Es un tema –y a ver si nos damos cuenta de esto- EN EXCLUSIVA.

 

Tal es la tesis que planteamos. Es una tesis política, pero también estratégica. Y se resume así:

 

- o partido monotemático (y partido-flash)

- o partido (o frente) convencional.

 

O “partido antiinmigración e identitario” o “partido patriótico”. No hay una tercera vía, si lo que se quiere es “hacer política”.

 

Si lo que se quiere es gritar contra los sociatas, pedir que se fusile a los etarras, defender la unidad nacional y clamar contra el terrorismo… eso se puede realizar desde las filas del PP, o desde cualquier grupito activista, no importa. Pero si se mezclan estos temas con la lucha contra la inmigración, éste tema queda “contaminado” e inhabilitado. Y esto –como dijo El Caracol y como dice el IEC- hace que la extrema-derecha siga estando aislada e inhabilite el tema de la inmigración como elemento de movilización de masas.

 

 

 

 

 

 

 

 

LOS DISTINTOS MODELOS ORGANIZATIVOS. PROS Y CONTRAS

LOS DISTINTOS MODELOS ORGANIZATIVOS. PROS Y CONTRAS

Vale la pena pasar revista a los distintos modelos organizativos que están en estos momentos a disposición de nuestro ambiente. No basta con enumerar los distintos modelos organizativos, hay que añadir que no todos los modelos son transplantables y que cuando se aplica un modelo de manera acrítica mecánica, Hay partidos como el Front National que nacieron hace 35 años en otro contexto histórico completamente diferente, o que, como AN, se levantaron sobre un sustrato completamente diferente (el del MSI), que son completamente irreproducibles en España.

Así pues, lo que aspiramos es a realizar una enumeración “crítica” de los modelos organizativos, desde el punto de vista de su aplicación en España. Con este trabajo queremos iniciar un debate sobre los modelos de partido, sus rasgos, y su posible aplicación en España.

 

1. El partido convencional

Se entiende por “partido convencional” es que tiene una estructura idéntica a cualquier otro partido existente en esos momentos en su país. Responde a las características de los partidos políticos surgidos en la posguerra. En ese tiempo los partidos de Europa Occidental se articularon en dos opciones: una de centro-derecha (democracia cristiana en las naciones vencidas y derecha liberal o conservadora en el resto) y otra de centro-izquierda (partidos laboristas, socialistas, socialdemócratas), con terceras fuerzas ocasionales (comunistas, regionalistas, partidos liberales, republicanos, y extrema-derecha) que, o bien permanecían marginadas, o bien inclinaban la balanza hacia el centro-derecha o hacia el centro-izquierda.

En este contexto, partidos como el MSI, el NPD de los años 60 y su precedente el SRP, incluso el Front National, se situaban a la derecha-derecha del sistema político. Su anticomunismo era el factor diferencial más importante y se presentaban como la fuerza más enérgica que luchaba contra el marxismo y la extrema-izquierda. En mayor o menor grado ostentaban posturas “occidentalistas” e incluso “pro-americanas”. En cierto sentido “europeístas”, solían atacar a la “Europa de los Mercaderes”, en beneficio de una “Europa Nación”, generalmente, poco definida y que en períodos electorales desterraban a las propuestas secundarias.

Este modelo de partido ya ha pasado a la historia. El hecho de que sigan teniendo éxito no implica que hoy sea un modelo aceptable: todos fueron fundados en otro tiempo y “arrancaron” con la excusa del anticomunismo. En general, estaban excesivamente ligados a los modelos de los años 30, de los que constituían una actualización, pero seguían manteniendo las referencias históricas que les permitieron hasta mediados de los años 80 (cuando la generación de la II Guerra Mundial tenía ya 60-70 años) tener una base social mínima y estable. A partir de 1985 empezó a ser visible la reducción de esta generación por causas naturales y el hecho de que los modelos históricos ya no suponían gran cosa para las nuevas generaciones.

