Vamos a hablar de Ricardo Sáenz de Ynestrillas. No de su padre. Víctimas del terrorismo ha habido varios miles, pero solamente hay un Ricardo Sáenz de Ynestrillas. No nos preocuparíamos de Ynestrillas hijo, si no fuera porque un par de cretinos han enviado sendos post poniendo en duda las informaciones vertidas sobre Ynestrillas. Es con profunda náusea que escribimos estas líneas. La trilogía de individuos impresentables, se completa con Ynestrillas, codo a codo con Andrino y Canduela. No en vano, los tres se encontraron en el congreso de la fracción de Andrino en Octubre pasado. Vamos a centrarnos en tres episodios.
PRIMER EPISODIO: TIROTEO CONTRA UN CAMELLO
Copiamos literalmente la noticia publicado en EL MUNDO, 28 DE NOVIEMBRE DE 1997:
“Ynestrillas, acusado de homicidio frustrado Según la juez, el líder ultraderechista se subió al capó del coche de su víctima y le disparó seis tiros por haberle negado un gramo de cocaína.
MADRID.- La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda acusa al líder ultraderechista Ricardo Sáenz de Ynestrillas de homicidio frustrado y tenencia ilícita de armas, según consta en el auto de procesamiento emitido por la juez y al que ha tenido acceso EL MUNDO.
Los hechos por los que ha sido procesado el líder ultra se produjeron el pasado 30 de septiembre en la localidad de Majadahonda.
Según precisa la juez en el auto, Sáenz de Ynestrillas se encontraba en un pub de Pozuelo de Alarcón cuando llegaron al local un amigo suyo y su novia. Junto a ellos se tomó dos copas de whisky. Posteriormente, se trasladaron a una discoteca de Majadahonda.
En este local se reunieron con otros dos amigos de los anteriores. Junto a ellos, el líder ultraderechista volvió a consumir whiski.
Transcurridos aproximadamente 45 minutos, llegó al establecimiento Vicente F. S., con quien Ricardo Sáenz de Ynestrillas mantuvo una discusión. Ya fuera del local, en plena disputa, el dirigente ultra le dijo que le diera un gramo de cocaína. Ante la negativa de Vicente, Ynestrilas se enfureció, «le dio un cabezazo al tiempo que le sujetó del cuello y le apuntó con una pistola en la sien», según recoge el auto.
Ante esta situación, las personas que estaban fuera de la discoteca, entre las que se encontraban los amigos de Sáenz de Ynestrillas, intentaron separarlos, momento que fue aprovechado por Vicente para introducirse en su vehículo. La víctima intentó huir del lugar de la agresión pero no lo logró, «puesto que Ricardo Sáenz de Ynestrillas se había subido encima del capó del vehículo y desde allí le apuntaba con una pistola del calibre nueve milímetros corto, con la que efectuó seis disparos en dirección a la víctima a través del parabrisas delantero».
Según los informes médicos, Vicente recibió dos impactos de bala, uno directo que se le alojó en el antebrazo derecho y otro de rebote, en la zona maxilar izquierda, produciéndole la pérdida inmediata de dos molares superiores.
Según el relato realizado por la juez, la víctima intentó huir y de hecho logró arrancar su vehículo, pero recorridos unos 300 metros lo detuvo, debido a su estado físico, fue trasladado al ambulatorio de la localidad madrileña por dos personas que se encontraban en ese momento en el lugar de los hechos.
Ricardo Sáenz de Ynestrillas abandonó el lugar y fue detenido días después cuando se presentó ante la Guardia Civil en la localidad de Tres Cantos, a donde acudió después de tener noticia de que se le intentaba localizar.
El líder ultraderechista, en sus declaraciones ante la juez, no reconoce los hechos que se relatan en el auto de procesamiento. Asegura que la noche del tiroteo estuvo cenando con unos amigos en el restaurante El Faro, en Madrid. Afirma también que después de la cena regresó a su domicilio.
El arma utilizada presuntamente por Ricardo Sáenz de Ynestrillas no ha sido localizada todavía por los investigadores de este caso. Se da la circunstancia de que Ynestrillas carece de licencia y, además, niega haber poseido ningún arma.