Con el paso de los años, a partir de 1948, se fueron diversificando los distintos modelos organizativos del partido clásico, hasta aparecer distintas variantes:

 

a) El partido de derecha [modelo 1]

Es un modelo de partido fundamentalmente anticomunista y proamericano, un producto propio de la guerra fría. El hecho de que dentro de sus filas existieran distintas sensibilidades, algunas próximas a los modelos históricos, otras más próximas a las sofisticaciones tradicionalistas y monárquicas, etcétera, no implica que la línea dominante no fuera un populismo de derechas. Habitualmente, las secciones juveniles de estos grupos eran más radicales que el partido mismo, y parte de la base era movilizada por ideales “históricos”. La dirección incorporaba a estos elementos (partidos como el MSI fueron siempre “partidos con tendencias”) pero bajo una presidencia (como en el caso de Arturo Micchelini secretario general del MSI anterior a Giorgio Almirante) específicamente derechista. En países como Italia en donde la DC se orientaba hacia el centro y partidos menores como el PLI o el PNR estaban próximos a la derecha, el MSI encontró un hueco que durante años se cerró al Front National francés, especialmente antes de que la inmigración fuera considerada como problema, dado que existía un fuerte movimiento gaullista de derechas. En España, AES aspira a ocupar este puesto, sin advertir que el PP tiene un ala derecha extraordinariamente fuerte que solamente podría ser desbancada en un momento de crisis de este partido. Lamentablemente para el proyecto AES, el PP goza de buena salud.

 

b) El partido de derecha nacional [modelo 2]

La derecha nacional es la “apertura” de un partido de derechas hacia sectores nuevos situados en sus flancos políticos. En el caso del MSI, la apertura se realizó hacia “su derecha inmediata” (integrando a los monárquicos del PDIUM), hacia “su izquierda inmediata” (agrupando a jueces caracterizados por su labor anti-comunista, a algunos democristianos independientes y, especialmente hacia funcionarios policiales y militares). En otras formaciones como el FN francés (que puede ser considerado como “de derecha nacional”) el proceso se produjo de otra manera incorporando a personalidades de la “nueva derecha” cultural y personajes del gaullismo (incluido uno de los hijos del propio general De Gaulle). La derecha nacional, insiste en el “factor nacional” como garantía para combatir al “enemigo” (ayer el comunismo, hoy la inmigración masiva). A partir del “hecho nacional” se realiza un discurso cuya última tendencia es a ser “identitario”. En España, el partido de la derecha nacional hubiera sido DN de no haber frustrado su actual presidente cualquier posibilidad de salir de la etapa subgropuscular.

 

c) El partido nacional-liberal [modelo 3]

Aparece en determinados momentos y logra cuajar en algunos países. En Italia, en 1976, dentro del MSI se produce la escisión de los “nacional-liberales” de “Democrazia Nazionale”. No es el único caso: en los años 60, cuando se producen los sucesos de la descolonización de Argelia, algunos de los grupos que animan la OAS y, especialmente su “frente político”, son, en buena medida, “nacional-liberales”, como Georges Bidault. En un período posterior, los “republikaner” alemanes tenían una connotación similar y otro tanto cabría decir del FPÖ cuando entró Haider. Las características de estos partidos serían, un cuidado extremo en desvincularse de cualquier modelo histórico, considerar solamente la posibilidad de estructurar y apoyar a gobiernos de derecha, hurtándoles de la tentación centrista. En España actualmente, el residuo de esta corriente sería el PADE, escisión del PP, sin olvidar que algunos elementos que participaron en la fundación de AP podían considerarse también de esta corriente (Martínez Esteruelas, Licinio de la Fuente, etc.). El éxito de esta corriente en España puede medirse por las dimensiones del PADE actual…

 

d) El partido histórico [modelo 4]

Desde 1945, a pesar de la derrota de las fuerzas del eje, algunos de sus partidarios no renunciaron a asumir otra fisonomía exterior y, a pesar de las prohibiciones legales existentes en Italia, Alemania y Austria, se organizaron con la misma imagen y fisonomía que habían tenido siempre. En España, por las circunstancias propias del franquismo, se produjo una evolución completamente distinta. Falange Española siguió actuando políticamente como parte del “partido único” y, al mismo tiempo, algunas fracciones “disidentes del Movimiento” (en la nomenclatura de la época) prosiguieron con los mimos hábitos, formas, rituales y nomenclatura de la pre-guerra. Esto se ha mantenido hasta nuestros días. De hecho, ha existido una contradicción entre la situación europea (en donde el “modelo histórico” ha sido residual) y la situación en España (en donde el “modelo histórico” ha sido mayoritario hasta finales de los años 70). Resulta evidente que en las actuales circunstancias los “modelos históricos” en este momento son lastres que desvían lo esencial de las discusiones hacia terrenos que nada tienen que ver con la actualidad.

 

2. El Frente Nacional [modelo 5]

Empecemos por afirmar algo que puede parecer paradójico: el Front National, hablando con propiedad, no es un “frente nacional”, sino un partido unitario. Lo fue solamente en el primer año y medio de existencia cuando Alain Robert, secretario de Ordre Nouveau, lanzó la idea de agrupar a “nacionales y nacionalistas”, dentro de un “frente”. La llamada fue dirigida especialmente a Jean Marie Le Pen y la pequeña formación que dirigía, así como al GUD que no era sino el grupo estudiantil de ON. Cuando el gobierno francés aprovechó incidentes provocados por la extrema-izquierda para disolver a la LCR y a ON, ahí acabó la estructura frentista del FN. A partir de ese momento, se trató de un “partido unitario” que, en algún momento, tuvo “tendencias” internas, sin que aparecieran como tales en congresos. Un “frente” es otra cosa: es una unión de grupos convergentes que aceptan adoptar la misma estrategia y adoptan un mismo programa político. Frente Nacional sería, por ejemplo, el “Frente Nacional por la Argelia Francesa” (en 1960), el Fronte Nazionale del Comandante Borghese formado por distintos grupos italianos a finales de los 60, las iniciativas Alianza Nacional del 18 de Julio en 1977 y la Unión Nacional en 1979. Para que un “frente” tenga la más mínima viabilidad, precisa que todas sus fracciones o al menos alguna de ellas, se encuentren en período de crecimiento. Si no se da esa circunstancia, resulta difícil que logre cristalizar.

 

3. El partido activista

Han existido siempre, fundamentalmente estructurados por jóvenes. Algunos han logrado tener cierta cualificación política y en otras no ha pasado de ser una aventura de adolescentes. También ha ocurrido que tuvieran una deriva terrorista. En los años 60 y 70 estos grupos recibieron el nombre de “extra-parlamentarios”, indicando su desprecio por las instituciones y su desconfianza por los mecanismos representativos, así como su intención de combatir a las instituciones. Se trata de grupos de escasa entidad numérica y una débil implantación territorial que suplen mediante un activismo frenético y difícilmente sostenible a medio plazo. Con el repliegue a lo personal y el desinterés creciente por la política que se produce a partir de los años 80, los grupos activistas han ido desapareciendo progresivamente, salvo como anécdota. El rasgo esencial de este tipo de gropúsculos es el maximalismo en cuanto a los objetivos y a las propuestas, un radicalismo extremo, poco comprensible para la población y una orientación fanáticamente antiyanqui que les lleva a considerar “aliados” a cualquier partido de cualquier parte del mundo que mantenga posiciones del mismo tipo. En España, hay muchos candidatos para ocupar esta franja, pero, sin duda, en la temporada 2006-7, AN es el arquetipo. De todas formas, para extremar el análisis, también es posible clasificarlos en tres categorías:

 

a) El “partido degradado” [modelo 6]

Parafraseando las categorías de la administración norteamericana para catalogar a los países hostiles, podemos decir que existen “partidos frustrados” y “partidos canallas”: los primeros serían aquellos partidos que nacieron con vocaciones de convertirse en “algo serio”, pero que se quedaron por el camino. O bien, partidos que avanzaban y, bruscamente, caen en manos de aventureros sin escrúpulos o de individuo que de política no entiende ni la “p”. Son los casos de la DN de Canduela o de La Falange de Andrino.

 

b) El “partido inmaduro” [modelo 7]

Existen partidos que no todavía no han alcanzado el grado de maduración suficiente como para poder ser tomados en consideración. Cuando un “partido inmaduro”, permanece mucho tiempo en ese estadio, pierde la posibilidad de avanzar, demuestra su incapacidad para completar aquellos elementos que le faltan para ser considerado “partido maduro”. Cuando un partido permanece durante más de siete años en ese estadio (lo que implica participar en dos ciclos electorales) pasa del estadio de “inmaduro”, al de “frustrado”.

 

c) El “partido radical” [modelo 8]

Es el que basa todo su programa en un maximalismo revolucionario que lo hace sensiblemente diferente de cualquier otro. En el caso italiano, en este momento tenemos distintos aspirantes a ocupar esta plaza, de la que, sin duda, Forza Nuova es el más firme candidato, a corta distancia del Fronte Sociale Nazionale. No se trata de una catalogación “doctrinal” o “ideológica”, sino fundamentalmente “programática”. Existe un deseo de elaborar una “ideología cerrada” a partir de la cual se inicie un crecimiento progresivo, lento y durante un período indefinido, asentado siempre sobre bases ideológicas y programáticas precisas. El MSR sería otra formulación de este modelo.