El líder ultraderechista, que fue absuelto en el juicio por el atentado contra varios dirigentes de Herri Batasuna en el que murió Josu Muguruza, se encuentra en libertad provisional bajo fianza de un millón de pesetas”.
http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1997/11/28/nacional/326939.html
Aquí no estamos hablando del atentado contra Muguruza o de hacer turismo-provocación en Vitoria, San Sebastián, Catalunya, Gibraltar, etc. Aquí estamos hablando de un ataque contra un camello que se negó a facilitarle cocaína fiada. Resultado: tiros en el parking, con la consiguiente condena penal. ¿”Montaje del sistema”? Si claro, y en el mercado venden habas…
Ynestrillas en aquel momento era un líder de un grupúsculo sin importancia, de los muchos que ha habido en la extrema-derecha española. AUN, en el momento del tiroteo ya había entrado en crisis y no interesaba más que a un par de docenas de afiliados.
¿Es posible creer que alguien se tomaría la molestia de conseguir que funcionarios policiales, el juez de guardia, el juez instructor del caso, la prensa, y finalmente, el Tribunal Supremo que ratificó la sentencia, etc, todos conspiraran contra el lidercillo de un grupúsculo de mala muerte? Por favor… hace falta ser idiota, o ser Ynestrillas para atreverse a dar esa explicación.
¿Vale la pena contar algo más de este lamentable episodios? No, desde luego. La sentencia es pública y quien aspire a saber algo más sobre este bochornoso caso, no tiene nada más que acercarse al juzgado que figura en la noticia.
Pero, de todas formas, si añadiremos algo más: Ynestrillas no puede decir que el “ambiente” le había abandonado. Unos camaradas pegaron fuego al almacén del juzgado en el que estaba depositado el sumario. Otros, tuvieron toda la noche las cintas de vídeo del parking en donde se produjo el tiroteo, rodeadas de imanes a fin de desmagnetizarlas cuando el juzgado que instruía el caso, las solicitó. Daba la casualidad de que un antiguo militante del Frente de la Juventud estaba a cargo de la seguridad del lugar.
Se hizo todo lo posible por que Ynestrillas no fuera a parar con sus huesos a la cárcel. Pero las pruebas eran tan abrumadoras que resultaba imposible sustraerlo a una condena penal. Así que Ynestrillas entró en la cárcel… y salió como si nada hubiera ocurrido. Todo era una “maniobra del sistema”.
En la edición de El Mundo correspondiente al 3 de noviembre de 2001, se daba cuenta del ingreso de Ynestrillas en la cárcel para cumplir la condena. Destacamos solamente unos pocos párrafos:
“Sáenz de Ynestrillas obligó a su víctima a salir de la discoteca y, cuando cayó al suelo, le puso una pistola en la sien. Entonces intervinieron otras personas y el joven aprovechó para entrar en su coche y marcharse, momento en que Sáenz de Ynestrillas se subió al capó del vehículo y efectuó seis disparos. Uno de ellos impactó en el antebrazo derecho de la víctima y otro, de rebote, le hizo perder dos dientes, mientras que los cuatro restantes los pudo esquivar.
La Audiencia Provincial de Madrid le condenó a siete años de cárcel por el intento de homicidio del joven que se negó a darle la dosis de droga gratis y por tener en su poder un arma sin la correspondiente licencia. El pasado 24 de septiembre, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo rechazó el recurso que había planteado su abogado y confirmó esa condena, por lo que ayer tuvo que ingresar en prisión”.
http://www.elmundo.es/papel/2001/11/03/madrid/1067742.html
Así que Ynestrillas se encaminó hacia el segundo episodio lamentable y peripatético.
SEGUNDO EPISODIO: DOS ATRACOS A BARES NOCTURNOS
Noviembre de 1999 fue un mes particularmente agitado para Ynestrillas. Poco antes del 20-N protagonizó un episodio del que luego daremos algunos datos en tanto que testigos directos. Cuatro días después, protagonizada dos lamentables incidentes, de los que dio cuenta la edición de El Mundo de 1 de diciembre de 1999. Sorpréndanse, por esta “nueva provocación del sistema”:
“Ynestrillas, detenido por agresión y robo tras estar cinco días huyendo de la policía
MADRID.- El controvertido líder del partido ultraderechista Alianza por la Unidad Nacional (AUN), Ricardo Saénz de Ynestrillas, ha vuelto a dar con sus huesos en la cárcel.
Ynestrillas fue detenido ayer por la policía, tras cinco días en busca y captura, acusado de robar dos bares. Según indicaron a este periódico fuentes policiales, Ynestrillas se presentó por la mañana en la comisaría de Arganzuela, acompañado de su abogado. La policía tenía contra él una orden de busca y captura del juzgado por el presunto atraco a dos establecimientos durante la noche del pasado miércoles.