 

4. La Plataforma Cívica

El primer despunte de una plataforma de este tipo se produjo en las elecciones generales holandesas de 2002, cuando emergió el fenómeno Pym Fortuyn. En España, la Plataforma per Catalunya e Iniciativa Habitable se aproximan a esta formulación. Se trata de partidos surgidos ya en el siglo XXI y que, por tanto, cuando tienen éxito es que han sabido interpretar la situación histórica del momento y se han mostrado capaces de aislar los grandes riesgos y las necesidades de una parte sustancial de la población. Se trata de partidos “monotemáticos”, parten de un solo fenómeno para ser extremadamente claros y concisos en las propuestas que presentan a la sociedad. El problema que identifican es el de la inmigración. Además, son conscientes del descrédito de la clase política y de los modelos de partido surgidos con posterioridad a 1945 (en España 1975), no aspiran a tener la misma estructura ni configuración, sino que, en realidad, son un “anti-partido” que desafía los modelos tradicionales. Esto atrae la atención de los medios y la opinión pública sensible al tema preferente utilizado por este modelo. Se presenta bajo la configuración de “ciudadanos que acuerdan unirse ante un problema concreto”. Existen dos tipos:

 

a) El “partido-flash” [modelo 9]

Partido monotemático, basado en la unión de ciudadanos libres para combatir el problema de la inmigración masiva. Irrumpe con un tiempo muy breve de preparación, sin grandes medios, pero con ideas nuevas, responde a las condiciones de un momento dado, busca un hueco a perforar entre las opciones tradicionales y cuando lo encuentra experimenta un éxito inmediato que lo sitúa entre las “opciones que cuentan”. Es el caso de Ciutadans y de la aparición de la PxC en Catalunya. Habitualmente, se caracteriza por ser duro y radical en las propuestas, y moderado en las formas. Esa combinación encuentra eco entre los electores a los que va dirigido el mensaje. Si el partido-flash quiere prolongar y ampliar su influencia, poco a poco, va a tener que ir ampliando sus propuestas, forjando unos principios doctrinales y un programa político.

 

b) El “partido-plano” [modelo 10]

Es una plataforma cívica (u ocasionalmente un partido convencional) en la que los rasgos diferenciales y la “personalidad” del partido están muy atenuados. Se busca moderación en las propuestas, moderación en las formas, moderación en el lenguaje, moderación en el programa, moderación en la formulación de soluciones, moderación en las intervenciones públicas, etc… finalmente, la opción resulta tan gris, que no suscita el más mínimo entusiasmo ni interés por parte de su clientela natural. De ahí que se le llame “partido-plano”: no destaca en nada, adolece de falta de rasgos diferenciales e “ilusionantes”. Todo parece marketing y concesiones a lo políticamente correcto. Son los republikaner posteriores a la dimisión de Schonhübber, es el partido formado por Haider tras escindirse del FPÖ, es la Plataforma Pym Fortuyn posterior al asesinato de su fundador, etc. Y, en España, el PADE inmediatamente posterior al haberse escindido del PP, es la muestra de un partido que, al carecer de rasgos diferenciales, le resulta imposible reivindicar un espacio propio que le corresponda de forma indiscutible.

¿QUÉ OCURRIRÁ EN LAS ELECCIONES MUNICIPALES?

¿QUÉ OCURRIRÁ EN LAS ELECCIONES MUNICIPALES?

Estamos a cuatro meses de las elecciones municipales. Cuatro meses. A estas alturas parece difícil obtener resultados positivos. Y no creemos que ninguna de las formaciones de extrema-derecha clásica, salvo sorpresas, pueda obtener el más mínimo resultado. Ni siquiera está claro si estas opciones estarán en condiciones de presentar candidaturas o si juzgarán que no vale la pena embarcarse en aventuras electorales de dudoso futuro. Queremos presentar unas notas sobre la perspectiva que se va a abrir cuando se consuma la última uva de 2006.

UNAS CICLO ELECTORAL SIN AVANCES SUSTANCIALES

Hoy existen más partidos de tipo patriótico que hace cuatro años. En su mayoría, lejos de avanzar, estos partidos, después de alcanzar “máximos históricos” (DN en 2004, La Falange en 2005), han sufrido tensiones internas que, en el caso de DN los ha privado de los elementos más capaces y de las delegaciones más activas y en el caso de La Falange, la organización se ha partido en dos.

Así mismo, en este ciclo que concluirá con la convocatoria de las elecciones municipales de mayo, hemos visto como nacían algunas opciones nuevas (AES y AN). Ninguna de ellas se ha convertido en “dominante” o ”determinante”.