Ynestrillas rechazó ante la policía las acusaciones de agresión y robo. Sin embargo, los agentes, tras oírlo en declaración, lo arrestaron. Por la tarde, el presidente nacional de AUN fue trasladado en un coche patrulla a los juzgados de la plaza de Castilla donde quedó a disposición del magistrado de guardia, según indicaron fuentes policiales.
Todo partió de las denuncias realizadas por los dueños de dos bares, que identificaron a Ynestrillas como uno de los hombres que los agredió y les robó en sus locales.
El primer hecho ocurrió a las 23.30 horas en el bar Las Descalzas, situado en la plaza del mismo nombre. Dos hombres comenzaron a amenazar a un empleado, requiriéndole el dinero de la caja. Al negarse, uno de los ladrones lo golpeó. Agredió también a dos clientes y consiguió hacerse con 5.000 pesetas.
Tras huir de aquí, los dos individuos planearon un segundo atraco; a éste se sumaron otro hombre y dos mujeres. Sobre las 0.30 horas, el grupo entró en el pub Todo Madrid, situado en la Plaza del Conde de Toreno. Según el relato del dueño del local, cuando llevaban una hora tomado una consumición, uno de los hombres le dio un puñetazo. Este se acercó como pudo a la puerta para pedir ayuda, pero el mismo individuo se lo impidió cuando sacó un arma de fuego y disparó al techo. Luego sustrajo 60.000 pesetas de la caja.
El grupo huyó en un Citroen AX, pero la víctima pudo anotar la matrícula del vehículo.
Los propietarios de los dos bares han identificado a Ynestrillas como uno de los ladrones”.
http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1999/12/01/madrid/782198.html
Episodio desagradable donde los haya. Se trata de dos atracos del peor estilo, de esos que hoy cometen a docenas delincuentes llegados de todas las nacionalidades. Los dos contienen episodios de violencia gratuita. En los dos el único fin es la pasta. En ambos, Ynestrillas es reconocido sin sombra de dudas.
Hay detención, testigos, juicios, recurso y condena… ¿también aquí todos los implicados son cómplices de un “montaje del sistema”?
TERCER EPISODIO: EL ASALTO A LA SEDE DE D.N.
Pocos días antes de esos desgraciados atracos, Ricardo Sáenz de Ynestrillas, en persona y en complicidad con otros seis elementos de su banda, entre ellos, Pedro Pablo Peña, asaltó utilizando métodos propios de un delincuente consumado, la sede de Democracia Nacional en la Avda. del General Perón. Estaban presentes, el presidente de DN en la época, Pérez Corrales, el Secretario General, Pedro Alonso, Ernesto Milà, que entonces todavía no había ingresado en el partido, otro militante hoy en las filas del MSR y entonces en la tendencia Vértice de La Falange, y otros dos militantes más.
El episodio tuvo lugar en el marco de la iniciativa del “foro de reflexión” en la que se trataba de montar un frente nacional. Ynestrillas sospechaba –y con razón- que se le iba a decir que él no era la persona más indicada para encabezar una candidatura. Dentro de la sala estaba Peña, Ynestrillas y un tercer miembro de AUN. En un momento dado, éste miembro pretextó que tenía que ir a buscar algo que había olvidado en el coche. Cuando llamó para que le abrieran, entraron con él seis encapuchados con el habitual pasamontañas de ETA…
Ynestrillas y dos secuaces de su banda, se llevaron a Milà a otra sala en donde le estuvieron golpeando, Pérez Corrales también fue agredido… Después de 10 minutos de esta situación, se retiraron sin que quedara claro ni lo que pretendían ni a qué aspiraban. Pedro Pablo Peña, aspiraba a que la reunión prosiguiera como si tal cosa, el propio Milà le dijo que estaba todo hablado y que no quedaba nada más de qué hablar…
También aquí COMO EN TODOS LOS EPISODIOS ANTERIORES, no faltan testigos dispuestos a confirmar que todo esto es rigurosamente verídico. Al día siguiente tenía lugar el 20-N. No se presentó denuncia inmediata por lo mangante de la acción, pero cuando se estaba a punto de reconsiderar esta posición y presentar la consiguiente denuncia… Ynestrillas resultó detenido por el atraco a los dos bares.
Lo más lamentable de todo esto es que, uno de los interlocutores del foro de reflexión era… Martín Ynestrillas, el cual desconocía completamente la enloquecida acción que acababa de protagonizar su hermano y preguntaba por correo electrónico qué tal había ido el encuentro… Lamentamos mucho en aquella ocasión tener que confirmarle quién era su hermano y cuál era su problema: pupilas extremadamente dilatadas, frases incoherentes, agresividad psicópata… a huevo visto, macho seguro: colocón cocaínico. Cuatro días después, lo dos atracos confirmaban la evidencia.