Un tercer pelotón prácticamente no ha variado su situación en los últimos cuatro años: tanto el MSR como FE-JONS, están, más o menos, en la misma situación que hace cuatro años. Los avances han sido canjeables con los retrocesos. Y lo mismo cabría decir del ámbito NR que sigue siendo una constelación de grupos, personas y webs sin capacidad para operar políticamente.

Los progresos que han realizado algunos sectores (como PxC o IH) se deben a que se han deshecho de los lastres de extrema-derecha y han logrado tener una imagen de marca alejada de todos los problemas y la mala imagen inherente a este sector político. En el caso de E2000, los avances hasta ahora se han limitado al Reino de Valencia. Así mismo, es evidente que en el terreno metapolítico,

LOS PACTOS INVIABLES

Las direcciones de los distintos partidos se van a enfrentar a un drama en el mes de mayo: ¿qué hacer? Hay pocas opciones y, sobre el papel, ninguna de las combinaciones parece viable.

AES presentará sus candidaturas, como mínimo en Madrid, intuyendo que ahí es donde puede obtener mejores resultados. MSR todavía no ha hecho público en donde presentará candidaturas, pero, como en el caso de DN tampoco parece probable que estén en condiciones de presentar candidaturas muy diferentes a las de hace cuatro años, en el caso de DN, seguramente, menos y con menos posibilidades de obtener resultados.

De los grupos falangistas cabe decir exactamente lo mismo. FA, por ejemplo, presentará candidatos en los mismos lugares que hace cuatro años, no parece probable que, a la vista del estancamiento del partido, en este período, estén en condiciones de ampliar su oferta electoral. Así mismo, vale la pena tener presente que los pocos concejales que le quedan a FA, son restos de anteriores experiencias políticas, más que “logros” de esta organización.

En cuanto a AN no parece probable que presenten candidaturas y, en cuanto a los NR, como máximo apoyarán las candidaturas del MSR.

En cuando a E2000, presentará candidaturas en los principales pueblos del Reino de Valencia, especialmente en las provincias de Valencia y Castellón. PxC, por su parte, presentará 30 candidaturas en Catalunya, algunas de ellas con garantías de obtener buenos resultados e IH presentará un número de candidaturas sin especificar, especialmente en Alcalá de Henares. Estas tres opciones se presentarán por separado y en zonas en las que no van a solapar sus ofertas.

CAMBIAR DE ACTITUDES PARA SUPERAR EL ESTANCAMIENTO

Como máximo, y ni siquiera esto es evidente, los distintos partidos intentarán no presentar más de una candidatura “patriótica” en cada demarcación electoral. Pero esto es poco, sobre todo porque implica que una candidatura “trabaja” y el resto “descansa”…

¿Se puede llegar a algo más? Difícilmente. En primer lugar, porque las desconfianzas entre los distintos partidos son de tal nivel que impiden cualquier tipo de cooperación. En segundo lugar, por que existe la percepción de que si unas formaciones colaboran con otras, perderán su especificidad. En tercer lugar porque, un ambiente político que desde hace treinta años no termina de superar la marginalidad, se ha ido acostumbrando a experimentar fracaso tras fracaso, sin que esto suponga un trauma insuperable. Y esto es, realmente, una deformación: el fracaso debería llevar a la disolución. Un partido político no puede permanentemente experimentar fracaso tras fracaso y no preocuparse por renovar temas, orientaciones y planteamientos.

Lo que parece evidente y difícilmente es que los partidos que han experimentado un avance relativo (como PxC o IH en Alcalá) lo han realizado distanciándose del pelotón de la extrema-derecha…. Algo que no puede eludirse como dato esencial. La opinión pública española percibe a la extrema-derecha como algo excesivamente vinculado a etapas “negras” no muy lejanas (la violencia de la transición, el 23-F, episodios de violencia vinculados a individuos que todavía no han terminado de desaparecer del ambiente, signos del antiguo régimen, etc…) y, por tanto, esa extrema-derecha no puede aprovechar los avances realizados en otros países. Esto sin olvidar que, existe una falta endémica de cuadros políticos y que los “caladeros” habituales en donde estos partidos captaban militantes y votos (los ambientes procedentes del franquismo sociológico), ya están completamente agotados.

Renovación de temas, variación de los rasgos que hasta ahora han sido característicos de nuestro ambiente, formas distintas de actuación, otra imagen, otra práctica política… todos estos elementos son necesarios para “despegar”. No hay renovación. No hay despegue. En otras palabras, ocurre como una ley física, que cuando se dan las mismas circunstancias de presión y temperatura, se produce siempre el mismo efecto, Mientras persistan los mismos usos y prácticas, el lastre seguirá impidiendo volar.