Las seis personas presentes y agredidas ¿también eran “agentes del sistema” ansiosos de cortar el vertiginoso ascenso de Ynestrillas… ¡por Dios! Si Ynestrillas en aquel momento era el mismo cadáver político que hoy.
EL PROBLEMA VENÍA DE LEJOS: 29 DE DICIEMBRE DE 1995
Ese día, El Mundo publicaba una noticia que ya hacía presagiar todo lo que iba a producirse en los años siguientes. El título del artículo era: “Ynestrillas, detenido por la Policía tras agredir a dos jóvenes a los que confundió con insumisos”. Los interesados en este episodio pueden recurrir a http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1995/12/29/nacional/74359.html en donde encontrarán el texto completo del artículo. Al día siguiente, 30 de diciembre de 1995, se publica una ampliación de la noticia. Muy en su línea de protagonizar incidentes desagradables, el artículo se titulada: “Los dos agredidos por Sáenz de Ynestrillas eran niños de 14 años”. Al parecer, Ynestrillas confundió a los dos niños con insumisos… Los insumisos habían apedreado la sede de AUN y apareció la policía: “A los pocos minutos del suceso, dos agentes de la Unidad de Intervención Policial (antidisturbios) que intentaban disolver la manifestación, observaron como un individuo golpeaba violentamente contra la pared a dos jóvenes en la calle Farmacia. Los agentes procedieron al arresto del agresor que resultó ser Ricardo Saénz de Ynestrillas. Fue conducido a la comisaría de Centro donde estuvo varias horas detenido hasta que se realizaron las diligencias policiales y se le puso en libertad. Los agredidos resultaron ser dos menores de 14 años, Rubén y Santiago L.F., que se dirigían al videoclub de la calle Fuencarral cuando fueron abordados y agredidos supuestamente por el líder ultraderechista, según confirmó ayer a este periódico el padre de una de las víctimas, Manuel L.P. «Los chicos se iban a alquilar una cinta de vídeo a la tienda cuando se vieron envueltos en la manifestación. De repente una persona se les echó encima y comenzó a golpearles. Mi hijo ni lo vio llegar, sitió un gran golpe y cayó al suelo y, antes de que pudiera darse cuenta, el agresor ya le había dado varias patadas», explicó Manuel L.P., que prefiere guardar el anonimato «por seguridad». A su hijo, Santiago, se le rompieron las gafas (seis dioptrías) de uno de los puñetazos. Su amigo, Rubén, también recibió numerosos golpes en la barbilla y en el ojo. «Mi hijo no puede identificar a quien le pegó, pero su amigo sí lo vio bien. Era Ynestrillas», indicó Manuel que hizo hincapié en que se trata de dos niños de 14 años”…
Como los episodios que hemos recordado anteriormente, éste también, es particularmente desagradable y odioso. El artículo terminaba así: “En cuanto a la edad de las supuestas víctimas, Ynestrillas indicó que «eso no me dice nada, ya que la mayoría de insumisos y "punkies" tienen entre 14 y 15 años y no por eso dejan de ser violentos».” El artículo completo puede leerse en http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1995/12/30/nacional/74593.html
No hemos encontrado más informaciones sobre este episodio. Ni sabemos si hubo juicio de faltas, pero de lo que no podemos dudar es de que el episodio se produjo realmente. Ynestrillas, pilló a dos chavales de 14 años y los tomó por “peligrosos adversarios políticos”…
¿Y LA ACCIÓN POLÍTICA? ¿QUÉ PASA CON LA POLÍTICA?
Ay, la política. ¿Hay algo de política en todo esto? No la vemos por ningún lado, francamente. Pero Ynestrillas se hizo la foto de rigor con Le Pen en el congreso del Front de 1997. Además sabemos que AUN protagonizó incidentes provocadores en varias provincias vascas, en Catalunya y en Gibraltar. ¿Qué se puede pensar de todos estos episodios?
Algo muy sencillo: provocaciones. Inevitablemente, todas estas expediciones al País Vasco o a Catalunya se desarrollaban siempre de la misma forma: se llegaba allí, se daban unos cuantos gritos de ritual, se salía protegido por la policía y quedaba atrás un rosario de incidentes entre la policía y la izquierda abertzale. A esto no se le llama “acción política”. Se le llama PROVOCACION. Y en el curso de estas provocaciones se han quemado varias decenas de militantes.
¿Acción política? En Barcelona estaba convocado un mitin de Ynestrillas en el Expo-Hotel. Acudimos a las 11:00 de la mañana del domingo unos cuantos camaradas… en aquel momento, la delegación de AUN de Barcelona estaba constituida por ADES (los antiguos de Fuerza Nueva y hoy en AES) y dirigida por el malogrado Pepe Fernández Ruiz. El único que no llegaba fue Ynestrillas. Venía de Valencia… llegó tres horas después. Pero esta no era la única falta de respeto hacia sus camaradas. Peor fue cuando se empeño en tomar la palabra ante las 15 personas que quedábamos… su estado era lamentable, su discurso incoherente y si alguno estábamos tentados de votar a su partido, en aquel momento nos convencimos de que lo que necesitaba no eran votos, sino ayuda.
Ynestrillas nunca fue un “fenómeno político”. Su AUN nunca adquirió dimensiones de partido y siempre siguió siendo un grupúsculo inestable, del que se separaron Corral y Arias por motivos muy concretos que a ellos les compete explicar. Ynestrillas nunca fue “político”… ni lo es hoy. Ynestrillas fue un aventurero de pocas luces que explicaba en ADES que “los mozos de escuadra son el embrión del ejército independentista de Catalunya” y otras lindezas por el estilo… Un completo analfabeto político.
Cuando en septiembre de 1999 se estaba estudiando la posibilidad de montar una candidatura unitaria en Catalunya entre todos los grupos, Ynestrillas se desplazó a Barcelona. En el curso de la reunión celebrada en el local de AES, se produjo un alto para tomar algo en el bar. En ese momento, Ynestrillas agredió a uno de los representantes de Falange Español Independiente dentro del local de AES… Este episodio no es excesivamente relevante, salvo como síntoma. Entre otros asistentes a la reunión se encontraban Enrique Moreno y Ernesto Milà.
En la mayoría de episodios que hemos relatado hasta aquí, la violencia ocupa un espacio central: violencia contra un traficante que se niega a fiar cocaína, violencia contra los propietarios de dos bares atracados, violencia contra dos niños de 14 años, violencia en el asalto al local de DN, violencia en el local de AES de BCN… violencia, violencia, violencia, siempre violencia, solo violencia, nada más que violencia. ¿Política? No, política no, aventurerismo en el País Vasco, en Catalunya, en Gibraltar, episodios poco meditados en los que se ha puesto en peligro la integridad y la seguridad de camaradas jóvenes y con poca experiencia, se les ha embarcado en acciones irresponsables y se ha dejado detrás un reguero de enfrentamientos entre la policía y los abertzales… ¿Es esto política? Es cualquier cosa, menos política. A decir verdad, todo esto, es como una mierda, pero sin el como… hay un momento en el que experimentamos la más profunda náusea de que un individuo con este historial –y otros muchos episodios que hemos eludido y otros muchos más de los que ni siquiera los medios han dado cuenta- todavía se pasee por foros nacionales, sea invitado a sedes para dar conferencias y se le tenga como uno de los “líderes” de un sector del mundillo…
Después de todos los datos que hemos aportado, a nadie le podrá extrañar que hayamos calificado al menguado residuo de partidarios de Ynestrillas de “nacional-pardillistas”. O si se quiere, pardillos a secas. Niegan lo que todo el mundo ha visto demasiadas veces: que Ynestrillas hace de la violencia un compañero inseparable. Y es la única víctima del terrorismo en hacerlo así. Así que no es justificable. Y mucho menos cuando se trata de episodios de mera delincuencia.
Podemos admitir que alguien se equivoque, una, dos, diez veces en su vida. Pero cualquier equivocación que hemos tenido, condiciona nuestro futuro. Un violador infantil no puede abrir una guardería. Un atracador con violencia no puede enarbolar un programa político uno de cuyos puntos sea la lucha contra la inseguridad ciudadana. Se puede admitir a gente con pasado conflictivo, como camaradas en plano de igualdad… siempre y cuando se reconozcan los propios errores, se justifiquen –y una adicción justifica por si misma cualquier barbaridad- y se prometa solemnemente no volver a cometerlos. Y, aún así, resulta evidente que determinados historiales políticos, inhabilitan al menos para tareas de dirección. Es el caso de Ynestrillas. No vemos en él ningún afán en reconocer sus propios errores. Por lo tanto, mientras eso no ocurra, repetiremos una y mil veces: “¿Ynestrillas?... lejos”.